/ sábado 12 de mayo de 2018

Ricardo Alemán, los memes y la libertad de expresión

La comunicación en redes sociales no responde a las reglas de los tradicionales medios electrónicos y escritos.

Las redes sociales reproducen más fielmente el sentimiento social, ahí vemos a la sociedad en que vivimos de carne y hueso, su nivel cultural, “eskriven como kieren”, con una sorprendente falta de ortografía, dan rienda suelta a sus sentimientos, sarcasmo, humor, odios, pasiones y fanatismos irracionales, falsas noticias –fake news– que se reproducen, sólo basta ser simpáticas ingeniosas, satisfagan o coincidan con su ideología –cuando la hay si acaso– para darle like, compartirlo, twitearlo, reproducirlo. Nuestra Constitución garantiza la libertad de expresión, salvo cuando “se ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público;” según el texto del artículo 6º.

En la Ley Federal de Radio y Televisión su artículo 63 sostiene que todas las transmisiones que causen la corrupción del lenguaje, contrarias a las buenas costumbres, mediante expresiones maliciosas, palabras o imágenes procaces, frases y escenas de doble sentido, apología de la violencia o del crimen; todo aquello que sea denigrante u ofensivo para el culto cívico de los héroes, creencias religiosas, discriminatorio de razas; queda prohibido el empleo de recursos de baja comicidad y sonidos ofensivos.

El Artículo 66 Prohíbe interceptar, divulgar o aprovechar, los mensajes, noticias o informaciones que no estén destinados al dominio público y que se reciban por medio de los aparatos de radiocomunicación. Pero es claro que las redes sociales aún no están reguladas.

Ricardo Alemán ha sido un periodista que se ha manifestado abiertamente anti-peje, sus chairos (simpatizantes) lo han atacado en todos los medios que han podido. El pecado de Alemán fue en su cuenta de twiter, no en los medios donde participaba. Un meme en Internet se usa para describir una idea, concepto, situación, expresión humorística o pensamiento, publicitado en, cómic, vídeo, audio, textos, imágenes, estructurado en multimedia, reproducido por internet de persona a persona y multiplicado, el twiter dice “a John Lennon lo matón un fan, a Versace lo matón un fan, a Selena la mató un fan, a ver a que hora chairos” ello provocó la reacción que comenzó con frases como “El señor Ricardo Alemán llama al magnicidio, Les pido ayuda para denunciar su cuenta de twiter por incitar al odio”, cuando se sabe que los chairos jamás lo harían, no era el caso.

Alemán se disculpó con un video pero su destino ya lo habían firmado quienes presumen –desde antes de las elecciones– gobernar este país, en ese orden de ideas no me explico, los memes de los fans que dicen “chale diosito te pasaste porque no te llevas a Peña Nieto y nos regresas a Juan Gabriel”. Por qué, los fans de Juan Gabriel nunca dijeron nada cuando hacían referencia a sus preferencias sexuales, o Trump con memes más fuertes aún, o de Chabelo, eterno niño actor, ¿se acuerdan de haga Patria, máte un chilango? O “murió Juan Gabriel, murió Chachita, murió Jirafales ¿y Chabelo cuándo?

Está muy claro que el despido de Ricardo Alemán, fue exceso e intolerancia, por ser abiertamente anti Peje. Al gremio periodístico recomiendo releer a Bertolt Brecht, en realidad de Martin Niemöller “Los indiferentes” "Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío… Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".

sadot16@hotmail.com

La comunicación en redes sociales no responde a las reglas de los tradicionales medios electrónicos y escritos.

Las redes sociales reproducen más fielmente el sentimiento social, ahí vemos a la sociedad en que vivimos de carne y hueso, su nivel cultural, “eskriven como kieren”, con una sorprendente falta de ortografía, dan rienda suelta a sus sentimientos, sarcasmo, humor, odios, pasiones y fanatismos irracionales, falsas noticias –fake news– que se reproducen, sólo basta ser simpáticas ingeniosas, satisfagan o coincidan con su ideología –cuando la hay si acaso– para darle like, compartirlo, twitearlo, reproducirlo. Nuestra Constitución garantiza la libertad de expresión, salvo cuando “se ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público;” según el texto del artículo 6º.

En la Ley Federal de Radio y Televisión su artículo 63 sostiene que todas las transmisiones que causen la corrupción del lenguaje, contrarias a las buenas costumbres, mediante expresiones maliciosas, palabras o imágenes procaces, frases y escenas de doble sentido, apología de la violencia o del crimen; todo aquello que sea denigrante u ofensivo para el culto cívico de los héroes, creencias religiosas, discriminatorio de razas; queda prohibido el empleo de recursos de baja comicidad y sonidos ofensivos.

El Artículo 66 Prohíbe interceptar, divulgar o aprovechar, los mensajes, noticias o informaciones que no estén destinados al dominio público y que se reciban por medio de los aparatos de radiocomunicación. Pero es claro que las redes sociales aún no están reguladas.

Ricardo Alemán ha sido un periodista que se ha manifestado abiertamente anti-peje, sus chairos (simpatizantes) lo han atacado en todos los medios que han podido. El pecado de Alemán fue en su cuenta de twiter, no en los medios donde participaba. Un meme en Internet se usa para describir una idea, concepto, situación, expresión humorística o pensamiento, publicitado en, cómic, vídeo, audio, textos, imágenes, estructurado en multimedia, reproducido por internet de persona a persona y multiplicado, el twiter dice “a John Lennon lo matón un fan, a Versace lo matón un fan, a Selena la mató un fan, a ver a que hora chairos” ello provocó la reacción que comenzó con frases como “El señor Ricardo Alemán llama al magnicidio, Les pido ayuda para denunciar su cuenta de twiter por incitar al odio”, cuando se sabe que los chairos jamás lo harían, no era el caso.

Alemán se disculpó con un video pero su destino ya lo habían firmado quienes presumen –desde antes de las elecciones– gobernar este país, en ese orden de ideas no me explico, los memes de los fans que dicen “chale diosito te pasaste porque no te llevas a Peña Nieto y nos regresas a Juan Gabriel”. Por qué, los fans de Juan Gabriel nunca dijeron nada cuando hacían referencia a sus preferencias sexuales, o Trump con memes más fuertes aún, o de Chabelo, eterno niño actor, ¿se acuerdan de haga Patria, máte un chilango? O “murió Juan Gabriel, murió Chachita, murió Jirafales ¿y Chabelo cuándo?

Está muy claro que el despido de Ricardo Alemán, fue exceso e intolerancia, por ser abiertamente anti Peje. Al gremio periodístico recomiendo releer a Bertolt Brecht, en realidad de Martin Niemöller “Los indiferentes” "Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío… Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".

sadot16@hotmail.com