/ sábado 18 de enero de 2020

Resolución de conflictos, la clave para disminuir la inseguridad

¿Se siente usted seguro/segura en la ciudad donde vive? Si la respuesta es que no, el 72.9% de la población mexicana comparte su opinión, ya que, durante diciembre del año pasado, la percepción de inseguridad en México aumentó.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública (ENSU) del INEGI, se reveló que el 72.9% de la población se siente insegura en la ciudad donde vive, es decir 7 de cada 10 personas. Las mujeres son quienes perciben más inseguridad con un porcentaje de 77.2 a diferencia de los hombres con un porcentaje de 67.8.

Las ciudades y/o municipios con una mayor percepción de inseguridad son: Puebla (92.7%), Tapachula, Chiapas (92.1%), Ecatepec, Estado de México (92%); Uruapan, Michoacán (92%); Fresnillo, Zacatecas (91.9%) y Tlalnepantla de Baz, Edomex (90.9%); por otro lado, los municipios que integran la Zona Metropolitana de Guadalajara, se ubicaron de la siguiente manera: Guadalajara (82.3%), Tonalá (82.1%), Tlajomulco (80.5%), Tlaquepaque (77.2%) y Zapopan (69.3%). A nivel nacional, 35% de los hogares cuentan con al menos 1 víctima de un delito de robo total o parcial de vehículo, robo en casa habitación, robo o asalto en calle o transporte público (incluye robo en banco o cajero automático), robo en forma distinta a las anteriores, o extorsión.

La teoría del patrón del delito, de Paul y Jeffrey Brantingham nos podría dar una respuesta de porqué existe dicha inseguridad, para estos autores, la distribución de los delitos en las ciudades no es uniforme, ni aleatoria, proponiendo que existen patrones claramente identificables. Su conclusión es que los delitos ocurrirán en locaciones concretas impredecibles, las cuales están definidas por la intersección entre las oportunidades para la comisión del delito que ofrecen las actividades rutinarias de los ciudadanos y el conocimiento que el infractor tiene de estos lugares.

Si seguimos esta lógica y analizamos el contexto de las ciudades o zonas donde se siente una mayor percepción de inseguridad, encontramos carencias en cuanto a servicios básicos, ordenamiento territorial, oportunidades laborales, movilidad y demás condiciones, que se encuentran enmarcadas en la violencia estructural, que mencionamos hace un par de columnas; estas situaciones cotidianas, inminentemente se ven atravesadas por distintos conflictos dentro del entorno, en este sentido, encontramos que el 32.1% de la población encuestada tuvo de manera directa algún conflicto con familiares, vecinos, compañeros de trabajo o escuela, establecimientos o con autoridades de gobierno.

Dicho lo anterior, es importante mencionar que los conflictos siempre están presentes dentro de nuestra sociedad, sin embargo, a diferencia de lo que nos han enseñado, los conflictos representan una oportunidad para desarrollar experiencias pedagógicas, de concientización, de empoderamiento, de estímulo y desarrollo de la creatividad, en la búsqueda de resolverlos. La apuesta de las políticas públicas a desarrollar por parte de los gobiernos, además de generar condiciones dignas para que las personas vivan, debe ir relacionada con la resolución de conflictos, partiendo de lo micro a lo macro (familia, vecinos, colonia, escuela, trabajo, municipio, etc), solo así, se generarán condiciones en el entorno que permitan una mejor convivencia que se refleje en un tejido social más sólido y por consecuente, una mayor percepción de seguridad en los ciudadanos.

* Coordinador de análisis y comunicación del PAN Jalisco

¿Se siente usted seguro/segura en la ciudad donde vive? Si la respuesta es que no, el 72.9% de la población mexicana comparte su opinión, ya que, durante diciembre del año pasado, la percepción de inseguridad en México aumentó.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública (ENSU) del INEGI, se reveló que el 72.9% de la población se siente insegura en la ciudad donde vive, es decir 7 de cada 10 personas. Las mujeres son quienes perciben más inseguridad con un porcentaje de 77.2 a diferencia de los hombres con un porcentaje de 67.8.

Las ciudades y/o municipios con una mayor percepción de inseguridad son: Puebla (92.7%), Tapachula, Chiapas (92.1%), Ecatepec, Estado de México (92%); Uruapan, Michoacán (92%); Fresnillo, Zacatecas (91.9%) y Tlalnepantla de Baz, Edomex (90.9%); por otro lado, los municipios que integran la Zona Metropolitana de Guadalajara, se ubicaron de la siguiente manera: Guadalajara (82.3%), Tonalá (82.1%), Tlajomulco (80.5%), Tlaquepaque (77.2%) y Zapopan (69.3%). A nivel nacional, 35% de los hogares cuentan con al menos 1 víctima de un delito de robo total o parcial de vehículo, robo en casa habitación, robo o asalto en calle o transporte público (incluye robo en banco o cajero automático), robo en forma distinta a las anteriores, o extorsión.

La teoría del patrón del delito, de Paul y Jeffrey Brantingham nos podría dar una respuesta de porqué existe dicha inseguridad, para estos autores, la distribución de los delitos en las ciudades no es uniforme, ni aleatoria, proponiendo que existen patrones claramente identificables. Su conclusión es que los delitos ocurrirán en locaciones concretas impredecibles, las cuales están definidas por la intersección entre las oportunidades para la comisión del delito que ofrecen las actividades rutinarias de los ciudadanos y el conocimiento que el infractor tiene de estos lugares.

Si seguimos esta lógica y analizamos el contexto de las ciudades o zonas donde se siente una mayor percepción de inseguridad, encontramos carencias en cuanto a servicios básicos, ordenamiento territorial, oportunidades laborales, movilidad y demás condiciones, que se encuentran enmarcadas en la violencia estructural, que mencionamos hace un par de columnas; estas situaciones cotidianas, inminentemente se ven atravesadas por distintos conflictos dentro del entorno, en este sentido, encontramos que el 32.1% de la población encuestada tuvo de manera directa algún conflicto con familiares, vecinos, compañeros de trabajo o escuela, establecimientos o con autoridades de gobierno.

Dicho lo anterior, es importante mencionar que los conflictos siempre están presentes dentro de nuestra sociedad, sin embargo, a diferencia de lo que nos han enseñado, los conflictos representan una oportunidad para desarrollar experiencias pedagógicas, de concientización, de empoderamiento, de estímulo y desarrollo de la creatividad, en la búsqueda de resolverlos. La apuesta de las políticas públicas a desarrollar por parte de los gobiernos, además de generar condiciones dignas para que las personas vivan, debe ir relacionada con la resolución de conflictos, partiendo de lo micro a lo macro (familia, vecinos, colonia, escuela, trabajo, municipio, etc), solo así, se generarán condiciones en el entorno que permitan una mejor convivencia que se refleje en un tejido social más sólido y por consecuente, una mayor percepción de seguridad en los ciudadanos.

* Coordinador de análisis y comunicación del PAN Jalisco