/ domingo 8 de marzo de 2020

Reforma judicial en Jalisco

El Poder Judicial es uno de los tres poderes que soportan el Trípode de una democracia. Si uno de estos poderes falla, la sociedad se tambalea…

Lamentablemente en Jalisco el Poder Judicial no solo ha estado politizado. La perversión de los que detentan el poder en nuestra entidad, lo han llevado a una burda repartición partidista.

Lo anterior trae como consecuencia una calidad de regular a mala para el justiciable, para el ciudadano. El nepotismo, compadrazgo y amiguismo, en el mejor de los casos; ya que también ha trascendido la venta de espacios en este poder, que redundará en la recuperación económica de quien “invierte” para llegar ahí.

Por espacio de 5 meses, un grupo de juristas trabajamos en la pasada administración para presentar una iniciativa de Ley para elegir de manera objetiva, metódica y científica a Jueces y Magistrados. lamentablemente, no ha tenido éxito.

En días pasados el Maestro Alfonso Partida Caballero, Catedrático, Directivo y líder de Observatorio en Seguridad y Justicia U. de G. desarrollo una investigación al respecto, expresándola en su espacio de televisión en Canal 44 de nuestra misma Alma Mater, Señal Directa, en el que destaco que: “La reforma viene a complicar la justicia en Jalisco, es una reforma mal hecha y de manipulación, se supone que toda reforma en nuestras leyes deben de ser para mejorar, lamentablemente en Jalisco, no sucedió… esperábamos que esta reforma, viniera a mejorar nuestro sistema de administración y procuración de justicia, problemas estructurales, combatir el rezago, los grandes problemas que tenemos en Jalisco en el tema de justicia, así como combatir la corrupción, el nepotismo y los procesos amañados desordenados, manipulados, que tienen como objetivo repartirse a este poder a pedazos por fuerzas políticas partidistas. Todo lo anterior tolerado y respaldado por las altas esferas de poder en Jalisco, pese a la promesa de cambio de quienes en campaña ofrecieron cambiar. Ni el ejecutivo ni el legislativo tienen la intención de atacar.

Las expectativas que teníamos los jaliscienses, era que los actores políticos, desde sus respectivas trincheras, pusieran un cerco para evitar el manoseo político en la elección de magistrados y que el ejecutivo y legislativo, buscaran mecanismos eficientes para combatir el rezago y la sobrecarga en la administración de justicia, salas y juzgados respectivamente.

De la misma manera, esperábamos una limpieza de la nómina en el poder judicial, que está cargada de propuestas ilegitimas, nepotismo, recomendados del ejecutivo, de diputados y por familiares de jueces y magistrados.

Todos esperábamos que se mejoraran los procesos de elección y selección de quienes integran el poder judicial, así como sus condiciones laborales y administrativas, además de salarios y derechos.

Esperábamos también se pusiera un alto al método corrupto de asignación de expedientes a jueces a modo, así como a litigantes a modo. La oficialía de partes que establece un control corrupto, solapado por algunos consejeros, y que debió transformarse de una forma transparente y verificable para evitar estos vicios que tanto daño hacen a los ciudadanos. Lo que tuvo que hacerse es garantizar la imparcialidad en la impartición de justicia.

Fue una reforma sin un diagnóstico serio, sin sentido que solo reforzó el clientelismo del que tanto se quejaron los ahora gobernantes. Esa intromisión descarada del ejecutivo y legisladores, traerá como consecuencia el reparto de magistraturas y jueces en nuestra entidad. En esta reforma, si hay exámenes de conocimientos, serán ellos mismos (los dos poderes, quienes controlaran los reactivos) y también los calificaran.

Trabaron por más de un año la designación de magistrados, por los exámenes de control y confianza, así como la elección de un consejero y otros 2 que se avecinan. Y traerá como consecuencia la inmovilidad del consejo, en lo que respecta al nombramiento, control y evaluación de jueces, ya que es un órgano administrativo”.

Ojalá y voltearan a la iniciativa de ley que presentamos en la legislatura pasada como pioneros para combatir y erradicar los vicios que tanto daño hace a un poder que es el judicial, y por ende el gran perjudicado es el ciudadano, el justiciable. Que se ve inmerso en una maraña de vicios, como es la corrupción, nepotismo, amiguismo y compadrazgo.

* Doctor en Derecho. Integrante de Observatorio de Seguridad y Justicia, Benemérita Universidad de Guadalajara.

El Poder Judicial es uno de los tres poderes que soportan el Trípode de una democracia. Si uno de estos poderes falla, la sociedad se tambalea…

Lamentablemente en Jalisco el Poder Judicial no solo ha estado politizado. La perversión de los que detentan el poder en nuestra entidad, lo han llevado a una burda repartición partidista.

Lo anterior trae como consecuencia una calidad de regular a mala para el justiciable, para el ciudadano. El nepotismo, compadrazgo y amiguismo, en el mejor de los casos; ya que también ha trascendido la venta de espacios en este poder, que redundará en la recuperación económica de quien “invierte” para llegar ahí.

Por espacio de 5 meses, un grupo de juristas trabajamos en la pasada administración para presentar una iniciativa de Ley para elegir de manera objetiva, metódica y científica a Jueces y Magistrados. lamentablemente, no ha tenido éxito.

En días pasados el Maestro Alfonso Partida Caballero, Catedrático, Directivo y líder de Observatorio en Seguridad y Justicia U. de G. desarrollo una investigación al respecto, expresándola en su espacio de televisión en Canal 44 de nuestra misma Alma Mater, Señal Directa, en el que destaco que: “La reforma viene a complicar la justicia en Jalisco, es una reforma mal hecha y de manipulación, se supone que toda reforma en nuestras leyes deben de ser para mejorar, lamentablemente en Jalisco, no sucedió… esperábamos que esta reforma, viniera a mejorar nuestro sistema de administración y procuración de justicia, problemas estructurales, combatir el rezago, los grandes problemas que tenemos en Jalisco en el tema de justicia, así como combatir la corrupción, el nepotismo y los procesos amañados desordenados, manipulados, que tienen como objetivo repartirse a este poder a pedazos por fuerzas políticas partidistas. Todo lo anterior tolerado y respaldado por las altas esferas de poder en Jalisco, pese a la promesa de cambio de quienes en campaña ofrecieron cambiar. Ni el ejecutivo ni el legislativo tienen la intención de atacar.

Las expectativas que teníamos los jaliscienses, era que los actores políticos, desde sus respectivas trincheras, pusieran un cerco para evitar el manoseo político en la elección de magistrados y que el ejecutivo y legislativo, buscaran mecanismos eficientes para combatir el rezago y la sobrecarga en la administración de justicia, salas y juzgados respectivamente.

De la misma manera, esperábamos una limpieza de la nómina en el poder judicial, que está cargada de propuestas ilegitimas, nepotismo, recomendados del ejecutivo, de diputados y por familiares de jueces y magistrados.

Todos esperábamos que se mejoraran los procesos de elección y selección de quienes integran el poder judicial, así como sus condiciones laborales y administrativas, además de salarios y derechos.

Esperábamos también se pusiera un alto al método corrupto de asignación de expedientes a jueces a modo, así como a litigantes a modo. La oficialía de partes que establece un control corrupto, solapado por algunos consejeros, y que debió transformarse de una forma transparente y verificable para evitar estos vicios que tanto daño hacen a los ciudadanos. Lo que tuvo que hacerse es garantizar la imparcialidad en la impartición de justicia.

Fue una reforma sin un diagnóstico serio, sin sentido que solo reforzó el clientelismo del que tanto se quejaron los ahora gobernantes. Esa intromisión descarada del ejecutivo y legisladores, traerá como consecuencia el reparto de magistraturas y jueces en nuestra entidad. En esta reforma, si hay exámenes de conocimientos, serán ellos mismos (los dos poderes, quienes controlaran los reactivos) y también los calificaran.

Trabaron por más de un año la designación de magistrados, por los exámenes de control y confianza, así como la elección de un consejero y otros 2 que se avecinan. Y traerá como consecuencia la inmovilidad del consejo, en lo que respecta al nombramiento, control y evaluación de jueces, ya que es un órgano administrativo”.

Ojalá y voltearan a la iniciativa de ley que presentamos en la legislatura pasada como pioneros para combatir y erradicar los vicios que tanto daño hace a un poder que es el judicial, y por ende el gran perjudicado es el ciudadano, el justiciable. Que se ve inmerso en una maraña de vicios, como es la corrupción, nepotismo, amiguismo y compadrazgo.

* Doctor en Derecho. Integrante de Observatorio de Seguridad y Justicia, Benemérita Universidad de Guadalajara.

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