/ martes 19 de mayo de 2020

Reactivar la economía

Uno de los retos que tiene el gobierno federal y el del Estado de Jalisco está en la reactivación de la economía, ante la amenaza de la enfermedad del coronavirus (Covid-19) que azota a la nación y ante la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá en estas próximas semanas, México debe de reactivar su economía.

El coronavirus suspendió las cadenas productivas en las maquiladoras y armadoras de la industria automotriz que han hecho que este mercado disminuya su producción y venta de los automóviles ante el riesgo que representa esta enfermedad que en México ya lleva más de cinco mil muertes y cincuenta mil seres humanos contagiados.

Esta enfermedad ha llegado para quedarse, aún no se sabe cómo combatirla, la misma ha sido causa de una parálisis económica a nivel mundial comenzando con China, Europa, Estados Unidos y América, los hospitales públicos en la ciudad de México se encuentran llenos y la atención médica en otras enfermedades es casi nula, por el riesgo que representa el paciente y el hospital en la transmisión de este virus que de acuerdo a los criterios médicos tiene una forma de corona que se trasmite por medio de la saliva y el saludo, sin que se den soluciones concretas para el combate de la misma como pueden ser la vacuna y los antibióticos; hasta el momento en una detección temprana y el confinamiento en casa algunos enfermos han salido adelante dependiendo de la edad y la condición física, por los dolores y las altas temperaturas de esta sintomatología del coronavirus.

Los pronósticos son lamentables conforme a las palabras del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, “si no tomamos en serio la epidemia del coronavirus que azota a las naciones, esta enfermedad se agravará”, más sin embargo la economía no puede parar y las fuentes de trabajo no pueden suspenderse, es necesario hacer una combinación entre vida y trabajo, entre salud y empresa con las consultas previas de los científicos en la salud pública y los expertos en el derecho laboral y derecho económico para tomar medidas urgentes en la reactivación de la economía nacional y los capitales no se vayan a otros países que les brinden la seguridad económica de salud y de trabajo.

Los criterios de la autoridad municipal, estatal y federal en materia de reactivación de economía deben de ser flexibles ante las condiciones que están viviendo los empresarios y los trabajadores que, ante la falta de producción de las mercancías y venta de las mismas, las empresas y comercios están pasando por una situación de parálisis económica representando para ellos pérdidas diarias, que pueden cuantificarse con criterios económicos y contables que son los expertos en los números y las operaciones matemáticas.

La esperanza no puede perderse, ni hablarse en discursos políticos como lo hacen los que nos gobiernan donde todo se quiere arreglar a través de la palabra y no de hechos concretos que deben de sustentarse en verdades para llegar a una realidad social, política y económica, el discurso puede equivocarse, pero rectificar el error en la palabra es importante para reconocer los errores y tomar decisiones apropiadas y no llegar a la quiebra de las empresas y comercios que por el confinamiento y el miedo al contagio muchas comenzaran de cero para reiniciar la activación económica sumamente necesaria para la sociedad.

* Profesor de Derecho de la UdeG.

* Miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho

antonio_dejesus@hotmail.com

@mendozaAntoio

Uno de los retos que tiene el gobierno federal y el del Estado de Jalisco está en la reactivación de la economía, ante la amenaza de la enfermedad del coronavirus (Covid-19) que azota a la nación y ante la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá en estas próximas semanas, México debe de reactivar su economía.

El coronavirus suspendió las cadenas productivas en las maquiladoras y armadoras de la industria automotriz que han hecho que este mercado disminuya su producción y venta de los automóviles ante el riesgo que representa esta enfermedad que en México ya lleva más de cinco mil muertes y cincuenta mil seres humanos contagiados.

Esta enfermedad ha llegado para quedarse, aún no se sabe cómo combatirla, la misma ha sido causa de una parálisis económica a nivel mundial comenzando con China, Europa, Estados Unidos y América, los hospitales públicos en la ciudad de México se encuentran llenos y la atención médica en otras enfermedades es casi nula, por el riesgo que representa el paciente y el hospital en la transmisión de este virus que de acuerdo a los criterios médicos tiene una forma de corona que se trasmite por medio de la saliva y el saludo, sin que se den soluciones concretas para el combate de la misma como pueden ser la vacuna y los antibióticos; hasta el momento en una detección temprana y el confinamiento en casa algunos enfermos han salido adelante dependiendo de la edad y la condición física, por los dolores y las altas temperaturas de esta sintomatología del coronavirus.

Los pronósticos son lamentables conforme a las palabras del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, “si no tomamos en serio la epidemia del coronavirus que azota a las naciones, esta enfermedad se agravará”, más sin embargo la economía no puede parar y las fuentes de trabajo no pueden suspenderse, es necesario hacer una combinación entre vida y trabajo, entre salud y empresa con las consultas previas de los científicos en la salud pública y los expertos en el derecho laboral y derecho económico para tomar medidas urgentes en la reactivación de la economía nacional y los capitales no se vayan a otros países que les brinden la seguridad económica de salud y de trabajo.

Los criterios de la autoridad municipal, estatal y federal en materia de reactivación de economía deben de ser flexibles ante las condiciones que están viviendo los empresarios y los trabajadores que, ante la falta de producción de las mercancías y venta de las mismas, las empresas y comercios están pasando por una situación de parálisis económica representando para ellos pérdidas diarias, que pueden cuantificarse con criterios económicos y contables que son los expertos en los números y las operaciones matemáticas.

La esperanza no puede perderse, ni hablarse en discursos políticos como lo hacen los que nos gobiernan donde todo se quiere arreglar a través de la palabra y no de hechos concretos que deben de sustentarse en verdades para llegar a una realidad social, política y económica, el discurso puede equivocarse, pero rectificar el error en la palabra es importante para reconocer los errores y tomar decisiones apropiadas y no llegar a la quiebra de las empresas y comercios que por el confinamiento y el miedo al contagio muchas comenzaran de cero para reiniciar la activación económica sumamente necesaria para la sociedad.

* Profesor de Derecho de la UdeG.

* Miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho

antonio_dejesus@hotmail.com

@mendozaAntoio