/ martes 20 de noviembre de 2018

Re-evolución / De abrazos a balazos

Finalmente el Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, quien entra en funciones el próximo 1 de diciembre, ha dado color de lo que pretende hacer en torno a la pacificación del país.

En campaña su propuesta o idea era de la siguiente manera: en torno a la recuperación de la paz en México: “abrazos no balazos”. Ya como Presidente electo y a unos días de llegar a desempeñarse como Presidente de México, todo apunta a una posible militarización de México.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación tardó un año para “descubrir” que el Ejército en las calles es una medida inconstitucional, que vulnera la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en sus dispositivos 129, que a la letra dice: “En tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar. Solamente habrá comandancias militares fijas y permanentes en los castillos, fortalezas y almacenes que dependan inmediatamente del Gobierno de la Unión; o en los campamentos, cuarteles o depósitos que, fuera de las poblaciones, estableciere para la estación de las tropas”.

Así de claro y sencillo, pues la Suprema Corte de Justicia de México, le llevó un año el darse cuenta de eso, para echar por tierra la Ley de Seguridad Interior, que dotaba de facultades a las fuerzas armadas para llevar a cabo labores policiacas en México. En diversos medios de comunicación, advertimos hace aproximadamente un año que nada tenía que hacer el ejército en las calles de México haciendo labores policiacas. No nos dieron tiempo para celebrar, cuando llegaron las propuestas de AMLO.

Son ocho puntos en los que sintetizamos las propuestas del presidente electo.

1. Combatir la corrupción y mejorar la justicia. El documento reconoce que muchos de los delitos graves del narcotráfico sólo pueden ocurrir en complicidad con funcionarios públicos. Por lo que acabar con las prácticas corruptas “es el propósito más relevante del próximo gobierno”. Algunas medidas son: Tipificar la corrupción como delito grave y sin libertad bajo fianza.

2. Empleo, educación, salud y bienestar. Mejorar estos cuatro rubros, según el plan del futuro gobierno, “reducirán en forma significativa la base social que haya podido generar la criminalidad y restablecerán la confianza de los individuos en el colectivo”. Para ello enumera programas sociales y planes económicos como el de reforestación o la construcción del Tren Maya. Además, fortalecer la economía social en cooperativas, talleres familiares y microempresas. 3. Combatir la impunidad en violaciones a Derechos Humanos. Promete que ningún cuerpo de seguridad del Estado caerá en la represión, tortura, asesinato o desaparición de personas. Propone modificaciones legales para tipificar como delitos y sancionar a las autoridades que no atiendan las recomendaciones de las comisiones de Derechos Humanos, tanto de la nacional como de las estatales. De estas últimas, subraya la necesidad de garantizar su independencia con respecto a los gobernadores. 4. Regeneración ética de la sociedad mediante una constitución moral y cambiar el modelo cultural del consumismo. Analizar la prohibición de las drogas y enfocarse en atender a los adictos. El documento cuestiona por qué ciertas sustancias, como la mariguana, la cocaína o el ácido lisérgico están prohibidos, mientras se permite la producción y comercialización de otras, como el alcohol, tabaco y ciertos antidepresivos y somníferos. Señala que en términos económicos, la prohibición de las drogas hace que su precio sea mucho más que el de producción por todos los actos ilegales por los que tiene que pasar. Y reconoce que el combate ha convertido un problema de salud en un asunto de seguridad pública y de violencia que el Estado no ha podido frenar. Por ello, propone enfocarse en atender a los adictos y en reducir el consumo de drogas, y para esto renegociar con Estados Unidos que los recursos para combatir el trasiego se apliquen en programas de reinserción y desintoxicación. 6. Pacificación del país: Es uno de los puntos más amplios del programa y empieza por reconocer que la guerra está perdida. “El gobierno mexicano no ha podido derrotar a los cárteles y no hay perspectivas de que logre vencerlos en un tiempo estimable”. Acusa que desde el poder se alentó la violencia y se volvió parte, con las miles de violaciones a derechos humanos. Por ello propone hacer un alto y debatir con las organizaciones delictivas un proceso de desmovilización, desarme y reinserción. Como condiciones, pone que los criminales garanticen plana colaboración con la justicia, que manifiesten su arrepentimiento, y la reparación del daño. 7. Recuperar las cárceles. Quitarles el control interno a las mafias y evitar que quienes cometieron un delito terminen hundidos en la descomposición y la crueldad. Agrega la necesidad de dignificar las condiciones de los internos y separar a los imputados de los sentenciados. 8. Un cuerpo militarizado para la Seguridad Pública. Aunque este punto se expuso al último, es el que plantea que un cuerpo militarizado sea el que se encargue de la seguridad pública.

jimenezabogado@gmail.com

Finalmente el Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, quien entra en funciones el próximo 1 de diciembre, ha dado color de lo que pretende hacer en torno a la pacificación del país.

En campaña su propuesta o idea era de la siguiente manera: en torno a la recuperación de la paz en México: “abrazos no balazos”. Ya como Presidente electo y a unos días de llegar a desempeñarse como Presidente de México, todo apunta a una posible militarización de México.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación tardó un año para “descubrir” que el Ejército en las calles es una medida inconstitucional, que vulnera la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en sus dispositivos 129, que a la letra dice: “En tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar. Solamente habrá comandancias militares fijas y permanentes en los castillos, fortalezas y almacenes que dependan inmediatamente del Gobierno de la Unión; o en los campamentos, cuarteles o depósitos que, fuera de las poblaciones, estableciere para la estación de las tropas”.

Así de claro y sencillo, pues la Suprema Corte de Justicia de México, le llevó un año el darse cuenta de eso, para echar por tierra la Ley de Seguridad Interior, que dotaba de facultades a las fuerzas armadas para llevar a cabo labores policiacas en México. En diversos medios de comunicación, advertimos hace aproximadamente un año que nada tenía que hacer el ejército en las calles de México haciendo labores policiacas. No nos dieron tiempo para celebrar, cuando llegaron las propuestas de AMLO.

Son ocho puntos en los que sintetizamos las propuestas del presidente electo.

1. Combatir la corrupción y mejorar la justicia. El documento reconoce que muchos de los delitos graves del narcotráfico sólo pueden ocurrir en complicidad con funcionarios públicos. Por lo que acabar con las prácticas corruptas “es el propósito más relevante del próximo gobierno”. Algunas medidas son: Tipificar la corrupción como delito grave y sin libertad bajo fianza.

2. Empleo, educación, salud y bienestar. Mejorar estos cuatro rubros, según el plan del futuro gobierno, “reducirán en forma significativa la base social que haya podido generar la criminalidad y restablecerán la confianza de los individuos en el colectivo”. Para ello enumera programas sociales y planes económicos como el de reforestación o la construcción del Tren Maya. Además, fortalecer la economía social en cooperativas, talleres familiares y microempresas. 3. Combatir la impunidad en violaciones a Derechos Humanos. Promete que ningún cuerpo de seguridad del Estado caerá en la represión, tortura, asesinato o desaparición de personas. Propone modificaciones legales para tipificar como delitos y sancionar a las autoridades que no atiendan las recomendaciones de las comisiones de Derechos Humanos, tanto de la nacional como de las estatales. De estas últimas, subraya la necesidad de garantizar su independencia con respecto a los gobernadores. 4. Regeneración ética de la sociedad mediante una constitución moral y cambiar el modelo cultural del consumismo. Analizar la prohibición de las drogas y enfocarse en atender a los adictos. El documento cuestiona por qué ciertas sustancias, como la mariguana, la cocaína o el ácido lisérgico están prohibidos, mientras se permite la producción y comercialización de otras, como el alcohol, tabaco y ciertos antidepresivos y somníferos. Señala que en términos económicos, la prohibición de las drogas hace que su precio sea mucho más que el de producción por todos los actos ilegales por los que tiene que pasar. Y reconoce que el combate ha convertido un problema de salud en un asunto de seguridad pública y de violencia que el Estado no ha podido frenar. Por ello, propone enfocarse en atender a los adictos y en reducir el consumo de drogas, y para esto renegociar con Estados Unidos que los recursos para combatir el trasiego se apliquen en programas de reinserción y desintoxicación. 6. Pacificación del país: Es uno de los puntos más amplios del programa y empieza por reconocer que la guerra está perdida. “El gobierno mexicano no ha podido derrotar a los cárteles y no hay perspectivas de que logre vencerlos en un tiempo estimable”. Acusa que desde el poder se alentó la violencia y se volvió parte, con las miles de violaciones a derechos humanos. Por ello propone hacer un alto y debatir con las organizaciones delictivas un proceso de desmovilización, desarme y reinserción. Como condiciones, pone que los criminales garanticen plana colaboración con la justicia, que manifiesten su arrepentimiento, y la reparación del daño. 7. Recuperar las cárceles. Quitarles el control interno a las mafias y evitar que quienes cometieron un delito terminen hundidos en la descomposición y la crueldad. Agrega la necesidad de dignificar las condiciones de los internos y separar a los imputados de los sentenciados. 8. Un cuerpo militarizado para la Seguridad Pública. Aunque este punto se expuso al último, es el que plantea que un cuerpo militarizado sea el que se encargue de la seguridad pública.

jimenezabogado@gmail.com

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