/ domingo 28 de noviembre de 2021

Quod ita sit

"Ya se la saben...carteras, celulares, relojes, dinero...rápido! o se los lleva la"… Un día sí y otro también; así ha venido sucediendo desde hace meses en el Estado de México. Los desventurados que tienen la necesidad de utilizar el servicio de transporte en las Combis en rutas de Naucalpan, Ecatepec, Cuautitlán Izcalli, Tultitlán, y muchas otras ya se la saben.


Los trogloditas que con su inefable frase y pistola en mano asaltan a diario a los usuarios del transporte público roban impunemente; así, los pasajeros, impotentes, depositan en la mochila del ratero su cartera, celulares y cuanta cosa de valor tengan, so pena de ser privados de la vida sin poder hacer nada.

La impunidad absoluta. Las autoridades del Estado de México están en modo silencio. Silencio cómplice, o cínico por su clara incompetencia. Botón de muestra. Gobierno inepto.

Eso que pasa en el EDOMEX no está alejado de lo que sucede en todo el país; asaltos a mano armada, en la calle, en restaurantes, hoteles hasta en los templos; ajustes de cuentas, levantones, robos conejeros, trata de blancas, matrimonios forzados de indígenas, secuestros, balaceras, violaciones, tomas de casetas, vehículos incendiados, bloqueos, desaparecidos, feminicidios, robos a casa habitación, robos de autopartes, moto-ratones, autodefensas, sicarios, pueblos fantasma, manifestaciones con daños al equipamiento urbano y comercios. Lo mismo en Michoacán, que en Jalisco, Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa, Chihuahua, Sonora, Zacatecas, Chiapas, Yucatán o Quintana Roo. Dondequiera es igual. Violencia incontrolable.

En tres años de gobierno, tenemos 125,000 muertos; la pandemia ha cobrado 300,000 vidas y causado terribles daños colaterales; un pésimo programa de protección y uno peor de vacunación; indiferencia irresponsable ante la inminente cuarta ola de Covid19.

Evidente fracaso en el diseño y aplicación de las políticas públicas de seguridad y salubridad.

Al desolador panorama le debemos agregar, una inflación del 7.5% que es la más alta en los últimos 20 años; una tasa elevada de desempleo, ineficacia del sistema de salud; la priorización del gobierno federal en tres mega obras y la construcción de 1,619 sucursales del Banco del Bienestar como su solo existiera el sureste; programas sociales a los que se han destinado más de 621 mil millones de pesos, de los cuales el 80% son ineficientes; el país dividido, polarizado al extremo: pleitos contra la prensa, contra la clase media, con el CONACYT, con el INE contra los organismos ciudadanos, contra la UNAM; esa es la triste realidad. El llano en llamas, con las debidas licencias de Juan Rulfo.

Creo que es justo y necesario que se de ya un golpe de timón; que haya autocrítica y se reorienten las políticas públicas para el beneficio de todos los mexicanos y no se encaminen a satisfacer proyectos personales.

Quod ita sit.


* Doctor en Derecho


"Ya se la saben...carteras, celulares, relojes, dinero...rápido! o se los lleva la"… Un día sí y otro también; así ha venido sucediendo desde hace meses en el Estado de México. Los desventurados que tienen la necesidad de utilizar el servicio de transporte en las Combis en rutas de Naucalpan, Ecatepec, Cuautitlán Izcalli, Tultitlán, y muchas otras ya se la saben.


Los trogloditas que con su inefable frase y pistola en mano asaltan a diario a los usuarios del transporte público roban impunemente; así, los pasajeros, impotentes, depositan en la mochila del ratero su cartera, celulares y cuanta cosa de valor tengan, so pena de ser privados de la vida sin poder hacer nada.

La impunidad absoluta. Las autoridades del Estado de México están en modo silencio. Silencio cómplice, o cínico por su clara incompetencia. Botón de muestra. Gobierno inepto.

Eso que pasa en el EDOMEX no está alejado de lo que sucede en todo el país; asaltos a mano armada, en la calle, en restaurantes, hoteles hasta en los templos; ajustes de cuentas, levantones, robos conejeros, trata de blancas, matrimonios forzados de indígenas, secuestros, balaceras, violaciones, tomas de casetas, vehículos incendiados, bloqueos, desaparecidos, feminicidios, robos a casa habitación, robos de autopartes, moto-ratones, autodefensas, sicarios, pueblos fantasma, manifestaciones con daños al equipamiento urbano y comercios. Lo mismo en Michoacán, que en Jalisco, Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa, Chihuahua, Sonora, Zacatecas, Chiapas, Yucatán o Quintana Roo. Dondequiera es igual. Violencia incontrolable.

En tres años de gobierno, tenemos 125,000 muertos; la pandemia ha cobrado 300,000 vidas y causado terribles daños colaterales; un pésimo programa de protección y uno peor de vacunación; indiferencia irresponsable ante la inminente cuarta ola de Covid19.

Evidente fracaso en el diseño y aplicación de las políticas públicas de seguridad y salubridad.

Al desolador panorama le debemos agregar, una inflación del 7.5% que es la más alta en los últimos 20 años; una tasa elevada de desempleo, ineficacia del sistema de salud; la priorización del gobierno federal en tres mega obras y la construcción de 1,619 sucursales del Banco del Bienestar como su solo existiera el sureste; programas sociales a los que se han destinado más de 621 mil millones de pesos, de los cuales el 80% son ineficientes; el país dividido, polarizado al extremo: pleitos contra la prensa, contra la clase media, con el CONACYT, con el INE contra los organismos ciudadanos, contra la UNAM; esa es la triste realidad. El llano en llamas, con las debidas licencias de Juan Rulfo.

Creo que es justo y necesario que se de ya un golpe de timón; que haya autocrítica y se reorienten las políticas públicas para el beneficio de todos los mexicanos y no se encaminen a satisfacer proyectos personales.

Quod ita sit.


* Doctor en Derecho