Ramiro Escoto Ratkovich
Recientemente hemos desmentido lo que habían informado algunos que, sin duda, en el ánimo de hacerse notar han intentado poner el nombre y las acciones de Andrés Manuel López Obrador en primeras planas, mientras éste se encuentra de vacaciones; y sí, lo han conseguido, pero en medida desfavorable para quien será el primer mandatario del país.
Loretta Ortiz quien es la coordinadora del proceso de pacificación para la próxima administración se apresuró al confirmar que el papa Francisco participaría en este proyecto a través de videoconferencia, dando a entender, incluso que El Vaticano estaría presente en un tema que habría sido de primer interés, cuando en realidad nunca lo ha sido, de hecho, el mismo vocero de la Santa Sede Greg Burk, desmintió a Ortiz diciendo: “la noticia de que el Santo Padre participará en esta conferencia no tienen fundamento”, reacción que de inmediato se dejó sentir en redes sociales y que derivaron en una declaración de quien habló por su jefe en vacaciones: “cometí un error por un asunto de ansiedad” dijo en conferencia de prensa al cuestionarle sobre su aseveración y las consecuencias mismas. En resumen, esta clase de “libertades” de ciertos futuros funcionarios dejan entrever que en el próximo sistema cada quien se va por la libre, exponiendo incluso la imagen de un país. Si bien es cierto, tras la calificada como “pifia” ya han sido enviadas dos misivas al Vaticano haciendo invitación al papa Francisco bajo esta premisa, y han sido dirigidas a Franco Coppola nuncio apostólico en México.
Otra noticia que circuló y que también puso de manifiesto esta falta de coordinación o más de lo mismo: “ansiedad”, fue la que protagonizó el padre Alejandro Solalinde quien en una declaración aseguró que el EZLN había aceptado dialogar con AMLO en una primera instancia, situación que de igual manera que con El Vaticano fue desmentida, ahora por un comunicado firmado por el líder zapatista, en la misiva califica al presbítero como una persona que busca el protagonismo y califica las declaraciones que se han hecho al respecto como: “afán protagónico”. Solalinde sin embargo, no ha declarado al respecto, y sólo también le hace falta saber que Esteban Moctezuma quien será designado como secretario de Educación federal en la siguiente administración fue designado por Ernesto Zedillo para la operación de Traición y desaparición del EZLN.
Al menos en estas dos acciones en 24 horas, no ha sido bien vistas, y mientras el “jefe anda de vacaciones” estos personajes que quieren sobresalir, bajo el esquema del control por la pacificación están provocando más desencuentros que conciliaciones.
Lo grave de este asunto es que esto pone a prueba el proyecto de comunicación que pretende imponer ahora desde la presidencia de la República el propio López Obrador, el gran reto del vocero es controlar a secretarios y funcionarios que en aras de quedar bien, presenten contrainformes o desmentidos que ponen en entredicho los planes de avance de una nación.
A ver cuál es el carácter del próximo presidente con estos dos actores políticos que deben tomar algo para tratar sus “ansiedades”.
