/ martes 26 de noviembre de 2019

Punto preciso de discordia del presupuesto para 2020

Las manifestaciones afuera de la cámara de diputados federales, su bloqueo por campesinos que impidió que sesionaran y hayan huido a una sede alterna, el descontento desatado es a consecuencia de la forma y el fondo de distribuir los recursos.

Restar recursos a los municipios y a los estados de la república que no pertenecen al partido del presidente Obrador, es el primer desacuerdo, manejar los dineros directamente, con el incremento de la partida secreta de presidente que mientras con Peña Nieto era aproximadamente de tres mil millones de pesos y ahora el de Obrador es de ¡noventa mil! es una muestra clara del manejo del dinero con un criterio que privilegie la imagen presidencial, es darle la facilidad al Presidente de decir que es el quien les da el dinero de los mexicanos, y no manejarlo en el anonimato de la entrega de recursos a través de programas institucionales ya establecidos, “mano generosa, mano poderosa” es el culto a la personalidad, para despertar en los beneficiarios una actitud de gratitud que se refleje en el apoyo y aceptación de cualquier medida que implemente el presidente.

Se ha dicho que los recursos son los mismos, quizá pero cambiarles de nombre a los programas inclusive a las instituciones para engañar a quien se deje, que ahora si se están haciendo las cosas de manera diferente es una gran mentira. El primer ejemplo es la “creación” “según” del “Instituto para devolver al pueblo lo robado” cuya función es la misma que realizaba en la que era antes la Procuraduría y luego fiscalía, Servicio Administración y Enajenación de Bienes SAE en Hacienda desde 2002 y la Dirección de Bienes Asegurados de Narcotráfico y Delincuencia Organizada y que cambió el nombre evidentemente para aparentar que se crea en el gobierno actual.

En el caso del campo, pasar los recursos a una institución financiera del gobierno – que aún no se ha creado – para que sea a través de ella, por la que se entreguen los recursos al campo, pero sin considerar que para el campo los tiempos para la siembra son fatales, pues hay un momento para sembrar aprovechando las lluvias y cuando el tiempo se pasa, simplemente no hay producción, lo que apunta irremediablemente a que para la próxima temporada la producción de maíz por ejemplo y de granos en general se va a desplomar, la baja obligará a importar maíz desde otros países. Pero además ahora el recurso será en calidad de préstamo, no como subsidio, lo que complica al productor campesino, pone en riesgo su propiedad y pierde competitividad frente a los productores de otros países que gozan de subsidios que se apoderan del mercado interno mexicano, provocando dependencia peligrosa, poniendo en apuros a los campesinos que optarían por emigrar del país con los peligros que ello implica, condición que reproduce precisamente el esquema del tan criticado neoliberalismo, agravado hoy con una política populista de culto a la persona del Presidente.

El otro tema sin duda aún más complicado, es la reducción (estrangulamiento) de organismos autónomos, particularmente el Instituto Nacional Electoral en vísperas de elecciones. Es claro que el presidente Obrador no está de acuerdo con los organismos autónomos, pues sin depender de él, pueden mantener una postura crítica a su régimen, lo que le resultaría molesto y por demás antipopular, por ello pretextando austeridad republicana, que por cierto no se refleja en los hechos, aplica recortes severos al INE, a pesar de que las instituciones electorales le han costado mucho dinero pero siempre menos, a lo que podría haber sido entrar en un conflicto armado interno, en una guerra civil, que gracias a esa institución se garantizó inclusive que candidatos como él, llegarán al gobierno de México, en una alternancia tersa. Pero además, como todas las ocurrencias del régimen actual, sin sustento, diagnóstico, evaluación y precisión de ruta.

sadot16@hotmail.com

@EduardoSadot

Las manifestaciones afuera de la cámara de diputados federales, su bloqueo por campesinos que impidió que sesionaran y hayan huido a una sede alterna, el descontento desatado es a consecuencia de la forma y el fondo de distribuir los recursos.

Restar recursos a los municipios y a los estados de la república que no pertenecen al partido del presidente Obrador, es el primer desacuerdo, manejar los dineros directamente, con el incremento de la partida secreta de presidente que mientras con Peña Nieto era aproximadamente de tres mil millones de pesos y ahora el de Obrador es de ¡noventa mil! es una muestra clara del manejo del dinero con un criterio que privilegie la imagen presidencial, es darle la facilidad al Presidente de decir que es el quien les da el dinero de los mexicanos, y no manejarlo en el anonimato de la entrega de recursos a través de programas institucionales ya establecidos, “mano generosa, mano poderosa” es el culto a la personalidad, para despertar en los beneficiarios una actitud de gratitud que se refleje en el apoyo y aceptación de cualquier medida que implemente el presidente.

Se ha dicho que los recursos son los mismos, quizá pero cambiarles de nombre a los programas inclusive a las instituciones para engañar a quien se deje, que ahora si se están haciendo las cosas de manera diferente es una gran mentira. El primer ejemplo es la “creación” “según” del “Instituto para devolver al pueblo lo robado” cuya función es la misma que realizaba en la que era antes la Procuraduría y luego fiscalía, Servicio Administración y Enajenación de Bienes SAE en Hacienda desde 2002 y la Dirección de Bienes Asegurados de Narcotráfico y Delincuencia Organizada y que cambió el nombre evidentemente para aparentar que se crea en el gobierno actual.

En el caso del campo, pasar los recursos a una institución financiera del gobierno – que aún no se ha creado – para que sea a través de ella, por la que se entreguen los recursos al campo, pero sin considerar que para el campo los tiempos para la siembra son fatales, pues hay un momento para sembrar aprovechando las lluvias y cuando el tiempo se pasa, simplemente no hay producción, lo que apunta irremediablemente a que para la próxima temporada la producción de maíz por ejemplo y de granos en general se va a desplomar, la baja obligará a importar maíz desde otros países. Pero además ahora el recurso será en calidad de préstamo, no como subsidio, lo que complica al productor campesino, pone en riesgo su propiedad y pierde competitividad frente a los productores de otros países que gozan de subsidios que se apoderan del mercado interno mexicano, provocando dependencia peligrosa, poniendo en apuros a los campesinos que optarían por emigrar del país con los peligros que ello implica, condición que reproduce precisamente el esquema del tan criticado neoliberalismo, agravado hoy con una política populista de culto a la persona del Presidente.

El otro tema sin duda aún más complicado, es la reducción (estrangulamiento) de organismos autónomos, particularmente el Instituto Nacional Electoral en vísperas de elecciones. Es claro que el presidente Obrador no está de acuerdo con los organismos autónomos, pues sin depender de él, pueden mantener una postura crítica a su régimen, lo que le resultaría molesto y por demás antipopular, por ello pretextando austeridad republicana, que por cierto no se refleja en los hechos, aplica recortes severos al INE, a pesar de que las instituciones electorales le han costado mucho dinero pero siempre menos, a lo que podría haber sido entrar en un conflicto armado interno, en una guerra civil, que gracias a esa institución se garantizó inclusive que candidatos como él, llegarán al gobierno de México, en una alternancia tersa. Pero además, como todas las ocurrencias del régimen actual, sin sustento, diagnóstico, evaluación y precisión de ruta.

sadot16@hotmail.com

@EduardoSadot