/ lunes 18 de noviembre de 2019

Prudencia, inteligencia o cobardía

El colmo de las cosas, la semana pasada, en la glosa del primer informe del Gobernador, el Secretario de Salud en funciones dijo que: “no era cierto que el insecticida contra el mosco del dengue estaba caduco”, que lo dijo por estrategia, dado que el proveedor le dio una constancia de que tal elemento era eficaz hasta el año 2020, lo hará de decir semejante sandez porque los jaliscienses somos muy prudentes, muy inteligentes o muy cobardes, que aceptamos hasta las mentiras y nos quedamos callados, que asco de sociedad.

Si esto es verdad, que cualquier imbécil inepto nos diga por todos los medios semejante estupidez y nos quedemos callados, empezando, al parecer por los geniales integrantes de la actual legislatura del Estado.

El wacala, fuchila, abrazos y no balazos, fifís, chairos, la última escena de la Cámara de Senadores y la constante de los homicidios y desapariciones violentas, que dizque se investigan y se buscan, porque así lo señalan y se abren plazas o nombramientos de funcionarios supuestamente para hacer las búsquedas y el esclarecimiento de los homicidios, que aunque es cierto que son salarios para gentes con mucha necesidad y pocas oportunidades, también es cierto que no se les dota de la cantidad suficiente de personal, de armas, de vehículos, de todo tipo de equipos que son indispensables, bueno, ni siquiera hojas en que escribir y tinta con que hacerlo, que las fosas hasta hoy encontradas tampoco son producto de las investigaciones, sino de accidentes o de algún ciudadano que encuentra esos lugares, donde la semana pasada, aunque no lo han dicho, al parecer encontraron en cada una de las dos fosas, doscientos cuerpos en cada una y que generosamente el coordinador de Seguridad va a dotar de cuarenta peritos al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, cuando ante tal estado de cosas, se requieren no menos de trescientos peritos más de los ya existentes y de reactivos y equipos suficientes, sin que se escatime jactanciosamente como lo dice el apócrifo Coordinador de la Seguridad, -que no sé amigo lector, si usted sepa de alguna seguridad en algún rincón del Estado, sobre todo de la zona metropolitana-, porque homicidios y delitos patrimoniales, así como desaparecidos, todos los días se incrementan, aunque digan que se reducen, cuando la verdad es que la gente prefiere no ir a perder el tiempo y hacer re victimizado por el maltrato que se le da en las diversas instituciones, ante todo esto insisto en preguntarme y le pregunto amigo lector y a mis compañeros abogados ante la inseguridad jurídica y la pírrica administración de justicia, que para colmo los Magistrados y Jueces, según lo anuncia el Poder Judicial, también dan asesoría a las partes, lo que además es un delito y nadie lo denuncia, sino que prudentemente, inteligentemente, cobardemente y en el confort de la espera que alguien nos venga el estado de cosas, ¿no sería bueno que ya retomáramos el camino de la dignidad, del honor, de la casta, de la vergüenza, de la responsabilidad y dejáramos de estar pagando nuestra indolencia con tantos muertos, desaparecidos y daño patrimonial en nuestros bienes o hasta cuando?

* Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Publica de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG.

locb15@hotmail.com

El colmo de las cosas, la semana pasada, en la glosa del primer informe del Gobernador, el Secretario de Salud en funciones dijo que: “no era cierto que el insecticida contra el mosco del dengue estaba caduco”, que lo dijo por estrategia, dado que el proveedor le dio una constancia de que tal elemento era eficaz hasta el año 2020, lo hará de decir semejante sandez porque los jaliscienses somos muy prudentes, muy inteligentes o muy cobardes, que aceptamos hasta las mentiras y nos quedamos callados, que asco de sociedad.

Si esto es verdad, que cualquier imbécil inepto nos diga por todos los medios semejante estupidez y nos quedemos callados, empezando, al parecer por los geniales integrantes de la actual legislatura del Estado.

El wacala, fuchila, abrazos y no balazos, fifís, chairos, la última escena de la Cámara de Senadores y la constante de los homicidios y desapariciones violentas, que dizque se investigan y se buscan, porque así lo señalan y se abren plazas o nombramientos de funcionarios supuestamente para hacer las búsquedas y el esclarecimiento de los homicidios, que aunque es cierto que son salarios para gentes con mucha necesidad y pocas oportunidades, también es cierto que no se les dota de la cantidad suficiente de personal, de armas, de vehículos, de todo tipo de equipos que son indispensables, bueno, ni siquiera hojas en que escribir y tinta con que hacerlo, que las fosas hasta hoy encontradas tampoco son producto de las investigaciones, sino de accidentes o de algún ciudadano que encuentra esos lugares, donde la semana pasada, aunque no lo han dicho, al parecer encontraron en cada una de las dos fosas, doscientos cuerpos en cada una y que generosamente el coordinador de Seguridad va a dotar de cuarenta peritos al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, cuando ante tal estado de cosas, se requieren no menos de trescientos peritos más de los ya existentes y de reactivos y equipos suficientes, sin que se escatime jactanciosamente como lo dice el apócrifo Coordinador de la Seguridad, -que no sé amigo lector, si usted sepa de alguna seguridad en algún rincón del Estado, sobre todo de la zona metropolitana-, porque homicidios y delitos patrimoniales, así como desaparecidos, todos los días se incrementan, aunque digan que se reducen, cuando la verdad es que la gente prefiere no ir a perder el tiempo y hacer re victimizado por el maltrato que se le da en las diversas instituciones, ante todo esto insisto en preguntarme y le pregunto amigo lector y a mis compañeros abogados ante la inseguridad jurídica y la pírrica administración de justicia, que para colmo los Magistrados y Jueces, según lo anuncia el Poder Judicial, también dan asesoría a las partes, lo que además es un delito y nadie lo denuncia, sino que prudentemente, inteligentemente, cobardemente y en el confort de la espera que alguien nos venga el estado de cosas, ¿no sería bueno que ya retomáramos el camino de la dignidad, del honor, de la casta, de la vergüenza, de la responsabilidad y dejáramos de estar pagando nuestra indolencia con tantos muertos, desaparecidos y daño patrimonial en nuestros bienes o hasta cuando?

* Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Publica de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG.

locb15@hotmail.com