/ sábado 4 de enero de 2020

Proyección económica para el 2020

Uno de los aspectos más criticables del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, es el nulo crecimiento que hasta la fecha ha tenido la economía mexicana, misma que observará de nuevo una condición de estancamiento en 2020; analistas estiman un rango de variación de entre el -0.2 a +0.8 por ciento en el PIB para 2020,

Por otro lado, el Banco de México (Banxico) recortó de 1.20% a 1.07% el pronóstico de expansión para 2020, y se espera un estancamiento para el año que termina, según la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado. Para el Fondo Monetario Internacional (FMI), nuestro Producto Interno Bruto podría quedar apenas en 1.3% para 2020. A esta situación, se le añaden otras circunstancias preocupantes. En el ranking de competitividad del Foro Económico Mundial la posición de nuestro país se movió del sitio 46 al 48 (entre 140 naciones), mientras que en otro indicador relevante que mide el ambiente de negocios en 190 países, el Reporte Doing Business del Banco Mundial, se cayó del lugar 54 al 60.

Algunas estimaciones para este año hablan sobre una inflación de 2.95% para el cierre del año y de 3.50% para 2020, mientras que el tipo de cambio peso-dólar rondaría los $20.

No se ve probable que el clima de desconfianza que ha prevalecido desde finales de 2018 se pueda revertir, ante las circunstancias que prevalecen en el entorno y las señales que manda el Estado en su conjunto. La inseguridad creciente es uno de los principales obstáculos para la buena marcha de los negocios en México, según diversas encuestas e indicadores, en donde el problema se ve que crece y se propaga a diversas regiones, en lugar de disiparse. El desempleo aumentará gradualmente en 2020, se proyecta que la tasa de desempleo cierre cerca de 4%.

El hecho de que nuestra economía mexicana no se mueva de manera significativa a nivel macroeconómico, pero que los precios de productos aumenten y a la gente no le alcance para cubrir sus necesidades básicas (ni aún con el aumento al salario mínimo) o que pierda su empleo porque la empresa dónde laboraba, tiene que cerrar, es el inicio del ciclo de la violencia estructural.

Para que la economía mexicana crezca,se requiere que las estrategias del actual gobierno se lleven a cabo pensando en el bien común y no solo en caprichos del partido en el poder, principalmente con la apuesta que se tiene en la inversión en los grandes proyectos de infraestructura y por otro lado en el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Esto solo va a ser posible, si retomamos lo que platicamos la última semana del año: se tiene que dialogar y escuchar.

Uno de los aspectos más criticables del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, es el nulo crecimiento que hasta la fecha ha tenido la economía mexicana, misma que observará de nuevo una condición de estancamiento en 2020; analistas estiman un rango de variación de entre el -0.2 a +0.8 por ciento en el PIB para 2020,

Por otro lado, el Banco de México (Banxico) recortó de 1.20% a 1.07% el pronóstico de expansión para 2020, y se espera un estancamiento para el año que termina, según la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado. Para el Fondo Monetario Internacional (FMI), nuestro Producto Interno Bruto podría quedar apenas en 1.3% para 2020. A esta situación, se le añaden otras circunstancias preocupantes. En el ranking de competitividad del Foro Económico Mundial la posición de nuestro país se movió del sitio 46 al 48 (entre 140 naciones), mientras que en otro indicador relevante que mide el ambiente de negocios en 190 países, el Reporte Doing Business del Banco Mundial, se cayó del lugar 54 al 60.

Algunas estimaciones para este año hablan sobre una inflación de 2.95% para el cierre del año y de 3.50% para 2020, mientras que el tipo de cambio peso-dólar rondaría los $20.

No se ve probable que el clima de desconfianza que ha prevalecido desde finales de 2018 se pueda revertir, ante las circunstancias que prevalecen en el entorno y las señales que manda el Estado en su conjunto. La inseguridad creciente es uno de los principales obstáculos para la buena marcha de los negocios en México, según diversas encuestas e indicadores, en donde el problema se ve que crece y se propaga a diversas regiones, en lugar de disiparse. El desempleo aumentará gradualmente en 2020, se proyecta que la tasa de desempleo cierre cerca de 4%.

El hecho de que nuestra economía mexicana no se mueva de manera significativa a nivel macroeconómico, pero que los precios de productos aumenten y a la gente no le alcance para cubrir sus necesidades básicas (ni aún con el aumento al salario mínimo) o que pierda su empleo porque la empresa dónde laboraba, tiene que cerrar, es el inicio del ciclo de la violencia estructural.

Para que la economía mexicana crezca,se requiere que las estrategias del actual gobierno se lleven a cabo pensando en el bien común y no solo en caprichos del partido en el poder, principalmente con la apuesta que se tiene en la inversión en los grandes proyectos de infraestructura y por otro lado en el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Esto solo va a ser posible, si retomamos lo que platicamos la última semana del año: se tiene que dialogar y escuchar.