/ viernes 13 de enero de 2017

 Privatizar a Sistecozome para conservar los empleos

-Conmueve la angustia de quienes quedarían desempleados si desapareciera la empresa estatal

-Camioneros particulares podrían comprar el paquete, con unidades y rutas aclientadas

José Aguilera Arévalo

-Segunda Parte-

En el problema relacionado con la desaparición del Sistecozome existe una opción que consiste en vender los activos de la citada empresa al sector privado, con la idea principal de que los trabajadores amenazados con el despido, puedan seguir contando con una fuente de empleo y, obviamente, de ingreso.

Para empezar, debemos ver como un avance en el mejoramiento del aparato público, la determinación del Gobernador del Estado, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, de liquidar la mencionada empresa estatal por haberse demostrado en la práctica que lejos de producir algún ingreso que pudiera agregarse al presupuesto provoca solamente pérdidas por la forma ineficiente en que se le ha venido manejando.

En lo que trata a este tema, resulta de verdad penoso que en el curso de los años, se ha escrito una historia lamentable en lo que se refiere al fracaso de la administración pública, en lo que trata al manejo de empresas oficiales.

Unas veces el pretexto para justificar los malos resultados ha sido que el producto que se elabora o el servicio que se presta tiene que ser subsidiado. Pero la verdad es que la mayoría de las veces la debacle económica se presente por excesivos y altos sueldos de los directivos, la falta de transparencia en las compras y la ausencia de eficiencia en la toma de decisiones y dirección de las propias empresas.

Y esto se entiende fácilmente porque los malos políticos no son aquellos que disfrutan administrando honesta y eficientemente los negocios del Estado, sino los que se meten al Gobierno con el único propósito (disculpen la crudeza) de conseguir provechos personales.

Pero bueno, esto de juzgar a fondo las rémoras del aparato oficial es otro boleto y ahora nos habremos de referir solamente a la atinada decisión del mandatario Sandoval Díaz para sanear la economía del Gobierno de Jalisco, liquidando al Sistecozome y tapando así el agujero que durante mucho tiempo ha representado cuantiosas pérdidas para el estado. Como ya lo sabemos, se trata de un mal negocio heredado al presente régimen y que sólo ha rendido malas cuentas.

La medida es, pues, plausible y ahora lo que debe buscarse es que con ella no se cause daño a trabajadores que no tienen culpa de todo lo malo que se ha hecho en el citado sistema de transporte y que ahora están ante la amenaza de quedarse sin trabajo.

Y como decíamos al principio, la privatización de la empresa, bien estudiada y mejor ejecutada, podría ser una solución.

A ver qué dicen los expertos y los asesores. Desde luego, los bien intencionados, que no quieran luego sacar raja de este movimiento.

-Conmueve la angustia de quienes quedarían desempleados si desapareciera la empresa estatal

-Camioneros particulares podrían comprar el paquete, con unidades y rutas aclientadas

José Aguilera Arévalo

-Segunda Parte-

En el problema relacionado con la desaparición del Sistecozome existe una opción que consiste en vender los activos de la citada empresa al sector privado, con la idea principal de que los trabajadores amenazados con el despido, puedan seguir contando con una fuente de empleo y, obviamente, de ingreso.

Para empezar, debemos ver como un avance en el mejoramiento del aparato público, la determinación del Gobernador del Estado, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, de liquidar la mencionada empresa estatal por haberse demostrado en la práctica que lejos de producir algún ingreso que pudiera agregarse al presupuesto provoca solamente pérdidas por la forma ineficiente en que se le ha venido manejando.

En lo que trata a este tema, resulta de verdad penoso que en el curso de los años, se ha escrito una historia lamentable en lo que se refiere al fracaso de la administración pública, en lo que trata al manejo de empresas oficiales.

Unas veces el pretexto para justificar los malos resultados ha sido que el producto que se elabora o el servicio que se presta tiene que ser subsidiado. Pero la verdad es que la mayoría de las veces la debacle económica se presente por excesivos y altos sueldos de los directivos, la falta de transparencia en las compras y la ausencia de eficiencia en la toma de decisiones y dirección de las propias empresas.

Y esto se entiende fácilmente porque los malos políticos no son aquellos que disfrutan administrando honesta y eficientemente los negocios del Estado, sino los que se meten al Gobierno con el único propósito (disculpen la crudeza) de conseguir provechos personales.

Pero bueno, esto de juzgar a fondo las rémoras del aparato oficial es otro boleto y ahora nos habremos de referir solamente a la atinada decisión del mandatario Sandoval Díaz para sanear la economía del Gobierno de Jalisco, liquidando al Sistecozome y tapando así el agujero que durante mucho tiempo ha representado cuantiosas pérdidas para el estado. Como ya lo sabemos, se trata de un mal negocio heredado al presente régimen y que sólo ha rendido malas cuentas.

La medida es, pues, plausible y ahora lo que debe buscarse es que con ella no se cause daño a trabajadores que no tienen culpa de todo lo malo que se ha hecho en el citado sistema de transporte y que ahora están ante la amenaza de quedarse sin trabajo.

Y como decíamos al principio, la privatización de la empresa, bien estudiada y mejor ejecutada, podría ser una solución.

A ver qué dicen los expertos y los asesores. Desde luego, los bien intencionados, que no quieran luego sacar raja de este movimiento.