/ lunes 23 de octubre de 2023

Presidente sofista


El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, define el sofisma, como un argumento falso o capcioso que trata de inducir al adversario al error.

Es un silogismo viciado que tiene por fin confundir al interlocutor partiendo de una premisa verdadera entrelazada con una falsa y aunque en apariencia es lógico, en realidad es falso.

El presidente de México es un experto en sofismas; lo que pudiera considerarse como una virtud retórica, lo envilece porque el propósito que persigue es el engaño y la burla; algo que no va con un buen Jefe de Estado.

Engañar es ocultar la verdad, para obtener un provecho personal y en ello estriba lo perverso de los argumentos del señor de Palacio.

En sus mas recientes mañaneras se ha ocupado de lanzar toda clase de diatribas y denuestos al poder judicial de la federación, argumentando falsamente que los fideicomisos del poder judicial son superfluos, engendran prebendas y mejor que esos fondos se repartan a los pobres, a los niños que no tienen escuela.

Además de todo, es experto en generalizar. Ha descalificado a todo el poder judicial y también a los abogados y licenciados en derecho a quienes acusa de defender solo a los potentados; otro sofisma que además muestra la supina ignorancia de lo que es la abogacía, porque habemos muchos juristas que damos servicio social gratuito a los mas necesitados, sin tanta alharaca y no tenemos potentados como clientes; el presidente miente y ofende.

El primer mandatario desafortunadamente piensa que no recordamos otros de sus engaños como la farsa que hizo dizque con la vacilada del enjuiciamiento a los expresidentes, la rifa y posterior venta del avión presidencial o el soberano engaño de cancelar el nuevo aeropuerto de la ciudad de México con el pretexto de que era un nido de corrupción y además era un proyecto carísimo, siendo que su aeropuerto Felipe Angeles salió todavía más costoso y es hasta ahora completamente ineficiente y sus cuentas son más que opacas y entregado no a la iniciativa privada sino al ejército.

Los fideicomisos constituidos en el poder judicial, no tienen como destino el beneficio de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia como falsamente asegura el presidente, sino proteger la vivienda, la salud y los derechos básicos del personal de base del poder judicial, integrado por más de 55 mil trabajadores entre los que precisamente no se incluyen a los Ministros de la Corte a los que tanto critica.

Además se olvida el señor López Obrador que entre los Ministros que tanto critica están sus incondicionales como Yazmín Esquivel y Arturo Zaldívar . Un mundo bizarro en el que vive el señor de Macuspana. Tira el gatillo de la escopeta y lanza perdigones caiga quien caiga, sean propios o extraños.

Y cuando los trabajadores del poder judicial protestan legítimamente por la injusticia, les da la palmadita en la espalda con el reconocimiento de su derecho a protestar, pero en cuanto le dan la espalda les planta una patada y los califica de sarta de holgazanes, manipulados, corruptos, ignorantes y otras sandeces. Quiere ver la paja en el ojo ajeno cuando tiene la viga en el suyo.

Cada día nos acercamos más a una dictadura igual que las que padecen en Nicaragua, Cuba, Venezuela y Bolivia. Los ciudadanos no podemos quedarnos pasmados en espera de un milagro de la Virgen de Guadalupe. En nosotros está mantener a nuestro país libre de una izquierda mal entendida, peor aplicada y que cotidianamente pone en escena la obra de El Tartufo, sacando provecho a costa de los bobos y de quienes no tienen dignidad y quieren vivir sin trabajar, mantenidos por el gobierno.

En los ciudadanos que queremos un México libre, está el poder de decir hasta aquí y ese poder se manifiesta en el voto. No lo olvide usted en junio de 2024.


El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, define el sofisma, como un argumento falso o capcioso que trata de inducir al adversario al error.

Es un silogismo viciado que tiene por fin confundir al interlocutor partiendo de una premisa verdadera entrelazada con una falsa y aunque en apariencia es lógico, en realidad es falso.

El presidente de México es un experto en sofismas; lo que pudiera considerarse como una virtud retórica, lo envilece porque el propósito que persigue es el engaño y la burla; algo que no va con un buen Jefe de Estado.

Engañar es ocultar la verdad, para obtener un provecho personal y en ello estriba lo perverso de los argumentos del señor de Palacio.

En sus mas recientes mañaneras se ha ocupado de lanzar toda clase de diatribas y denuestos al poder judicial de la federación, argumentando falsamente que los fideicomisos del poder judicial son superfluos, engendran prebendas y mejor que esos fondos se repartan a los pobres, a los niños que no tienen escuela.

Además de todo, es experto en generalizar. Ha descalificado a todo el poder judicial y también a los abogados y licenciados en derecho a quienes acusa de defender solo a los potentados; otro sofisma que además muestra la supina ignorancia de lo que es la abogacía, porque habemos muchos juristas que damos servicio social gratuito a los mas necesitados, sin tanta alharaca y no tenemos potentados como clientes; el presidente miente y ofende.

El primer mandatario desafortunadamente piensa que no recordamos otros de sus engaños como la farsa que hizo dizque con la vacilada del enjuiciamiento a los expresidentes, la rifa y posterior venta del avión presidencial o el soberano engaño de cancelar el nuevo aeropuerto de la ciudad de México con el pretexto de que era un nido de corrupción y además era un proyecto carísimo, siendo que su aeropuerto Felipe Angeles salió todavía más costoso y es hasta ahora completamente ineficiente y sus cuentas son más que opacas y entregado no a la iniciativa privada sino al ejército.

Los fideicomisos constituidos en el poder judicial, no tienen como destino el beneficio de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia como falsamente asegura el presidente, sino proteger la vivienda, la salud y los derechos básicos del personal de base del poder judicial, integrado por más de 55 mil trabajadores entre los que precisamente no se incluyen a los Ministros de la Corte a los que tanto critica.

Además se olvida el señor López Obrador que entre los Ministros que tanto critica están sus incondicionales como Yazmín Esquivel y Arturo Zaldívar . Un mundo bizarro en el que vive el señor de Macuspana. Tira el gatillo de la escopeta y lanza perdigones caiga quien caiga, sean propios o extraños.

Y cuando los trabajadores del poder judicial protestan legítimamente por la injusticia, les da la palmadita en la espalda con el reconocimiento de su derecho a protestar, pero en cuanto le dan la espalda les planta una patada y los califica de sarta de holgazanes, manipulados, corruptos, ignorantes y otras sandeces. Quiere ver la paja en el ojo ajeno cuando tiene la viga en el suyo.

Cada día nos acercamos más a una dictadura igual que las que padecen en Nicaragua, Cuba, Venezuela y Bolivia. Los ciudadanos no podemos quedarnos pasmados en espera de un milagro de la Virgen de Guadalupe. En nosotros está mantener a nuestro país libre de una izquierda mal entendida, peor aplicada y que cotidianamente pone en escena la obra de El Tartufo, sacando provecho a costa de los bobos y de quienes no tienen dignidad y quieren vivir sin trabajar, mantenidos por el gobierno.

En los ciudadanos que queremos un México libre, está el poder de decir hasta aquí y ese poder se manifiesta en el voto. No lo olvide usted en junio de 2024.