Es una buena noticia –buena pero no excelente– el hecho de garantizar el 76% del liquido semi utilizable del Río Verde y para el estado de Guanajuato el 24%, producto del último acuerdo del gobernador Enrique Alfaro Ramírez más conveniente para nosotros después del firmado alguna vez para recibir sólo el 32%.
Sin embargo, subyacen factores necesarios de analizar y retomar en la generación de las decisiones de mayor sustentabilidad para Jalisco y el occidente del país. Siempre debemos tener en cuenta la extensión interestatal del Río Verde a su paso por Aguascalientes, Guanajuato, San Luis Potosí y Zacatecas y así como de su cuidado y conservación sólo se puede garantizar con el acuerdo supraestatal e involucrando a todas las regiones agricolas que, con permiso o no, suelen aprovechar la incapacidad federal para vigilar el cumplimiento de los acuerdo tomados, incluso con la máxima autoridad en correspondencia, a la ley federal de aguas nacionales, en tanto no se cambie la constitución y el oro liquido, sea facultad administrarlo del Presidente de la República .
Sobre todo metiendo al orden a los agroproductores de pocos escrupulos cuyos ejemplos podrian dar paso a lo que no debe suceder en la verdadera sustentabilidad y la desigualdad generada, entre una población favorecida por un gobierno, y la degradación de otra en contraste.
Ese hecho nos remite a la causa mas profunda de la degradación de Chapala, el lago mas grande de México, que aún subyace y de manera soterrada ha recibido la omisión federal al convertir el agua, que deberia llegar a nuestro Lago de Chapala, en la fuente de la riqueza agropecuaria del margen de esa cuenca, a su paso por el estado de Guanajuato. Verdad documentada durante la asunción del presidente Fox, de origen Guanajuatense, aliado político del rico agroproductor Javier Usabiaga Arroyo, conocido de antaño como el “Rey del ajo” y flamante secretario de Agricultura en el gobierno panista de Vicente Fox, que se dio el lujo de seder a las aspiraciones politicas de su esposa Martha y llegar a presionar, ella ,hasta lograr el despido del primer secretario de Medio Ambiente con una solida formación en las ciencias ambientales y la conservación, como Victor Lichtinger, quien fuera anfitrión de un nutrido grupo de representantes de la Universidad de Guadalajara encabezados por este servidor y los jovenes, entonces lideres de la Federación de Estudiantes Universitarios acompañados de la máxima autoridad empresarial en restauración del Lago de Chapala: don Manuel Villagómez, quien generosamente patrocinara al inicio de ese sexenio, la principal movilización civil que ha culminado con el bloqueo de acceso principal a la entonces residencia presidencial de Los Pinos para que, en ese nuevo gobierno, a principios de este siglo, conociera la realidad material del saqueo, la sobreexplotación y la contaminación insultante de esa, sepamos o no, fuente de la mayor riqueza productiva y económica de nuestro país por ser la cuenca hídrica mas grande de México.
Un acuerdo de mayor efecto deberia incluir todas las presas y represas que siguen amenazando a la cuenca Lerma-Santiago-Chapala-Pacifico con nacimiento en el territorio de la ciudad de México con el parovechamiento de dos metros cubicos mientras que Queretaro se regula desde entonces la creación de sus nuevos fraccionamientos para revertir el agua utilizada a esa cuenca. Lo cual no se logró suficientemente con los dueños de tenerias y chiqueros en Michoacan y mucho menos con los principales enemigos ecológicos de Chapala, practicamnete dueños de la presa acaparadora “de Solis” cuyo recibimiento, entonces al secretario Lichtinger, fue una muestra calculada de su verdadera fuerza política, con seguridad privada y armas de alto poder vigilantes no sólo de nuestra presencia sino del propio secretario Lichtinger y el intento intimidante para quienes, en ese momento representabamos a la sociedad civil.
Academico del CUAAD, UdeG
carlosm_orozco@hotmail.com
