/ martes 13 de agosto de 2019

Por una cultura para la paz en el estado de Jalisco

En los procesos actuales de educación se trabaja para innovar la cultura de la paz a los niños se les enseña a convivir despertando así el valor de la amistad, de la solidaridad y del intercambio de ideas entre preguntas y respuestas desde la asignatura hasta la vacilada, sin llegar a la violencia fomentando el respeto y la responsabilidad entre sus iguales comprendiendo el valor de la autoridad y ante todo el desarrollo del pensamiento en la acción, en el proceso de la creatividad de las ideas.

La cultura de la paz es el semillero de la tranquilidad entre las familias y la comunidad barrial, el saludo es con cordialidad hablando con los vecinos y los compañeros del salón.

Desde el año 2013 se presento la iniciativa en el Congreso del Estado de Jalisco para fomentar el Consejo Estatal para la Cultura de la Paz, sin embargo este proceso legislativo hasta el momento no ha dado los resultados para eliminar la violencia en nuestro Estado, asimismo la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Jalisco ha abierto los diálogos por la paz entre las organizaciones civiles y autoridades vinculadas en este tema.

Es un imperativo detener la violencia, no obstante los diplomados para este programa de la cultura de la paz, la violencia sigue en aumento como la que a diario se presenta en la Zona Metropolitana de Guadalajara, así como en algunos otros municipios del Estado de Jalisco, como el que acaba de suceder el día de ayer en el que la Policía del Estado en una Colonia de Ciudad Granja en Zapopan, murieron seis personas y otras más fueron encontradas lesionadas, fenómeno criminal que como seres humanos nos afecta cuando la exigencia de los ciudadanos es la seguridad pública; al parecer en esta comunidad territorial las notas policiacas son muy semejantes a las partes de guerra entre muertos y desaparecidos, la exigencia mayor de los ciudadanos esta en establecer la cultura de la paz, tan anhelada por los jaliscienses, tan discutida en los pueblos y diseñada en diplomados, desde el Instituto de Justicia Alternativa hasta las Comisiones de los Derechos Humanos donde es de vital importancia, que el Estado a través de la concientización elimine la violencia entre los seres humanos, pero si esta es difícil de eliminar, si debemos de disminuirla en un máximo para llegar a una convivencia donde seamos capaces de saludar pero sobre todo de ayudar.

Asimismo la Universidad de Guadalajara no es ajena a esta violencia cuando desaparece uno de sus alumnos en la comunidad de la Ciénaga, de la misma manera el esposo de una profesora universitaria es asesinado.

La cultura de la paz y la tranquilidad ciudadana, son unas de las exigencias mayores de la comunidad jalisciense.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara, Miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.


antonio_dejesus@hotmail.com

twiter@mendozaAntoio

En los procesos actuales de educación se trabaja para innovar la cultura de la paz a los niños se les enseña a convivir despertando así el valor de la amistad, de la solidaridad y del intercambio de ideas entre preguntas y respuestas desde la asignatura hasta la vacilada, sin llegar a la violencia fomentando el respeto y la responsabilidad entre sus iguales comprendiendo el valor de la autoridad y ante todo el desarrollo del pensamiento en la acción, en el proceso de la creatividad de las ideas.

La cultura de la paz es el semillero de la tranquilidad entre las familias y la comunidad barrial, el saludo es con cordialidad hablando con los vecinos y los compañeros del salón.

Desde el año 2013 se presento la iniciativa en el Congreso del Estado de Jalisco para fomentar el Consejo Estatal para la Cultura de la Paz, sin embargo este proceso legislativo hasta el momento no ha dado los resultados para eliminar la violencia en nuestro Estado, asimismo la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Jalisco ha abierto los diálogos por la paz entre las organizaciones civiles y autoridades vinculadas en este tema.

Es un imperativo detener la violencia, no obstante los diplomados para este programa de la cultura de la paz, la violencia sigue en aumento como la que a diario se presenta en la Zona Metropolitana de Guadalajara, así como en algunos otros municipios del Estado de Jalisco, como el que acaba de suceder el día de ayer en el que la Policía del Estado en una Colonia de Ciudad Granja en Zapopan, murieron seis personas y otras más fueron encontradas lesionadas, fenómeno criminal que como seres humanos nos afecta cuando la exigencia de los ciudadanos es la seguridad pública; al parecer en esta comunidad territorial las notas policiacas son muy semejantes a las partes de guerra entre muertos y desaparecidos, la exigencia mayor de los ciudadanos esta en establecer la cultura de la paz, tan anhelada por los jaliscienses, tan discutida en los pueblos y diseñada en diplomados, desde el Instituto de Justicia Alternativa hasta las Comisiones de los Derechos Humanos donde es de vital importancia, que el Estado a través de la concientización elimine la violencia entre los seres humanos, pero si esta es difícil de eliminar, si debemos de disminuirla en un máximo para llegar a una convivencia donde seamos capaces de saludar pero sobre todo de ayudar.

Asimismo la Universidad de Guadalajara no es ajena a esta violencia cuando desaparece uno de sus alumnos en la comunidad de la Ciénaga, de la misma manera el esposo de una profesora universitaria es asesinado.

La cultura de la paz y la tranquilidad ciudadana, son unas de las exigencias mayores de la comunidad jalisciense.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara, Miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.


antonio_dejesus@hotmail.com

twiter@mendozaAntoio