/ viernes 12 de junio de 2020

Por quién votar

No hay oposición, no hay cuadros que puedan ser o marcar la diferencia en el 2021 y recuperar este tiempo en el que los cambios han provocado cerca de 10 millones de nuevos pobres en el Pais; no hay quien en este momento tenga propuestas que confronten los planes o proyectos que han generado que el país esté dividido al grado que dejamos de ser México para decidir por estar a favor o en contra de una persona, ni siquiera del presidente; estás conmigo o en contra mia.

Las elecciones del próximo año definen algo muy importante, la representación en el congreso federal para lograr un equilibrio necesario y reconstruir lo que se ha perdido, el problema es quién o quiénes podrían ser esos personajes que ejerzan la política en beneficio de usted, de mi, de los que vienen para lograr que este Pais avance con un rumbo fijo, determinado y no con las ambigüedades de personajes que dicen una cosa, pero que hacen otra o de plano no hacen nada.

La preocupación no sólo es la falta de nombres para la boleta, es la forma en que operamos en la “Democracia Digital” es decir, posturas que en redes son expresadas, replicadas y hasta virales, pero que al momento de ejercer el voto y más en las llamadas intermedias donde históricamente la participación es muy pobre y de ahí se deriva el estancamiento o la peligrosidad que representa el seguir una agenda sin cuestionamientos y con consecuencias que hoy tenemos de cara a un futuro incierto en materia de economía y seguridad, por ejemplo.

Hoy tenemos pruebas de lo que sucede por ejemplo en medio de la pandemia, las ausencias de los equilibrios y las ideas de quienes a la vez no tienen idea de las repercusiones que tiene el presentar siquiera una iniciativa que pone en riesgo el peso de México en el entorno internacional. Intentar que el INEGI se convierta en una especie de Policia Fiscal, el desaparecer más fideicomisos, como el de cine y las artes, la liberación de Mario Villanueva, el intento de fusionar entes regulatorias como el IFETEL, el aumento desmedido en tarifas de servicios energéticos, la autorización de un crédito millonario en Dólares a través del banco mundial, las asignaciones directas ( las del tren maya o la de los respiradores del hijo de Bartlett por citar unos ejemplos ) y por supuesto lo que tiene a merced la agenda presidencial: la mayoría en la comisión permanente.

Las próximas campañas deben estar llenas de los “como lograr” , “cómo hacer”, escritos, expresados en el presente, porque no hay tiempo que perder, la democracia no se signa con el estómago, sino con un voto inteligente y útil, no se vota por el partido ni por la persona, se vota en el pensamiento que ese sufragio persigue a quien lo obtiene y se amalgama en un binomio donde el ciudadano se involucra para lograr objetivos en común, pero para el groso de la población eso no ha servido, porque empezando por preguntar: ¿ quién es tu diputado federal? Sabremos el tamaño de corresponsabilidad que tenemos para diferenciar de la presencia o ausencia que tenemos en los temas que se deben incidir y de los cuales se está ausente.

Las caravanas, marchas y firmas sirven para mostrar músculo, para descargar corajes y expresar desacuerdos, pero es innegable que existen ausencias de líderes que realmente puedan ser eso que requiere México para ser una nación de avanzada, sabemos que para poder llegar a una boleta es necesario un partido, y de ahí se basa nuestro sistema político nacional, el candidato independiente es una figura aspiracional que hoy no serviría de mucho, porque el trabajo en solitario sería lento y a largo plazo.

No está fácil, aunque desde hoy es un buen momento para ver quién está en una posición y quiere ser nuevamente candidato, y revisar perfiles de quienes pueden marcar una diferencia… ¿por quién votar? Es una pregunta de hoy, no del día de la elección.

No hay oposición, no hay cuadros que puedan ser o marcar la diferencia en el 2021 y recuperar este tiempo en el que los cambios han provocado cerca de 10 millones de nuevos pobres en el Pais; no hay quien en este momento tenga propuestas que confronten los planes o proyectos que han generado que el país esté dividido al grado que dejamos de ser México para decidir por estar a favor o en contra de una persona, ni siquiera del presidente; estás conmigo o en contra mia.

Las elecciones del próximo año definen algo muy importante, la representación en el congreso federal para lograr un equilibrio necesario y reconstruir lo que se ha perdido, el problema es quién o quiénes podrían ser esos personajes que ejerzan la política en beneficio de usted, de mi, de los que vienen para lograr que este Pais avance con un rumbo fijo, determinado y no con las ambigüedades de personajes que dicen una cosa, pero que hacen otra o de plano no hacen nada.

La preocupación no sólo es la falta de nombres para la boleta, es la forma en que operamos en la “Democracia Digital” es decir, posturas que en redes son expresadas, replicadas y hasta virales, pero que al momento de ejercer el voto y más en las llamadas intermedias donde históricamente la participación es muy pobre y de ahí se deriva el estancamiento o la peligrosidad que representa el seguir una agenda sin cuestionamientos y con consecuencias que hoy tenemos de cara a un futuro incierto en materia de economía y seguridad, por ejemplo.

Hoy tenemos pruebas de lo que sucede por ejemplo en medio de la pandemia, las ausencias de los equilibrios y las ideas de quienes a la vez no tienen idea de las repercusiones que tiene el presentar siquiera una iniciativa que pone en riesgo el peso de México en el entorno internacional. Intentar que el INEGI se convierta en una especie de Policia Fiscal, el desaparecer más fideicomisos, como el de cine y las artes, la liberación de Mario Villanueva, el intento de fusionar entes regulatorias como el IFETEL, el aumento desmedido en tarifas de servicios energéticos, la autorización de un crédito millonario en Dólares a través del banco mundial, las asignaciones directas ( las del tren maya o la de los respiradores del hijo de Bartlett por citar unos ejemplos ) y por supuesto lo que tiene a merced la agenda presidencial: la mayoría en la comisión permanente.

Las próximas campañas deben estar llenas de los “como lograr” , “cómo hacer”, escritos, expresados en el presente, porque no hay tiempo que perder, la democracia no se signa con el estómago, sino con un voto inteligente y útil, no se vota por el partido ni por la persona, se vota en el pensamiento que ese sufragio persigue a quien lo obtiene y se amalgama en un binomio donde el ciudadano se involucra para lograr objetivos en común, pero para el groso de la población eso no ha servido, porque empezando por preguntar: ¿ quién es tu diputado federal? Sabremos el tamaño de corresponsabilidad que tenemos para diferenciar de la presencia o ausencia que tenemos en los temas que se deben incidir y de los cuales se está ausente.

Las caravanas, marchas y firmas sirven para mostrar músculo, para descargar corajes y expresar desacuerdos, pero es innegable que existen ausencias de líderes que realmente puedan ser eso que requiere México para ser una nación de avanzada, sabemos que para poder llegar a una boleta es necesario un partido, y de ahí se basa nuestro sistema político nacional, el candidato independiente es una figura aspiracional que hoy no serviría de mucho, porque el trabajo en solitario sería lento y a largo plazo.

No está fácil, aunque desde hoy es un buen momento para ver quién está en una posición y quiere ser nuevamente candidato, y revisar perfiles de quienes pueden marcar una diferencia… ¿por quién votar? Es una pregunta de hoy, no del día de la elección.