/ domingo 17 de octubre de 2021

Por el deber de ser

La semana pasada, el día catorce del mes en curso, la organización denominada Alianza Mexicana de Abogados, organización a la cual pertenezco y que, como todas las organizaciones existentes en el país, son organizaciones desatendidas por las autoridades, qué digo desatendidas, son subestimadas e ignoradas.

En lo que respecta al Estado de Jalisco, es intrascendente el reconocimiento de estas organizaciones; sin embargo, la Alianza Mexicana de Abogados, ha tomado acciones que develan el interés que se tiene por la patria en todo su contexto, desde una perspectiva de estado, de sociedad, de territorio constituido en una república.

El presidente de la organización y diversos representantes de aquellos estados de la república integrados a Alianza Mexicana de Abogados, acudieron a un evento realizado en el Palacio Nacional y digo acudieron, porque si bien es cierto me tocaba representar a mi Estado, no pude asistir por una razón eminentemente legal, dado que ante la vinculación a proceso de la que fui objeto, derivado del proceso al que me encuentro sometido, me fue impuesta una medida cautelar, la cual me restringe mi derecho de salir del Estado de Jalisco. No encuentro otra razón para que se me haya decretado tal medida que, la alta peligrosidad que represento a la sociedad, dado que yo no privo de la vida a otros y hago lo propio para mantenerme dentro de los cánones que marca la ley, quizá si perteneciera a la delincuencia organizada en alguna de sus tantas modalidades, mi historia procesal sería otra.

Hablar de delincuencia organizada es hablar de impunidad, pues no hay una sola institución que tenga la condición para combatir a los verdaderos criminales, pues bien sabemos que las instituciones encargadas de velar por la seguridad pública, sobreviven en la miseria institucional y no son capaces de brindar al ciudadano un servicio eficiente, práctico, exprés y de calidad.

Las condiciones en las que se desempeñan la mayoría de los servidores públicos adscritos a las instituciones de seguridad, se encuentran en la total miseria, aunado a que sus salarios y prestaciones laborales, distan de ser recursos económicos que, por lo menos les permitan, situarse en la medianía del salario, el que desde luego debe ser, acorde al riesgo que conlleva su función.

Amable lector, lo que quiero destacar del evento realizado por la Alianza Mexicana de Abogados en días pasados, acaecido en el Palacio Nacional, es que, en aquella visita se le exigió al presidente de la república, el total y absoluto respeto a las instituciones que representan, tanto el Poder Judicial como el Poder Legislativo, pues el titular del ejecutivo federal con la complicidad de los representantes de ambos poderes, violentan la Constitución, sometiéndola a caprichos absurdos e ilegales. Dicho documento de petición, también se hizo llegar al Poder Judicial y al Poder Legislativo en el Senado de la República para que igualmente, dignifiquen sus cargos y con su proceder, restablezcan de inmediato el orden de la república mexicana, pues la manera en que se han venido conduciendo, conlleva una traición al pueblo de México, el cual ha sido desatendido, desoído y olvidado.

Los abogados hemos acudido a estas acciones, en aras de hacernos escuchar y ser atendidos en nuestras peticiones, pero de no obtener respuesta por parte del titular del ejecutivo federal, acudiremos a otras instancias jurídicas, las cuales nos permitan restablecer el estado de derecho que estamos reclamando.

Director del Observatorio Académico de Justicia y

Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos

de la Universidad de Guadalajara.

La semana pasada, el día catorce del mes en curso, la organización denominada Alianza Mexicana de Abogados, organización a la cual pertenezco y que, como todas las organizaciones existentes en el país, son organizaciones desatendidas por las autoridades, qué digo desatendidas, son subestimadas e ignoradas.

En lo que respecta al Estado de Jalisco, es intrascendente el reconocimiento de estas organizaciones; sin embargo, la Alianza Mexicana de Abogados, ha tomado acciones que develan el interés que se tiene por la patria en todo su contexto, desde una perspectiva de estado, de sociedad, de territorio constituido en una república.

El presidente de la organización y diversos representantes de aquellos estados de la república integrados a Alianza Mexicana de Abogados, acudieron a un evento realizado en el Palacio Nacional y digo acudieron, porque si bien es cierto me tocaba representar a mi Estado, no pude asistir por una razón eminentemente legal, dado que ante la vinculación a proceso de la que fui objeto, derivado del proceso al que me encuentro sometido, me fue impuesta una medida cautelar, la cual me restringe mi derecho de salir del Estado de Jalisco. No encuentro otra razón para que se me haya decretado tal medida que, la alta peligrosidad que represento a la sociedad, dado que yo no privo de la vida a otros y hago lo propio para mantenerme dentro de los cánones que marca la ley, quizá si perteneciera a la delincuencia organizada en alguna de sus tantas modalidades, mi historia procesal sería otra.

Hablar de delincuencia organizada es hablar de impunidad, pues no hay una sola institución que tenga la condición para combatir a los verdaderos criminales, pues bien sabemos que las instituciones encargadas de velar por la seguridad pública, sobreviven en la miseria institucional y no son capaces de brindar al ciudadano un servicio eficiente, práctico, exprés y de calidad.

Las condiciones en las que se desempeñan la mayoría de los servidores públicos adscritos a las instituciones de seguridad, se encuentran en la total miseria, aunado a que sus salarios y prestaciones laborales, distan de ser recursos económicos que, por lo menos les permitan, situarse en la medianía del salario, el que desde luego debe ser, acorde al riesgo que conlleva su función.

Amable lector, lo que quiero destacar del evento realizado por la Alianza Mexicana de Abogados en días pasados, acaecido en el Palacio Nacional, es que, en aquella visita se le exigió al presidente de la república, el total y absoluto respeto a las instituciones que representan, tanto el Poder Judicial como el Poder Legislativo, pues el titular del ejecutivo federal con la complicidad de los representantes de ambos poderes, violentan la Constitución, sometiéndola a caprichos absurdos e ilegales. Dicho documento de petición, también se hizo llegar al Poder Judicial y al Poder Legislativo en el Senado de la República para que igualmente, dignifiquen sus cargos y con su proceder, restablezcan de inmediato el orden de la república mexicana, pues la manera en que se han venido conduciendo, conlleva una traición al pueblo de México, el cual ha sido desatendido, desoído y olvidado.

Los abogados hemos acudido a estas acciones, en aras de hacernos escuchar y ser atendidos en nuestras peticiones, pero de no obtener respuesta por parte del titular del ejecutivo federal, acudiremos a otras instancias jurídicas, las cuales nos permitan restablecer el estado de derecho que estamos reclamando.

Director del Observatorio Académico de Justicia y

Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos

de la Universidad de Guadalajara.