/ domingo 1 de marzo de 2020

Policías en Jalisco

Desde hace varias décadas se ha descuidado a las corporaciones policiacas en México. Mucho se les exige y mal se les retribuye. Así lo apreció finalmente la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco.

Sin duda alguna, los policías en Jalisco enfrentan con alto riesgo a la delincuencia, y son vulnerables, también se les ha regateado en cuanto a prestaciones y condiciones laborales se refiere, en la recomendación se solicita se repare el daño a los familiares de policías caídos en cumplimiento de su deber, lesionados y desaparecidos; además de que se les aumente el salario y las prestaciones correspondientes.

Una vez más vuelven al ojo del huracán los policías por desarmarlos y exponerlos. Los desarmes que se llevan a cabo en Jalisco no son nuevos. Los tenemos presentes desde al menos el año 2014.

El discurso político sigue siendo el mismo que el de la administración pasada. Pese a que dichos desarmes se efectúan por presiones de carácter federal, por medio de la Fiscalía General de la República FGR, y hoy por hoy con la Guardia Nacional GN. Pareciera que la medalla se la quieren colgar autoridades estatales (siendo en términos prácticos que ellos también son los investigados) en virtud de las negligencias, falta de supervisión que se da en algunos (por no decir que en la mayoría de los municipios de nuestra entidad Jalisco).

Con la finalidad de tener una idea más clara de cuales son las policías que han sido desarmadas en Jalisco, tomaremos como punto de partida el año 2014: Cocula con 54 y 27 en Casimiro Castillo. En el año 2015 se desarmaron 4 municipios: 27 de Unión de Tula, 19 en Villa Purificación, Pihuamo con 18 elementos y Jilotlán de los Dolores con 11. En el año 2016 se desarmo a 2 corporaciones policiacas en Jalisco: 20 en la Barca y 47 en Villa Corona. En el año 2017 se desarmo a 4 policías municipales: 100 en Tlajomulco, 56 en Ocotlán, 40 en Teocaltiche, y 19 en Bolaños. Llama la atención el año 2018 con el mayor número de policías desarmados en el Municipio de Tlaquepaque con casi 500, y Tecalitlán con 27, y el más reciente sucedido en San Juan de los Lagos con 160 elementos.

Si comparamos el discurso anterior con el presente, nos daremos cuenta de que hay una asimetría marcada. Pues como es evidente: la presión de los desarmes de las corporaciones policiacas son de carácter federal: Fiscalía General de la República y Guardia Nacional, pero pareciera que son tolerantes a que las autoridades del estado, salgan a los medios “a dar la cara” de lo que no funciona en Jalisco y sus municipios. La información la generan y poseen las autoridades federales y no las estatales, pues todo apunta en que estas ya están arregladas…

El hecho de descubrir que la delincuencia tiene su propio C5 y “se están dando cuenta a estas alturas”, nos deja mucho en qué pensar. Ahora si que del árbol caído a hacer leña…

La primera vez que se supo que se desarmaba a una corporación policiaca fue un verdadero escándalo, y quizás algunos llegamos a pensar que “ahora si iba en serio”, pero como nos hemos dado cuenta, no hay sanciones, ni castigos, ni consecuencias, como señalo el Doctor Ruben Ortega Montes: “todo queda en un show”.

Dentro de las irregularidades que se encontraron en la Policía de San Juan de los Lagos fueron: Que el comisario municipal no aprobó los exámenes de control y confianza, solo 101 de 160 decidieron acudir a la academia, 13 de los mismos decidieron renunciar. En el mismo escritorio del comisario se encontraron dosis de droga (lo cual es una contradicción por lo que se supone deben combatir)… Todos los oficiales portaban armas, sin embargo solamente 70 hicieron el tramite de licencia colectiva.

Resulta preocupante la situación que viven los policías en Jalisco, pues suman ya 84 los caídos tan solo en este año. Como nos hemos dado cuenta la recomendación 01/2020 emitida por la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco, evidenció las malas condiciones en que laboran los policías en el Estado de Jalisco.

En mi opinión se conjugan dos elementos altamente peligrosos en nuestra entidad que tienen sumido en la inseguridad y violencia, 1. Las malas condiciones laborales de los policías y 2. Un modelo económico en México fallido, que genera miles de ciudadanos que se enrolan en actividades ilícitas, que bien lo saben al participar en estas actividades su vida puede ser corta y riesgosa.

* Doctor en Derecho. Integrante de Observatorio de Seguridad y Justicia, Universidad de Guadalajara.

Desde hace varias décadas se ha descuidado a las corporaciones policiacas en México. Mucho se les exige y mal se les retribuye. Así lo apreció finalmente la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco.

Sin duda alguna, los policías en Jalisco enfrentan con alto riesgo a la delincuencia, y son vulnerables, también se les ha regateado en cuanto a prestaciones y condiciones laborales se refiere, en la recomendación se solicita se repare el daño a los familiares de policías caídos en cumplimiento de su deber, lesionados y desaparecidos; además de que se les aumente el salario y las prestaciones correspondientes.

Una vez más vuelven al ojo del huracán los policías por desarmarlos y exponerlos. Los desarmes que se llevan a cabo en Jalisco no son nuevos. Los tenemos presentes desde al menos el año 2014.

El discurso político sigue siendo el mismo que el de la administración pasada. Pese a que dichos desarmes se efectúan por presiones de carácter federal, por medio de la Fiscalía General de la República FGR, y hoy por hoy con la Guardia Nacional GN. Pareciera que la medalla se la quieren colgar autoridades estatales (siendo en términos prácticos que ellos también son los investigados) en virtud de las negligencias, falta de supervisión que se da en algunos (por no decir que en la mayoría de los municipios de nuestra entidad Jalisco).

Con la finalidad de tener una idea más clara de cuales son las policías que han sido desarmadas en Jalisco, tomaremos como punto de partida el año 2014: Cocula con 54 y 27 en Casimiro Castillo. En el año 2015 se desarmaron 4 municipios: 27 de Unión de Tula, 19 en Villa Purificación, Pihuamo con 18 elementos y Jilotlán de los Dolores con 11. En el año 2016 se desarmo a 2 corporaciones policiacas en Jalisco: 20 en la Barca y 47 en Villa Corona. En el año 2017 se desarmo a 4 policías municipales: 100 en Tlajomulco, 56 en Ocotlán, 40 en Teocaltiche, y 19 en Bolaños. Llama la atención el año 2018 con el mayor número de policías desarmados en el Municipio de Tlaquepaque con casi 500, y Tecalitlán con 27, y el más reciente sucedido en San Juan de los Lagos con 160 elementos.

Si comparamos el discurso anterior con el presente, nos daremos cuenta de que hay una asimetría marcada. Pues como es evidente: la presión de los desarmes de las corporaciones policiacas son de carácter federal: Fiscalía General de la República y Guardia Nacional, pero pareciera que son tolerantes a que las autoridades del estado, salgan a los medios “a dar la cara” de lo que no funciona en Jalisco y sus municipios. La información la generan y poseen las autoridades federales y no las estatales, pues todo apunta en que estas ya están arregladas…

El hecho de descubrir que la delincuencia tiene su propio C5 y “se están dando cuenta a estas alturas”, nos deja mucho en qué pensar. Ahora si que del árbol caído a hacer leña…

La primera vez que se supo que se desarmaba a una corporación policiaca fue un verdadero escándalo, y quizás algunos llegamos a pensar que “ahora si iba en serio”, pero como nos hemos dado cuenta, no hay sanciones, ni castigos, ni consecuencias, como señalo el Doctor Ruben Ortega Montes: “todo queda en un show”.

Dentro de las irregularidades que se encontraron en la Policía de San Juan de los Lagos fueron: Que el comisario municipal no aprobó los exámenes de control y confianza, solo 101 de 160 decidieron acudir a la academia, 13 de los mismos decidieron renunciar. En el mismo escritorio del comisario se encontraron dosis de droga (lo cual es una contradicción por lo que se supone deben combatir)… Todos los oficiales portaban armas, sin embargo solamente 70 hicieron el tramite de licencia colectiva.

Resulta preocupante la situación que viven los policías en Jalisco, pues suman ya 84 los caídos tan solo en este año. Como nos hemos dado cuenta la recomendación 01/2020 emitida por la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco, evidenció las malas condiciones en que laboran los policías en el Estado de Jalisco.

En mi opinión se conjugan dos elementos altamente peligrosos en nuestra entidad que tienen sumido en la inseguridad y violencia, 1. Las malas condiciones laborales de los policías y 2. Un modelo económico en México fallido, que genera miles de ciudadanos que se enrolan en actividades ilícitas, que bien lo saben al participar en estas actividades su vida puede ser corta y riesgosa.

* Doctor en Derecho. Integrante de Observatorio de Seguridad y Justicia, Universidad de Guadalajara.

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