Los observadores consideran que los jaliscienses no nos podemos permitir el lujo de aceptar una nueva arremetida del coronavirus como la que se está dando en estas últimas semanas y que es resultado de las aglomeraciones con motivo de las compras de Navidad y Año Nuevo.
Por ello, la ciudadanía hace votos porque se aproveche el ambiente de coordinación que se ha observado en los últimos días, y se eviten nuevas multitudes en las plazas y zonas comerciales, en ocasión del Día de San Valentín, que es este 14 de Febrero y que por cierto cae en Domingo.
Las compras en esta fecha suelen ser vastas, y seguramente se tomarán las medidas necesarias para que no vaya a haber otro disparo en los indicadores de la pandemia, como el que comenzó en Enero y aún no termina.
En la población se respira un aire de confianza en que se adoptarán precauciones extremas para que no se repita el problema. Se ha llegado a considerar inclusive que el nuevo “botón de emergencia” se fijó del 1 al 12 del presente mes, a fin de dar lugar a la actualización de medidas preventivas para el 14, que como señalamos, es el Día del Amor y la Amistad y puede registrarse un aluvión de compradores en las plazas y zonas comerciales.
Y vaya que debe aprovecharse esta etapa de acuerdos y coordinación para que el control de la pandemia se convierta en una realidad, a fin de que queden atrás los golpes en la salud que los jaliscienses han recibido por acciones insuficientes o no exactamente bien aplicadas.
El gentío en los tianguis, las largas colas en recaudadoras, los restaurantes o bares que han funcionado fuera de horario, la violación de normas en el servicio de camiones, los tumultos en las oficinas del IFE, la ausencia de cubrebocas en gran número de personas que salen a la calle. Y así sucesivamente, hemos mezclado los aciertos con los tropiezos.
Tanto ha sido así, que el subsecretario de la SSA enunció en días pasados la conveniencia de replantear la estrategia de combate al covid-19, a fin de hacer más eficiente el plan. Hasta hoy, tal reconsideración no se ha llevado a la práctica, pero seguramente no se quitará el dedo del renglón.
Aquí en Jalisco, dirigentes empresariales han propuesto que desaparezcan los “botones” y que mejor se calendarice el cierre de establecimientos. Plan que tendría que estudiarse, para en el caso de que se considere conveniente, instrumentarlo y enseguida llevarlo a efecto.
Resulta pues, que hasta donde se ve, está tomando fuerza la idea de que debe haber más participación de la comunidad ya no digamos sólo en la toma de decisiones, sino en la puesta en práctica de medidas que resulten más efectivas.
Lo más seguro es que esta vez se aprovechará la apertura y buena disposición que han mostrado las autoridades jaliscienses, para estrechar el diálogo y realizar un mayor esfuerzo. Y que esto nos permita presentar un frente común, organizado y resistente, ante este endemoniado flagelo que no da un momento de reposo.
* Periodista
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