/ miércoles 23 de mayo de 2018

Para ganar, AMLO sólo necesita una cosa

Ok. De acuerdo; veamos.

Estamos a poco más de un mes de las elecciones y todo el mundo está tenso. Se siente en el ambiente, en las redes, en las cúpulas y en los medios. En todas partes.

Hace mucho que el país no estaba tan dividido, y que no pesaba sobre nuestros propios vecinos la sospecha de traición. Es el resultado de una democracia mal llevada y de campañas y personajes polarizantes. Las palabras tienen sustancia, y las que odio siembran odio cosechan.

Si crees que la cosa está decidida, piénsalo otra vez. En estos momentos la balanza puede definirse hacia cualquier lado, puesto que ningún candidato tiene mayoría clara en las preferencias. Sí: tampoco Andrés Manuel, que aunque lleva (supuesta) ventaja sobre el segundo, sigue sin convencer a la inmensa mayoría de los mexicanos.

Históricamente Andrés Manuel cuenta con una base firme de seguidores que son imposibles de disuadir. Sabemos que este número ronda el 30% y no es probable que suba este año. Tampoco es probable que baje.

Por tanto, cualquier candidato que sobrepase la línea del 30% tiene amplias posibilidades de llegar a Los Pinos. Para esto, hay varias opciones:

Que Meade se desfonde (viable) o decline su candidatura (poco viable) dejando vía libre a Anaya, quien en un tête à tête vencería sin mayor problema.

Que el Bronco decline y sume sus votos a Anaya (viable, pero dudoso).

Que el 25% de indecisos vayan a votar (viable y necesario).

Sin tener en cuenta las improbables declinaciones, podemos decir una cosa con absoluta certeza: para ganar, Andrés Manuel solo necesita una cosa: que los indecisos no voten. Esa es su mejor apuesta.

Si los indecisos votan (por quien sea) la diferencia, aunque se reparta entre PRI y PAN puede dar un ganador claro. Es verdad que el 30% de México votará por AMLO, y por tanto que el otro 70% no votaría por él. Aún con votos divididos, el porcentaje da para eso y más.

Si tú estás con AMLO, tu estrategia es clara: mantén a las personas lejos de las urnas. Permite que se sigan decepcionando de todo y que no salgan a votar. La abstinencia es tu fortaleza.

Si tú estás con cualquier otra opción, tu estrategia es clara: sal a votar y asegúrate de que todo el mundo lo haga. La abstinencia es tu enemigo. Si todos votan es imposible que un 30% prevalezca por sí solo.

Lo he dicho antes y lo repito: tratar de cambiar a un seguidor de AMLO, de Anaya o de Meade es tiempo perdido; o en el mejor de los casos poco aprovechado; además de poder costarte amistades, familias y negocios.

Tratar de convencer a un indeciso de que vote por tu candidato es tiempo útil, pero muy costoso. En cambio, tratar de convencer a un indeciso de ir a votar es más razonable, universalmente aceptado y perfectamente útil, porque sigue manteniendo la esencia de la libertad y la democracia.

En un país en donde la mayoría sí vota los resultados son más reales y el poder más legítimo. Tu tarea, querido mexicano, es votar y llevar a todos a hacer lo mismo. El voto es derecho, obligación y oportunidad irrenunciable. Vota.

Vota por quien quieras, pero VOTA. Esa es mi campaña y es la que te invito a hacer a ti también.

@franciscogpr


Ok. De acuerdo; veamos.

Estamos a poco más de un mes de las elecciones y todo el mundo está tenso. Se siente en el ambiente, en las redes, en las cúpulas y en los medios. En todas partes.

Hace mucho que el país no estaba tan dividido, y que no pesaba sobre nuestros propios vecinos la sospecha de traición. Es el resultado de una democracia mal llevada y de campañas y personajes polarizantes. Las palabras tienen sustancia, y las que odio siembran odio cosechan.

Si crees que la cosa está decidida, piénsalo otra vez. En estos momentos la balanza puede definirse hacia cualquier lado, puesto que ningún candidato tiene mayoría clara en las preferencias. Sí: tampoco Andrés Manuel, que aunque lleva (supuesta) ventaja sobre el segundo, sigue sin convencer a la inmensa mayoría de los mexicanos.

Históricamente Andrés Manuel cuenta con una base firme de seguidores que son imposibles de disuadir. Sabemos que este número ronda el 30% y no es probable que suba este año. Tampoco es probable que baje.

Por tanto, cualquier candidato que sobrepase la línea del 30% tiene amplias posibilidades de llegar a Los Pinos. Para esto, hay varias opciones:

Que Meade se desfonde (viable) o decline su candidatura (poco viable) dejando vía libre a Anaya, quien en un tête à tête vencería sin mayor problema.

Que el Bronco decline y sume sus votos a Anaya (viable, pero dudoso).

Que el 25% de indecisos vayan a votar (viable y necesario).

Sin tener en cuenta las improbables declinaciones, podemos decir una cosa con absoluta certeza: para ganar, Andrés Manuel solo necesita una cosa: que los indecisos no voten. Esa es su mejor apuesta.

Si los indecisos votan (por quien sea) la diferencia, aunque se reparta entre PRI y PAN puede dar un ganador claro. Es verdad que el 30% de México votará por AMLO, y por tanto que el otro 70% no votaría por él. Aún con votos divididos, el porcentaje da para eso y más.

Si tú estás con AMLO, tu estrategia es clara: mantén a las personas lejos de las urnas. Permite que se sigan decepcionando de todo y que no salgan a votar. La abstinencia es tu fortaleza.

Si tú estás con cualquier otra opción, tu estrategia es clara: sal a votar y asegúrate de que todo el mundo lo haga. La abstinencia es tu enemigo. Si todos votan es imposible que un 30% prevalezca por sí solo.

Lo he dicho antes y lo repito: tratar de cambiar a un seguidor de AMLO, de Anaya o de Meade es tiempo perdido; o en el mejor de los casos poco aprovechado; además de poder costarte amistades, familias y negocios.

Tratar de convencer a un indeciso de que vote por tu candidato es tiempo útil, pero muy costoso. En cambio, tratar de convencer a un indeciso de ir a votar es más razonable, universalmente aceptado y perfectamente útil, porque sigue manteniendo la esencia de la libertad y la democracia.

En un país en donde la mayoría sí vota los resultados son más reales y el poder más legítimo. Tu tarea, querido mexicano, es votar y llevar a todos a hacer lo mismo. El voto es derecho, obligación y oportunidad irrenunciable. Vota.

Vota por quien quieras, pero VOTA. Esa es mi campaña y es la que te invito a hacer a ti también.

@franciscogpr


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