/ miércoles 27 de febrero de 2019

Y…qué pasa? / ¿Violencia gubernamental?

México sigue en oferta al mejor postor desde siempre. En la época moderna la tecnocracia abrió la puerta al neoliberalismo económico que ahora mantiene a los mexicanos y a países como el nuestro, con la economía a ras de suelo. Miguel de la Madrid Hurtado dio el banderazo y los posteriores presidentes han dejado a la nación con la apertura del portón para los poderosos, sobre todo los extranjeros.

Sin duda las inversiones extranjeras son positivas pero el desarrollo de México está sujeto a la voluntad económica y política de otros. Las plantas armadoras de autos y de otros productos que se retiraron del país y el contagio respectivo, crearán más desempleo, pobreza y violencia. Y como cada político tiene su estilo personal de gobernar, ahora para combatir la corrupción hay que vender lo suntuoso. Y qué bueno. Los mexicanos esperan que lo prometido en campaña político electoral sea realidad. Ojalá no resulte como aquel que se comprometió a defender el peso...como un perro. Y gimió exclamando: “ya nos saquearon…no nos volverán a saquear”. La realidad dice lo contrario.

Recientemente el gobernador Enrique Alfaro, primer mandatario de Jalisco realizó un recorrido por la ruta de la línea 3 del tren ligero que tiene el retraso de casi dos años en su puesta en marcha y con un costo final (ojalá) mayor a los 30 mil millones de pesos. Es decir, casi el doble. Podría quedar listo a finales de año pero…palabra de político!!! Este martes el presidente López reiteró que el gobierno federal podría aportar los 4 mil 500 millones finales. La gente pregunta si los compromisos del gobierno no son institucionales y se responde: lo más seguro es que ¡quién sabe! López gritó contra las instituciones. Recuerde usted.

El mandatario jalisciense comprobó que urge revisar y terminar la obra. También comprobó, la violencia gubernamental que se ha derivado de esa obra manifestada en el cierre de vialidades, dificultades para los transeúntes, alejándolos de la escuela, los diferentes comercios, la atención médica y poniendo en peligro su diario andar porque ni hay agentes viales que ajusten para ayudar, menos semáforos, ni alumbrado público y en cambio, estorbos de escombro, materiales y lo que a usted se le ocurra aunado a la creciente inseguridad pública. Todo esto no debió haber pasado de largo en la observación de Alfaro y sus asistentes. Y como el gobernador es de mecha corta”, deberá enfrentar y concluir la línea 3 del tren ligero.

Las pérdidas económicas ascienden a los 600 millones de pesos según la CANACO Guadalajara y solamente en el denominado Paseo Alcalde y por las avenidas Revolución y Ávila Camacho? Además del desempleo generado y las constantes molestias por cambio de rutas de transporte. ¿Esto es sinónimo de corrupción como dice Andrés Manuel? ¿Es violencia gubernamental? Y…qué pasa?

México sigue en oferta al mejor postor desde siempre. En la época moderna la tecnocracia abrió la puerta al neoliberalismo económico que ahora mantiene a los mexicanos y a países como el nuestro, con la economía a ras de suelo. Miguel de la Madrid Hurtado dio el banderazo y los posteriores presidentes han dejado a la nación con la apertura del portón para los poderosos, sobre todo los extranjeros.

Sin duda las inversiones extranjeras son positivas pero el desarrollo de México está sujeto a la voluntad económica y política de otros. Las plantas armadoras de autos y de otros productos que se retiraron del país y el contagio respectivo, crearán más desempleo, pobreza y violencia. Y como cada político tiene su estilo personal de gobernar, ahora para combatir la corrupción hay que vender lo suntuoso. Y qué bueno. Los mexicanos esperan que lo prometido en campaña político electoral sea realidad. Ojalá no resulte como aquel que se comprometió a defender el peso...como un perro. Y gimió exclamando: “ya nos saquearon…no nos volverán a saquear”. La realidad dice lo contrario.

Recientemente el gobernador Enrique Alfaro, primer mandatario de Jalisco realizó un recorrido por la ruta de la línea 3 del tren ligero que tiene el retraso de casi dos años en su puesta en marcha y con un costo final (ojalá) mayor a los 30 mil millones de pesos. Es decir, casi el doble. Podría quedar listo a finales de año pero…palabra de político!!! Este martes el presidente López reiteró que el gobierno federal podría aportar los 4 mil 500 millones finales. La gente pregunta si los compromisos del gobierno no son institucionales y se responde: lo más seguro es que ¡quién sabe! López gritó contra las instituciones. Recuerde usted.

El mandatario jalisciense comprobó que urge revisar y terminar la obra. También comprobó, la violencia gubernamental que se ha derivado de esa obra manifestada en el cierre de vialidades, dificultades para los transeúntes, alejándolos de la escuela, los diferentes comercios, la atención médica y poniendo en peligro su diario andar porque ni hay agentes viales que ajusten para ayudar, menos semáforos, ni alumbrado público y en cambio, estorbos de escombro, materiales y lo que a usted se le ocurra aunado a la creciente inseguridad pública. Todo esto no debió haber pasado de largo en la observación de Alfaro y sus asistentes. Y como el gobernador es de mecha corta”, deberá enfrentar y concluir la línea 3 del tren ligero.

Las pérdidas económicas ascienden a los 600 millones de pesos según la CANACO Guadalajara y solamente en el denominado Paseo Alcalde y por las avenidas Revolución y Ávila Camacho? Además del desempleo generado y las constantes molestias por cambio de rutas de transporte. ¿Esto es sinónimo de corrupción como dice Andrés Manuel? ¿Es violencia gubernamental? Y…qué pasa?