/ martes 6 de octubre de 2020

Ocurrencias que preocupan

“Enjuiciar” a los ex presidentes pareciera que obedece más a un artilugio electoral que para abonar al Estado de Derecho en el país, pues López Obrador sabe bien que el trabajo desempeñado hasta el momento no le alcanzará para continuar con la mayoría en la Cámara de Diputados ni lograr otras posiciones en los comicios intermedios de 2021. No se exhiben resultados, el manejo de las crisis emanadas de la pandemia han sido terribles y su partido político, Morena, sigue entrampado en peleas intestinas, por lo que después del 15 de septiembre, fecha en que se llevó a cabo la no rifa del avión, muchas personas nos preguntamos ¿ahora con qué ocurrencia saldrá el presidente?

La respuesta no se hizo esperar y ahora de lo que se habla es de una consulta para llevar a juicio a ex presidentes, una consulta que parecía como las anteriores: con preguntas tendenciosas, sin rigor estadístico, sin ser vinculante, etc. Simplemente otro recurso retórico al que yo nos tiene acostumbrados. Otra simulación emanada desde Palacio Nacional, sin embargo esto va más allá. Lo sucedido la semana pasada con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sienta un hecho muy preocupante para el marco institucional, para la democracia y para el sistema de justicia del país.

La venia por parte de la SCJN para que sea constitucional la ocurrencia de la consulta de enjuiciar a los ex presidentes Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña quedó de la siguiente manera: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminados a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?” Ante esta pregunta es inminente que la respuesta sea a favor, pues es un cuestionamiento tan tendencioso como preguntar ¿usted quisiera que exista justicia y una economía pujante en el país?

Hemos visto en estos dos años que el titular del ejecutivo, tiene toda la ingerencia en el poder legislativo y, con lo sucedido, también con el poder judicial. Lo que tenemos hoy en el gobierno federal es a un personaje ávido de poder absoluto y algunos cortesanos que se lo otorgan sin reparar en la conveniencia de las necesidades reales del país. Es completamente preocupante que la división de Poderes se termine por decreto, que la justicia sea llevada a consulta ciudadana y más aún que una sola persona ostente todo el poder para darle pie a las ocurrencias venideras.


“Enjuiciar” a los ex presidentes pareciera que obedece más a un artilugio electoral que para abonar al Estado de Derecho en el país, pues López Obrador sabe bien que el trabajo desempeñado hasta el momento no le alcanzará para continuar con la mayoría en la Cámara de Diputados ni lograr otras posiciones en los comicios intermedios de 2021. No se exhiben resultados, el manejo de las crisis emanadas de la pandemia han sido terribles y su partido político, Morena, sigue entrampado en peleas intestinas, por lo que después del 15 de septiembre, fecha en que se llevó a cabo la no rifa del avión, muchas personas nos preguntamos ¿ahora con qué ocurrencia saldrá el presidente?

La respuesta no se hizo esperar y ahora de lo que se habla es de una consulta para llevar a juicio a ex presidentes, una consulta que parecía como las anteriores: con preguntas tendenciosas, sin rigor estadístico, sin ser vinculante, etc. Simplemente otro recurso retórico al que yo nos tiene acostumbrados. Otra simulación emanada desde Palacio Nacional, sin embargo esto va más allá. Lo sucedido la semana pasada con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sienta un hecho muy preocupante para el marco institucional, para la democracia y para el sistema de justicia del país.

La venia por parte de la SCJN para que sea constitucional la ocurrencia de la consulta de enjuiciar a los ex presidentes Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña quedó de la siguiente manera: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminados a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?” Ante esta pregunta es inminente que la respuesta sea a favor, pues es un cuestionamiento tan tendencioso como preguntar ¿usted quisiera que exista justicia y una economía pujante en el país?

Hemos visto en estos dos años que el titular del ejecutivo, tiene toda la ingerencia en el poder legislativo y, con lo sucedido, también con el poder judicial. Lo que tenemos hoy en el gobierno federal es a un personaje ávido de poder absoluto y algunos cortesanos que se lo otorgan sin reparar en la conveniencia de las necesidades reales del país. Es completamente preocupante que la división de Poderes se termine por decreto, que la justicia sea llevada a consulta ciudadana y más aún que una sola persona ostente todo el poder para darle pie a las ocurrencias venideras.