/ jueves 21 de noviembre de 2019

Nueva gestión feuista

La Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) es la organización de jóvenes más importante del occidente del país; el contexto local y nacional que hemos vivido demandó su transformación, obligándola a pasar de representar únicamente a los estudiantes de la Universidad de Guadalajara a exigir respuestas, a defender derechos y a convertirse en un movimiento social de todos y para todos los ciudadanos.

Esta organización es para miles de jóvenes el primer acercamiento a la vida política no solo dentro de la universidad, también frente a nuestros gobiernos municipal, estatal y federal, por esta razón hoy la FEU se ha convertido en la escuela de cuadros más importante de Jalisco, de ella han surgido grandes líderes políticos y sociales, personajes que hoy forman parte importante de la toma de decisiones en diferentes espacios de la vida pública de nuestro país.

Hace unos días la nueva dirigencia (2019-2022) de esta federación rindió protesta; otra oportunidad para esta organización estudiantil de continuar posicionándose con ideas claras, fuertes, con convicción, que vayan en la búsqueda del fortalecimiento de nuestras instituciones y por consecuencia del Estado. La tarea de los jóvenes que cada trienio llega a tomar las riendas de la FEU sí pasa por reivindicar y defender las demandas universitarias, mejorar las condiciones de infraestructura, las académicas, curriculares y todos aquellos intereses frente a nuestra Casa de Estudios. Pero estas tareas y compromisos que se adquieren también pasan por la defensa de la universidad pública y su autonomía frente a incertidumbres políticas como las que hoy vivimos.

Los espacios siguen y seguirán siendo de los jóvenes, ahora depende de ellos que la visión de Estado que tenemos se transforme, que a partir de la defensa de la universidad, de la educación pública y de la creación de conocimiento crezcan las posibilidades de tener mejores líderes, con apego irrestricto a los derechos humanos, que entiendan y comprendan la importancia del contexto latinoamericano que también estamos viviendo, que estén dispuestos a rescatar las instituciones y fortalecer la democracia como principal tarea de su quehacer político.

Llegar al frente de una organización tan importante no es cualquier cosa, menos cuando el trabajo es dirigir también a una sociedad entera que reclama cambio, lucha y resistencia. Este nuevo proyecto que inicia tendrá cada día la oportunidad de salir a dar un mensaje fuerte, con rigor, pero sobre todo demostrar que el futuro político y social de nuestro estado sí es de los jóvenes.

La Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) es la organización de jóvenes más importante del occidente del país; el contexto local y nacional que hemos vivido demandó su transformación, obligándola a pasar de representar únicamente a los estudiantes de la Universidad de Guadalajara a exigir respuestas, a defender derechos y a convertirse en un movimiento social de todos y para todos los ciudadanos.

Esta organización es para miles de jóvenes el primer acercamiento a la vida política no solo dentro de la universidad, también frente a nuestros gobiernos municipal, estatal y federal, por esta razón hoy la FEU se ha convertido en la escuela de cuadros más importante de Jalisco, de ella han surgido grandes líderes políticos y sociales, personajes que hoy forman parte importante de la toma de decisiones en diferentes espacios de la vida pública de nuestro país.

Hace unos días la nueva dirigencia (2019-2022) de esta federación rindió protesta; otra oportunidad para esta organización estudiantil de continuar posicionándose con ideas claras, fuertes, con convicción, que vayan en la búsqueda del fortalecimiento de nuestras instituciones y por consecuencia del Estado. La tarea de los jóvenes que cada trienio llega a tomar las riendas de la FEU sí pasa por reivindicar y defender las demandas universitarias, mejorar las condiciones de infraestructura, las académicas, curriculares y todos aquellos intereses frente a nuestra Casa de Estudios. Pero estas tareas y compromisos que se adquieren también pasan por la defensa de la universidad pública y su autonomía frente a incertidumbres políticas como las que hoy vivimos.

Los espacios siguen y seguirán siendo de los jóvenes, ahora depende de ellos que la visión de Estado que tenemos se transforme, que a partir de la defensa de la universidad, de la educación pública y de la creación de conocimiento crezcan las posibilidades de tener mejores líderes, con apego irrestricto a los derechos humanos, que entiendan y comprendan la importancia del contexto latinoamericano que también estamos viviendo, que estén dispuestos a rescatar las instituciones y fortalecer la democracia como principal tarea de su quehacer político.

Llegar al frente de una organización tan importante no es cualquier cosa, menos cuando el trabajo es dirigir también a una sociedad entera que reclama cambio, lucha y resistencia. Este nuevo proyecto que inicia tendrá cada día la oportunidad de salir a dar un mensaje fuerte, con rigor, pero sobre todo demostrar que el futuro político y social de nuestro estado sí es de los jóvenes.