/ sábado 9 de febrero de 2019

Nuestro cumpleaños y nuestra universidad

“Las escuelas son la base de la civilización.” Domingo Faustino Sarmiento


Se acerca el aniversario de la fundación de nuestra Guadalajara, ciudad que está emparentada con nuestra centenaria máxima casa de estudios. Desde la época moderna en 1925, la UdeG es brazo y cerebro de Jalisco y de Guadalajara. Sin embargo, el piso se ha movido bajo nuestros pies, y nuestra ciudad y estado enfrentan toda clase de retos nuevos para los cuales es indispensable crear conocimiento y nuevas soluciones. Tenemos un problema grande con nuestro desarrollo urbano, transporte público rebasado por la demanda, problemas ambientales en la cuenca que alimenta a Guadalajara de agua y ya vimos lo vulnerables que somos ante problemas de abasto de gasolina. Urge atacar estos nuevos retos.

Nuevo es también el aire de cambio generacional que viene con la elección de Ricardo Villanueva como rector general a partir del 1 de abril. En primer lugar, un rector altamente preparado en cuestiones de innovación académica y con larga trayectoria universitaria. Un rector joven y que entra en un momento crítico de cambio político, de presupuestos y de demandas de toda nuestra comunidad universitaria, entre la que me incluyo como orgulloso egresado y actual consejero.

Hay dos cosas sobre la mesa que no podemos separar, la vida de nuestra ciudad y la de la Universidad de Guadalajara. Ambas han sufrido y siguen sufriendo de la violencia que impera en Jalisco, afectando particularmente a mujeres y a jóvenes. Los preocupantes intentos de secuestro de estudiantes y las desapariciones y muertes en el seno de la UdeG son un espejo de los peligros que la ciudadanía en general enfrenta todos los días. Con Senderos Seguros, nuestra Universidad inicia en atacar el problema y lo celebro. Sin embargo, nuestra responsabilidad seguramente, será mucho más grande.

La UdeG tiene la tarea de hacer frente a la urgente labor de construir paz con sentido de comunidad. Más que proteger un nicho, debemos de ampliar y debatir soluciones a preguntas urgentes de cómo combatir la idea de que la militarización nos va a resolver el problema de seguridad; debemos de atender las evidentes fallas de las alertas de género que logran alertar del problema, pero no protegen cabalmente a las mujeres; debe de dar estudios, datos, estadísticas para que partiendo del conocimiento, ningún gobernante pueda tener duda de la urgencia y las soluciones propuestas. La UdeG es enorme, plural, diversa. Tenemos la fuerza universitaria, la legitimidad y la credibilidad para hacerlo.

La UdeG y su nuevo rector, también deben de mantener la casa de estudios abierta a los hijos e hijas de Jalisco: el reto de siempre. La matrícula debe de crecer, urge hacer realidad la promesa de Ricardo Villanueva de crear centros universitarios en Zapotlanejo, Chapala y Tlajomulco de Zúñiga. A la par de su crecimiento, los retos que la UdeG sea espacio seguro para las mujeres deben de verse reflejado en su promesa de cero tolerancia al acoso y la violencia en la Universidad, con la Defensoría de los Derechos Universitarios. La tarea de paz de la UdeG consiste en mirar los problemas de violencia en Jalisco y hacerles frente con las armas de la academia y el conocimiento perenne de que las sociedades solamente mejoran si sus centros de pensamiento nos atrevemos a sugerir e impulsar lo mejor de los hombres y mujeres, siempre. Esto nos incluye ciertamente también a la clase política. Honrar la cuatro veces centenaria Guadalajara y la bicentenaria Universidad de Guadalajara es tarea, exigencia y orgullo.

* Secretario General PAN Guadalajara

“Las escuelas son la base de la civilización.” Domingo Faustino Sarmiento


Se acerca el aniversario de la fundación de nuestra Guadalajara, ciudad que está emparentada con nuestra centenaria máxima casa de estudios. Desde la época moderna en 1925, la UdeG es brazo y cerebro de Jalisco y de Guadalajara. Sin embargo, el piso se ha movido bajo nuestros pies, y nuestra ciudad y estado enfrentan toda clase de retos nuevos para los cuales es indispensable crear conocimiento y nuevas soluciones. Tenemos un problema grande con nuestro desarrollo urbano, transporte público rebasado por la demanda, problemas ambientales en la cuenca que alimenta a Guadalajara de agua y ya vimos lo vulnerables que somos ante problemas de abasto de gasolina. Urge atacar estos nuevos retos.

Nuevo es también el aire de cambio generacional que viene con la elección de Ricardo Villanueva como rector general a partir del 1 de abril. En primer lugar, un rector altamente preparado en cuestiones de innovación académica y con larga trayectoria universitaria. Un rector joven y que entra en un momento crítico de cambio político, de presupuestos y de demandas de toda nuestra comunidad universitaria, entre la que me incluyo como orgulloso egresado y actual consejero.

Hay dos cosas sobre la mesa que no podemos separar, la vida de nuestra ciudad y la de la Universidad de Guadalajara. Ambas han sufrido y siguen sufriendo de la violencia que impera en Jalisco, afectando particularmente a mujeres y a jóvenes. Los preocupantes intentos de secuestro de estudiantes y las desapariciones y muertes en el seno de la UdeG son un espejo de los peligros que la ciudadanía en general enfrenta todos los días. Con Senderos Seguros, nuestra Universidad inicia en atacar el problema y lo celebro. Sin embargo, nuestra responsabilidad seguramente, será mucho más grande.

La UdeG tiene la tarea de hacer frente a la urgente labor de construir paz con sentido de comunidad. Más que proteger un nicho, debemos de ampliar y debatir soluciones a preguntas urgentes de cómo combatir la idea de que la militarización nos va a resolver el problema de seguridad; debemos de atender las evidentes fallas de las alertas de género que logran alertar del problema, pero no protegen cabalmente a las mujeres; debe de dar estudios, datos, estadísticas para que partiendo del conocimiento, ningún gobernante pueda tener duda de la urgencia y las soluciones propuestas. La UdeG es enorme, plural, diversa. Tenemos la fuerza universitaria, la legitimidad y la credibilidad para hacerlo.

La UdeG y su nuevo rector, también deben de mantener la casa de estudios abierta a los hijos e hijas de Jalisco: el reto de siempre. La matrícula debe de crecer, urge hacer realidad la promesa de Ricardo Villanueva de crear centros universitarios en Zapotlanejo, Chapala y Tlajomulco de Zúñiga. A la par de su crecimiento, los retos que la UdeG sea espacio seguro para las mujeres deben de verse reflejado en su promesa de cero tolerancia al acoso y la violencia en la Universidad, con la Defensoría de los Derechos Universitarios. La tarea de paz de la UdeG consiste en mirar los problemas de violencia en Jalisco y hacerles frente con las armas de la academia y el conocimiento perenne de que las sociedades solamente mejoran si sus centros de pensamiento nos atrevemos a sugerir e impulsar lo mejor de los hombres y mujeres, siempre. Esto nos incluye ciertamente también a la clase política. Honrar la cuatro veces centenaria Guadalajara y la bicentenaria Universidad de Guadalajara es tarea, exigencia y orgullo.

* Secretario General PAN Guadalajara