/ domingo 29 de noviembre de 2020

Nuestra carpa nacional

Me viene a la memoria aquel rey de la sátira política al que, muchos de nosotros conocimos, mas no así las nuevas generaciones. Me refiero a Jesús Martínez, actor, cómico y empresario mexicano, mejor como Palillo, quien con todo el valor civil se atrevía a señalar las cosas por su nombre, lo que lo hizo merecedor de la cárcel en más de una ocasión, pero quien con toda dignidad lo soportó, pues jamás se retractó de su expresión. El anterior ejemplo, nos obliga a más de uno, a tratar de seguir su ejemplo, no obstante las consecuencias que, ello puede representarnos.

Esta ocasión hablaré de la carpa nacional, porque somos un país circense al cien por ciento y lo mejor que nos pudiera pasar es que, lo que aquí expreso fuera sátira, pero desafortunadamente es nuestra realidad.

Tenemos el ejemplo de dos gobernantes, uno nacional y otro estatal, quienes estilan abusar de la mentira, de la misma mentira de la que, después se retractan y si, usted amigo lector quisiera corroborarlo, no se pierda las mañaneras en el caso del nacional. En el caso del estatal, la más burda e irrespetuosa mentira es, el decirnos que, se ha reducido la delincuencia, pero sobre todo que, esa reducción, es el resultado de la estrategia del gobierno, porque entonces habrá que ver si, usted amigo lector, puede citar una de esas estrategias a las que el gobierno estatal se refiere, la cual esté yo pasando por alto.

El gobierno estatal ha dicho también que, Ciencias Forenses no está en crisis y quien hoy dirige esta institución, avala la mentira del gobierno en el sentido de que, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses no está en crisis, misma mentira que avala el Coordinador General de la Estrategia de Seguridad del Estado, Ricardo Sánchez Beruben, a quien lo más seguro es que, lo conozco de vista, por haber pasado por las aulas de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara, pero cierto es también que, él, ni siquiera conoce por dentro dicha institución y me refiero a, conocer detalladamente todas las áreas y funciones que ahí se realizan, menos aún la posibilidad de que conozca el contexto de cada una de áreas; o bien, las condiciones que guardan, todas las bolsas de plástico, esas que se han extraído de las fosas clandestinas localizadas al interior de nuestro estado.

Nuestra carpa nacional consta de tres pistas, pues la justicia, tanto la federal como la estatal, son un triste y desastroso remedo de justicia, sobre todo por sus integrantes, desde Lelo, quien es el que la encabeza en su calidad de presidente. El estatal que poco o nada asoma la cabeza, pues sólo se volvió cómplice de unos consejeros piratas, quienes desempeñan un cargo a sabiendas de que, no reúnen los requisitos establecidos por la ley para ejercerlo legítimamente, esos mismos consejeros, quienes también han demostrado la complacencia de que gozan y más que nada la impunidad que les favorece, pues la Fiscalía Anticorrupción ni siquiera se atreve a darle curso a la denuncia penal que existe en contra de los Consejeros, así como del Presidente del Supremo Tribunal de Justicia, o a la denuncia en contra de los diputados locales, a quienes les correspondió el nombramiento de aquellos, incurriendo por igual en un delito, delito que está, perfectamente tipificado en el Código Penal del Estado, en lugar de estarse ocupando en delitos que se me imputan gallardamente y no sólo a mí, sino a otros servidores públicos y ex servidores públicos, quienes en su momento, formamos parte del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, a quienes se nos radicó una carpeta de investigación por supuesta conducta criminal, citando para tales efectos, el de abuso de autoridad, por no haber dado un trato digno a unos cuerpos, cuerpos que, dicho sea de paso, la Fiscalía del Estado almacenaba y trasladaba en una cámara frigorífica, hecho que se manejó desde un contexto publicitario a nivel mundial.

En la anterior investigación, la Contraloría del Estado presume de una exhaustiva investigación; sin embargo, ese mismo interés no puede presumirlo si, hablamos de la licitación, a través de la cual se adquirieron bienes y servicios durante la pasada administración y también en la actual administración, en la que, con toda certeza afirmo, se llevaron a cabo bajo tintes y manejos corrupción. Bueno sería, mientras se aclara ésto que, la Unidad de Inteligencia Financiera inmovilizara las cuentas bancarias, tanto del ex gobernador de quien, me parece próximo su lanzamiento como cantante, artista o actor, dada la nueva imagen que ha adoptado.

Por último, la pista de los poderes legislativos, tanto el de la Unión, como el del Estado, en la que el, al presidente de la república, ya le hicieron la farsa de poder ser un delincuente común y el cacicazgo del actual presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aclarando que Lelo no es alías, es apellido y cualquier coincidencia es sólo eso. Aquí en el estado, ya están haciendo lo propio para lograr incorporar a sus nueve magistrados en el Poder Judicial del Estado, cumpliéndose ya la mentira de que, dejarían de darse las cuotas, esas cuotas que reciben ciertos grupos y partidos. ¡Viva México señores! Qué fea nuestra carpa nacional.

* Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara.

Me viene a la memoria aquel rey de la sátira política al que, muchos de nosotros conocimos, mas no así las nuevas generaciones. Me refiero a Jesús Martínez, actor, cómico y empresario mexicano, mejor como Palillo, quien con todo el valor civil se atrevía a señalar las cosas por su nombre, lo que lo hizo merecedor de la cárcel en más de una ocasión, pero quien con toda dignidad lo soportó, pues jamás se retractó de su expresión. El anterior ejemplo, nos obliga a más de uno, a tratar de seguir su ejemplo, no obstante las consecuencias que, ello puede representarnos.

Esta ocasión hablaré de la carpa nacional, porque somos un país circense al cien por ciento y lo mejor que nos pudiera pasar es que, lo que aquí expreso fuera sátira, pero desafortunadamente es nuestra realidad.

Tenemos el ejemplo de dos gobernantes, uno nacional y otro estatal, quienes estilan abusar de la mentira, de la misma mentira de la que, después se retractan y si, usted amigo lector quisiera corroborarlo, no se pierda las mañaneras en el caso del nacional. En el caso del estatal, la más burda e irrespetuosa mentira es, el decirnos que, se ha reducido la delincuencia, pero sobre todo que, esa reducción, es el resultado de la estrategia del gobierno, porque entonces habrá que ver si, usted amigo lector, puede citar una de esas estrategias a las que el gobierno estatal se refiere, la cual esté yo pasando por alto.

El gobierno estatal ha dicho también que, Ciencias Forenses no está en crisis y quien hoy dirige esta institución, avala la mentira del gobierno en el sentido de que, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses no está en crisis, misma mentira que avala el Coordinador General de la Estrategia de Seguridad del Estado, Ricardo Sánchez Beruben, a quien lo más seguro es que, lo conozco de vista, por haber pasado por las aulas de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara, pero cierto es también que, él, ni siquiera conoce por dentro dicha institución y me refiero a, conocer detalladamente todas las áreas y funciones que ahí se realizan, menos aún la posibilidad de que conozca el contexto de cada una de áreas; o bien, las condiciones que guardan, todas las bolsas de plástico, esas que se han extraído de las fosas clandestinas localizadas al interior de nuestro estado.

Nuestra carpa nacional consta de tres pistas, pues la justicia, tanto la federal como la estatal, son un triste y desastroso remedo de justicia, sobre todo por sus integrantes, desde Lelo, quien es el que la encabeza en su calidad de presidente. El estatal que poco o nada asoma la cabeza, pues sólo se volvió cómplice de unos consejeros piratas, quienes desempeñan un cargo a sabiendas de que, no reúnen los requisitos establecidos por la ley para ejercerlo legítimamente, esos mismos consejeros, quienes también han demostrado la complacencia de que gozan y más que nada la impunidad que les favorece, pues la Fiscalía Anticorrupción ni siquiera se atreve a darle curso a la denuncia penal que existe en contra de los Consejeros, así como del Presidente del Supremo Tribunal de Justicia, o a la denuncia en contra de los diputados locales, a quienes les correspondió el nombramiento de aquellos, incurriendo por igual en un delito, delito que está, perfectamente tipificado en el Código Penal del Estado, en lugar de estarse ocupando en delitos que se me imputan gallardamente y no sólo a mí, sino a otros servidores públicos y ex servidores públicos, quienes en su momento, formamos parte del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, a quienes se nos radicó una carpeta de investigación por supuesta conducta criminal, citando para tales efectos, el de abuso de autoridad, por no haber dado un trato digno a unos cuerpos, cuerpos que, dicho sea de paso, la Fiscalía del Estado almacenaba y trasladaba en una cámara frigorífica, hecho que se manejó desde un contexto publicitario a nivel mundial.

En la anterior investigación, la Contraloría del Estado presume de una exhaustiva investigación; sin embargo, ese mismo interés no puede presumirlo si, hablamos de la licitación, a través de la cual se adquirieron bienes y servicios durante la pasada administración y también en la actual administración, en la que, con toda certeza afirmo, se llevaron a cabo bajo tintes y manejos corrupción. Bueno sería, mientras se aclara ésto que, la Unidad de Inteligencia Financiera inmovilizara las cuentas bancarias, tanto del ex gobernador de quien, me parece próximo su lanzamiento como cantante, artista o actor, dada la nueva imagen que ha adoptado.

Por último, la pista de los poderes legislativos, tanto el de la Unión, como el del Estado, en la que el, al presidente de la república, ya le hicieron la farsa de poder ser un delincuente común y el cacicazgo del actual presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aclarando que Lelo no es alías, es apellido y cualquier coincidencia es sólo eso. Aquí en el estado, ya están haciendo lo propio para lograr incorporar a sus nueve magistrados en el Poder Judicial del Estado, cumpliéndose ya la mentira de que, dejarían de darse las cuotas, esas cuotas que reciben ciertos grupos y partidos. ¡Viva México señores! Qué fea nuestra carpa nacional.

* Director del Observatorio Académico de Justicia y Seguridad Pública de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara.