/ miércoles 28 de octubre de 2020

No reelección

Para los mexicanos queda claro que la mayoría de los políticos, metidos a la administración pública (por no decir todos), gobiernan para su partido a fin de perpetuarse en el poder. Algunos, rápidamente son presa del “mareo de ladrillo”. Es decir, a la altura de un tabique pierden la dimensión de sus objetivos como empleados de quienes los eligieron.

Al menos en teoría uno de los objetivos de la Revolución Mexicana fue la No Reelección. Luego del PNR y hasta el PRI, no había Reelección directa o en el mismo cargo, pero algunos volvían a hacer electos a otros cargos. Mientras tanto el tricolor si se reelegía o seguía preponderante.

Resulta paradójico que diversos niveles de gobierno quemen incienso, copal, o a lo mejor alguna otra sustancia relajante o estimulante, a Francisco I. Madero, precursor de la No reelección (lo cual le costó la vida al igual que a José María Pino Suárez) y en la práctica todo va de mal en peor porque al parecer la actual y pretendida reelección parece convertirse en dictadura derivada de atavismos psicológicos y venganzas personales disfrazadas de justicia y buena gobernanza.

Sobran las pruebas de que el capricho senil se aposenta en algunos palacios de gobierno y oficinas públicas, donde se privilegia el ego, pisoteando la colectividad. Quizá habría alguna analogía con la conducta reeleccionista de Porfirio Díaz y Benito Juárez que dieron muestras de su gusto por perpetuarse en el poder.

Precisamente el pasado 22 de Octubre se conmemoró el 188 Aniversario del Natalicio del General José María Donato Guerra Orozco quien fue Secretario Particular de Juárez y compañero de armas y amigo de Porfirio Díaz. Guerra fue Gobernador de Jalisco y nombró como su Secretario Particular a Irineo Paz, abuelo del Escritor Jalisciense Octavio Paz. El posterior Gobernador, Luis Carlos Curiel, fue el Promotor de la Estatua del Prócer Jalisciense que se encuentra en el Paseo de la Reforma en la Ciudad de México. Existe un comentario Político Histórico, dado que el General Guerra tuvo como Secretario a Victoriano Huerta, de nefastos recuerdos, pero cuando se da ese nombramiento, la hoja de servicios de quien fue calificado como “El Tirano Huerta”, mostraba que había sido magnifico estudiante en el Colegio Militar, por lo que el comportamiento posterior es responsabilidad propia.

Fue el General Juan Hernández, estrecho colaborador del General Guerra, el promotor del traslado de los restos desde la Ciudad de Chihuahua al Mausoleo de la Rotonda de los Hombres Ilustres en CDMX. Hernández produjo un escrito impreso en la Enciclopedia de México, que dice: “Si Donato Guerra hubiese vivido, conociendo íntimamente su personalidad, carácter, rectitud, valentía, moralidad y energía, le habría dado a Porfirio Díaz en cuanto a su reelección, el mismo trato que le dio a Juárez y Lerdo de Tejada, presentando su renuncia irrevocable, al benemérito de las Américas aun siendo su gran amigo” por ello Donato Guerra Orozco se ha ganado el nombramiento “Mártir de la No reelección” “.

Justamente, el Episodio que originó la renuncia de Guerra ante Juárez, se inició antes de cumplir la orden del benemérito para pelear y defender una localidad denominada La Ciudadela en la Ciudad de México. Luchó, venció y regresó con Juárez a quien le presentó su informe militar acompañado de su renuncia irrevocable, retirándose temporalmente a la vida privada, muriendo en la Ciudad de Ávalos Chihuahua el 19 de Septiembre de 1876.

En el jardín de la Reforma o Plaza de la Reforma o Jardín de San José, está inscrito el nombre del General José María Donato Guerra Orozco Nacido Teocuitatlán de Corona, Jalisco, el 22 de octubre de 1832 quien también destaco en su batalla de La Coronilla. Y lamentablemente este año no se llevó a cabo, la Ceremonia Cívica correspondiente debido a la Pandemia. Sin duda, desde donde se encuentre el General Guerra, estará retorciéndose e iracundo por la dictadura disfrazada de democracia que ahora padece México. Y... QUE PASA?

* Periodista

mjimenezibanez@yahoo.com.mx

Para los mexicanos queda claro que la mayoría de los políticos, metidos a la administración pública (por no decir todos), gobiernan para su partido a fin de perpetuarse en el poder. Algunos, rápidamente son presa del “mareo de ladrillo”. Es decir, a la altura de un tabique pierden la dimensión de sus objetivos como empleados de quienes los eligieron.

Al menos en teoría uno de los objetivos de la Revolución Mexicana fue la No Reelección. Luego del PNR y hasta el PRI, no había Reelección directa o en el mismo cargo, pero algunos volvían a hacer electos a otros cargos. Mientras tanto el tricolor si se reelegía o seguía preponderante.

Resulta paradójico que diversos niveles de gobierno quemen incienso, copal, o a lo mejor alguna otra sustancia relajante o estimulante, a Francisco I. Madero, precursor de la No reelección (lo cual le costó la vida al igual que a José María Pino Suárez) y en la práctica todo va de mal en peor porque al parecer la actual y pretendida reelección parece convertirse en dictadura derivada de atavismos psicológicos y venganzas personales disfrazadas de justicia y buena gobernanza.

Sobran las pruebas de que el capricho senil se aposenta en algunos palacios de gobierno y oficinas públicas, donde se privilegia el ego, pisoteando la colectividad. Quizá habría alguna analogía con la conducta reeleccionista de Porfirio Díaz y Benito Juárez que dieron muestras de su gusto por perpetuarse en el poder.

Precisamente el pasado 22 de Octubre se conmemoró el 188 Aniversario del Natalicio del General José María Donato Guerra Orozco quien fue Secretario Particular de Juárez y compañero de armas y amigo de Porfirio Díaz. Guerra fue Gobernador de Jalisco y nombró como su Secretario Particular a Irineo Paz, abuelo del Escritor Jalisciense Octavio Paz. El posterior Gobernador, Luis Carlos Curiel, fue el Promotor de la Estatua del Prócer Jalisciense que se encuentra en el Paseo de la Reforma en la Ciudad de México. Existe un comentario Político Histórico, dado que el General Guerra tuvo como Secretario a Victoriano Huerta, de nefastos recuerdos, pero cuando se da ese nombramiento, la hoja de servicios de quien fue calificado como “El Tirano Huerta”, mostraba que había sido magnifico estudiante en el Colegio Militar, por lo que el comportamiento posterior es responsabilidad propia.

Fue el General Juan Hernández, estrecho colaborador del General Guerra, el promotor del traslado de los restos desde la Ciudad de Chihuahua al Mausoleo de la Rotonda de los Hombres Ilustres en CDMX. Hernández produjo un escrito impreso en la Enciclopedia de México, que dice: “Si Donato Guerra hubiese vivido, conociendo íntimamente su personalidad, carácter, rectitud, valentía, moralidad y energía, le habría dado a Porfirio Díaz en cuanto a su reelección, el mismo trato que le dio a Juárez y Lerdo de Tejada, presentando su renuncia irrevocable, al benemérito de las Américas aun siendo su gran amigo” por ello Donato Guerra Orozco se ha ganado el nombramiento “Mártir de la No reelección” “.

Justamente, el Episodio que originó la renuncia de Guerra ante Juárez, se inició antes de cumplir la orden del benemérito para pelear y defender una localidad denominada La Ciudadela en la Ciudad de México. Luchó, venció y regresó con Juárez a quien le presentó su informe militar acompañado de su renuncia irrevocable, retirándose temporalmente a la vida privada, muriendo en la Ciudad de Ávalos Chihuahua el 19 de Septiembre de 1876.

En el jardín de la Reforma o Plaza de la Reforma o Jardín de San José, está inscrito el nombre del General José María Donato Guerra Orozco Nacido Teocuitatlán de Corona, Jalisco, el 22 de octubre de 1832 quien también destaco en su batalla de La Coronilla. Y lamentablemente este año no se llevó a cabo, la Ceremonia Cívica correspondiente debido a la Pandemia. Sin duda, desde donde se encuentre el General Guerra, estará retorciéndose e iracundo por la dictadura disfrazada de democracia que ahora padece México. Y... QUE PASA?

* Periodista

mjimenezibanez@yahoo.com.mx