/ lunes 25 de octubre de 2021

Negación del problema: la violencia contra las mujeres

De poco sirve a los gobiernos disfrazar datos y minimizar el tema de la violencia contra las mujeres porque además de irresponsable y vergonzoso, desatiende un grave problema que es innegable y va en incremento. Tanto el gobierno federal como el estatal han mostrado un insultante y doloroso desdén por los asuntos de género y su relación con las violencias que miles de mujeres enfrentan en el día a día.

Una y otra vez los discursos oficialistas han tratado de desviar la atención del tema, ya sea negándolo, sosteniendo que los índices delictivos van a la baja o que no es tan grave como parece. Y sus actos, en perfecta congruencia con ello, han demostrado su insensibilidad y miopía.

El presidente de la República ha hecho declaraciones donde tilda de conservadoras a las feministas y las acusa de querer afectar su imagen, y el gobernador de Jalisco por su parte, ha insistido una y otra vez en lo que él ve como una injustificada violencia. A nivel nacional, el cerco alrededor del Palacio Nacional en el marco del 8M y donde a las exigencias y reivindicaciones históricas de las mujeres, se sumaron numerosos señalamientos a candidatos de todos los partidos -y en especial al morenista Salgado Macedonio- por agresiones sexuales.Y en Jalisco hemos atestiguado la criminalización de la protesta y la severidad con la que desde el emecismo se ha señalado y juzgado las exigencias feministas, y para muestra un botón: la detención de diez mujeres el pasado mes de julio por protestar en las instalaciones de la Secretaría de Educación Jalisco contra la impunidad institucional frente a casos de violencia sexual sufridos por menores en escuelas de educación básica del estado.

Pero más allá de los dichos e inacciones, las cifras son frías, oscuras y dolorosas: la tendencia nacional de feminicidios va en aumento desde 2015 a la fecha (Secretariado Ejecutivo Nacional), y para septiembre de 2021, Jalisco ocupaba el tercer lugar a nivel federal por este delito. En la lista de los 10 municipios con más casos por feminicidio figuran en tercer lugar, San Pedro Tlaquepaque; en cuarto, Tlajomulco de Zúñiga; y en noveno y décimo, Guadalajara y Zapopan respectivamente. La tendencia en nuestro país de violencia intrafamiliar también ha ido en aumento desde 2015, y Jalisco se encuentra en el sexto lugar. Y lo mismo con las llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer, alza durante los últimos cinco años y Jalisco está en el cuarto lugar nacional.

Hago esta reflexión porque hoy más que nunca urge que las y los disputados legislen tomando en cuenta la grave situación actual. No olvidemos que el pasado 11 de agosto, el gobernador presentó una iniciativa de decreto de para la creación del Organismo Público Descentralizado “Red de centros de justicia para las mujeres”, y que si bien esto representa un punto de partida positivo, los retos no son pocos, por ejemplo, el tema presupuestario es latente pues ni siquiera se le ha asignado un monto ni existe claridad al respecto. Si queremos salir de este lapidante mar de violencias que se han normalizado, tenemos que pensar más allá de la lógica de los gobiernos en turno, tenemos que pensar de manera transgeneracional y poner en marcha mecanismos y medidas que atiendan de manera seria y eficaz la problemática.


* Vicepresidenta de Hagamos

De poco sirve a los gobiernos disfrazar datos y minimizar el tema de la violencia contra las mujeres porque además de irresponsable y vergonzoso, desatiende un grave problema que es innegable y va en incremento. Tanto el gobierno federal como el estatal han mostrado un insultante y doloroso desdén por los asuntos de género y su relación con las violencias que miles de mujeres enfrentan en el día a día.

Una y otra vez los discursos oficialistas han tratado de desviar la atención del tema, ya sea negándolo, sosteniendo que los índices delictivos van a la baja o que no es tan grave como parece. Y sus actos, en perfecta congruencia con ello, han demostrado su insensibilidad y miopía.

El presidente de la República ha hecho declaraciones donde tilda de conservadoras a las feministas y las acusa de querer afectar su imagen, y el gobernador de Jalisco por su parte, ha insistido una y otra vez en lo que él ve como una injustificada violencia. A nivel nacional, el cerco alrededor del Palacio Nacional en el marco del 8M y donde a las exigencias y reivindicaciones históricas de las mujeres, se sumaron numerosos señalamientos a candidatos de todos los partidos -y en especial al morenista Salgado Macedonio- por agresiones sexuales.Y en Jalisco hemos atestiguado la criminalización de la protesta y la severidad con la que desde el emecismo se ha señalado y juzgado las exigencias feministas, y para muestra un botón: la detención de diez mujeres el pasado mes de julio por protestar en las instalaciones de la Secretaría de Educación Jalisco contra la impunidad institucional frente a casos de violencia sexual sufridos por menores en escuelas de educación básica del estado.

Pero más allá de los dichos e inacciones, las cifras son frías, oscuras y dolorosas: la tendencia nacional de feminicidios va en aumento desde 2015 a la fecha (Secretariado Ejecutivo Nacional), y para septiembre de 2021, Jalisco ocupaba el tercer lugar a nivel federal por este delito. En la lista de los 10 municipios con más casos por feminicidio figuran en tercer lugar, San Pedro Tlaquepaque; en cuarto, Tlajomulco de Zúñiga; y en noveno y décimo, Guadalajara y Zapopan respectivamente. La tendencia en nuestro país de violencia intrafamiliar también ha ido en aumento desde 2015, y Jalisco se encuentra en el sexto lugar. Y lo mismo con las llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer, alza durante los últimos cinco años y Jalisco está en el cuarto lugar nacional.

Hago esta reflexión porque hoy más que nunca urge que las y los disputados legislen tomando en cuenta la grave situación actual. No olvidemos que el pasado 11 de agosto, el gobernador presentó una iniciativa de decreto de para la creación del Organismo Público Descentralizado “Red de centros de justicia para las mujeres”, y que si bien esto representa un punto de partida positivo, los retos no son pocos, por ejemplo, el tema presupuestario es latente pues ni siquiera se le ha asignado un monto ni existe claridad al respecto. Si queremos salir de este lapidante mar de violencias que se han normalizado, tenemos que pensar más allá de la lógica de los gobiernos en turno, tenemos que pensar de manera transgeneracional y poner en marcha mecanismos y medidas que atiendan de manera seria y eficaz la problemática.


* Vicepresidenta de Hagamos