/ martes 21 de abril de 2020

Misión, visión y valores

La palabra misión viene del latín misiso y el sufijo-sio, y se entiende como la acción de ser enviado; encargo o propósito que una persona debe cumplir. Como tal, misión es una tarea que se confiere a alguien o a un grupo de personas para realizarla, y la misma puede tener diferentes fines: diplomático, científico, empresarial, cultural, personal. En el aspecto religioso misión es el territorio en donde se lleva a cabo la tarea para evangelizar a los nativos en regiones inhóspitas y a su vez prestarles ayuda humanitaria.

Ahora bien, contextualizando el contenido anterior en el marco empresarial, se conoce a la misión como la declaración duradera del objeto, propósito o razón de ser de una negociación, que sirve como punto de referencia o base para la toma de decisiones y las acciones de todos los miembros de la empresa. Además de ello, sirve como fuente de inspiración y motivación, le da identidad a la empresa y permite informar qué es lo que hace la empresa y qué es lo que la diferencia de las demás, pudiendo esa diferenciación consistir en la calidad, en la claridad, el precio, la atención, antigüedad y la solidez del negocio.

La visión, etimológicamente, procede del latín visio, forma sustantiva abstracta de visius que quiere decir visto. Más ampliamente, se conceptúa como la capacidad de ver más allá en el tiempo y espacio y por encima de los demás, significa visualizar, ver con los ojos de la imaginación, en términos del resultado final que se pretende alcanzar. La visión es el sueño alcanzable a largo plazo, es, una inspiración y motivación para definir un marco y dirección de referencia, dicho de otra manera, es el futuro inspirado.

Es el camino al cual se dirige la empresa a mediano plazo, además, sirve de rumbo para orientar las decisiones estratégicas de crecimiento, atendiendo a los diferentes segmentos de interés que se encuentran en la periferia de la organización y aquellos elementos que inducen a la innovación.

En forma paralela, la misión, visión y valores no necesariamente se aplican solo a empresas, sino también en la propia familia ya que la palabra valores viene del latín valere lo que significa ser fuerte, aludiendo a todos aquellos principios que les permiten a los seres humanos realizarse como mejores personas mediante su comportamiento; con principios o cualidades que los caracterizan y que se consideran típicamente positivos o de gran importancia por un grupo social. De aquí que los valores se pueden clasificar según las prioridades de cada persona ayudándole a encaminar la vida y llegar a una autorrealización, estas creencias le permiten elegir entre una situación u otra, o entre una cosa u otra.

Desde otro punto de vista, el ser humano realiza una misión a través del ejercicio de una vocación entendiéndose como la capacidad que dan las diferentes cualidades, actitudes y aptitudes para ejercer los distintos trabajos que se nos encomienden dentro de un oficio o profesión; así también, esa vocación y misión se reflejan en diferentes estados de la vida: el matrimonio, la docencia, el sacerdocio, enseñar a nuestros hijos el mejor camino para vivir con respeto y dignidad, etc.

En este concepto puntual del matrimonio, las madres están destinadas a proteger a sus hijos en cada momento y los padres tienen la misión de enseñar a los hijos los valores familiares ya que todos deseamos que nuestros hijos sean buenas personas cuando crezcan. Eso es lo que comúnmente se reconoce como valores que son creencias que tenemos sobre aquellas conductas que consideramos correctas o incorrectas. ¿Cómo logramos cumplir con aquella misión? con el buen ejemplo y, en su oportunidad, sin desprotegerles, debemos dejarlos en libertad para que conozcan el mundo y sus peligros.

Respetable lector, sabemos que nuestra vida esta interrelacionada con principios básicos a efecto de ser hombres y mujeres de bien sabiendo que tenemos una misión, visión y valores que son la palanca para lograr los objetivos.

Rector General del Centro Universitario Uteg

E-mail: joseroque@uteg.edu.mx

La palabra misión viene del latín misiso y el sufijo-sio, y se entiende como la acción de ser enviado; encargo o propósito que una persona debe cumplir. Como tal, misión es una tarea que se confiere a alguien o a un grupo de personas para realizarla, y la misma puede tener diferentes fines: diplomático, científico, empresarial, cultural, personal. En el aspecto religioso misión es el territorio en donde se lleva a cabo la tarea para evangelizar a los nativos en regiones inhóspitas y a su vez prestarles ayuda humanitaria.

Ahora bien, contextualizando el contenido anterior en el marco empresarial, se conoce a la misión como la declaración duradera del objeto, propósito o razón de ser de una negociación, que sirve como punto de referencia o base para la toma de decisiones y las acciones de todos los miembros de la empresa. Además de ello, sirve como fuente de inspiración y motivación, le da identidad a la empresa y permite informar qué es lo que hace la empresa y qué es lo que la diferencia de las demás, pudiendo esa diferenciación consistir en la calidad, en la claridad, el precio, la atención, antigüedad y la solidez del negocio.

La visión, etimológicamente, procede del latín visio, forma sustantiva abstracta de visius que quiere decir visto. Más ampliamente, se conceptúa como la capacidad de ver más allá en el tiempo y espacio y por encima de los demás, significa visualizar, ver con los ojos de la imaginación, en términos del resultado final que se pretende alcanzar. La visión es el sueño alcanzable a largo plazo, es, una inspiración y motivación para definir un marco y dirección de referencia, dicho de otra manera, es el futuro inspirado.

Es el camino al cual se dirige la empresa a mediano plazo, además, sirve de rumbo para orientar las decisiones estratégicas de crecimiento, atendiendo a los diferentes segmentos de interés que se encuentran en la periferia de la organización y aquellos elementos que inducen a la innovación.

En forma paralela, la misión, visión y valores no necesariamente se aplican solo a empresas, sino también en la propia familia ya que la palabra valores viene del latín valere lo que significa ser fuerte, aludiendo a todos aquellos principios que les permiten a los seres humanos realizarse como mejores personas mediante su comportamiento; con principios o cualidades que los caracterizan y que se consideran típicamente positivos o de gran importancia por un grupo social. De aquí que los valores se pueden clasificar según las prioridades de cada persona ayudándole a encaminar la vida y llegar a una autorrealización, estas creencias le permiten elegir entre una situación u otra, o entre una cosa u otra.

Desde otro punto de vista, el ser humano realiza una misión a través del ejercicio de una vocación entendiéndose como la capacidad que dan las diferentes cualidades, actitudes y aptitudes para ejercer los distintos trabajos que se nos encomienden dentro de un oficio o profesión; así también, esa vocación y misión se reflejan en diferentes estados de la vida: el matrimonio, la docencia, el sacerdocio, enseñar a nuestros hijos el mejor camino para vivir con respeto y dignidad, etc.

En este concepto puntual del matrimonio, las madres están destinadas a proteger a sus hijos en cada momento y los padres tienen la misión de enseñar a los hijos los valores familiares ya que todos deseamos que nuestros hijos sean buenas personas cuando crezcan. Eso es lo que comúnmente se reconoce como valores que son creencias que tenemos sobre aquellas conductas que consideramos correctas o incorrectas. ¿Cómo logramos cumplir con aquella misión? con el buen ejemplo y, en su oportunidad, sin desprotegerles, debemos dejarlos en libertad para que conozcan el mundo y sus peligros.

Respetable lector, sabemos que nuestra vida esta interrelacionada con principios básicos a efecto de ser hombres y mujeres de bien sabiendo que tenemos una misión, visión y valores que son la palanca para lograr los objetivos.

Rector General del Centro Universitario Uteg

E-mail: joseroque@uteg.edu.mx