/ domingo 16 de diciembre de 2018

Ministros, senadores y diputados

Si el Poder Judicial de la Federación que encabezan los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cumplieran cabalmente con su deber como lo venden comercialmente en la inútil y costosa publicidad que se hacen en los distintos medios de comunicación, la situación de este país no fuera tan trágica como lo estamos viviendo en estos días y de ningún modo se les estuviera regateando todas las prebendas económicas que por tal estado de cosas saben que no lo merecen y por dignidad deberían de abstenerse de reclamar algo que no merecen porque los resultados ahí están y que han hecho de esa institución una cortesana del Ejecutivo en turno.

Los senadores en esa representación tan sublime de representar a los estados de la República, si también se desempeñaran con honor y el más alto sentido de responsabilidad que entraña tal representación, nunca debieron haber aceptado propuestas del Ejecutivo para ministros de la Suprema Corte, como entre otros, al hoy ministro Eduardo Tomás Medina Mora Icaza, con semejantes tachas en su desempeño, entre otros, como encargado de la seguridad en este país y que en premio a su servilismo al Ejecutivo en turno; el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, un fiscalista que ahora integra la Primera Sala, manejando las materias a las que siempre fue ajeno, penal y laboral y, que el Ejecutivo que lo propuso y el Senado que lo aprobó, antepusieron componendas políticas al interés de la nación, para componer un Órgano Jurisdiccional que de acuerdo a nuestro sistema de Gobierno, es el único medio que le permite a un país vivir en paz, crecer y desarrollarse armoniosamente, lo que evidencia la traición a la patria de un Senado acomodaticio y servil al Ejecutivo en turno.

Los diputados que deberían representar a lo que se reconoce en la Constitución, como la soberanía, que no es otra cosa, más que la voluntad del pueblo, que es el único soberano y que hoy los Ministros de la Corte, en otra más de sus pifias jurídicas y el envilecimiento de su función, que en el caso de Jalisco, entre otras designaciones, como son los integrantes del Consejo de la “caricatura” (Judicatura), que se han aparcelado los distintos partidos y distritos judiciales, manejando jueces a diestra y siniestra, con sendas cuotas económicas, que si no cumplen con ellas los mandaran a los partidos judiciales de menor importancia, que desde luego estos no están dispuestos a perder y que esto es tan cierto, que si se hiciera una investigación a ciencia y conciencia del nivel de vida que tienen jueces, magistrados y consejeros, estos dos últimos que se resistirán a la reducción de su salario, que de seguro es por pose y no porque realmente les preocupe ese descuento, ya que les genera más dividendos la corrupción y desde luego, con muy contadas excepciones, hay jueces y magistrados y que a esta sola expresión de mi parte, pudiera descalificar mi comentario y que si no estoy en condiciones de probarlo, porque tanto el que da como el que recibe se resiste a reconocerlo, porque en la estulticia jurídica del Código Penal del Estado, que sanciona al que da como al que recibe, será imposible probar lo aquí afirmado, pero insisto, si se investiga el nivel de vida de estos funcionarios, es más que obvio y lógico que el salario percibido, no se los permitiría; pero retomando el tema de la designación de magistrados y consejeros, para lo cual se ha convocado públicamente a los profesionales del derecho que cumplan con las bases de la convocatoria y los requisitos constitucionales, a lo que han acudido múltiples profesionales, que muchos de ellos con mejor perfil que los designados y han acudido a la justicia federal en busca de esta, hoy la Suprema Corte una vez más por la puerta fácil ha negado los amparos aduciendo que son decisiones soberanas de los Congresos y resultan ser inatacables por esa razón.

Señor Gobernador y Diputados del Congreso del Estado, los jaliscienses les exigimos que cumplan con su palabra dada en sus campañas y diversos discursos, que dejen de lado el aparcelamiento partidista y de grupos para que los nombramientos que hagan sobre los distintos servidores públicos, conozcan el medio a donde se les designa y desde luego tengan el mejor perfil y cumplan con los requisitos constitucionales establecidos, ya es el tiempo de crecer y madurar política y profesionalmente en el servicio público que el Estado tiene bajo su responsabilidad.


locb15@hotmail.com


Si el Poder Judicial de la Federación que encabezan los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cumplieran cabalmente con su deber como lo venden comercialmente en la inútil y costosa publicidad que se hacen en los distintos medios de comunicación, la situación de este país no fuera tan trágica como lo estamos viviendo en estos días y de ningún modo se les estuviera regateando todas las prebendas económicas que por tal estado de cosas saben que no lo merecen y por dignidad deberían de abstenerse de reclamar algo que no merecen porque los resultados ahí están y que han hecho de esa institución una cortesana del Ejecutivo en turno.

Los senadores en esa representación tan sublime de representar a los estados de la República, si también se desempeñaran con honor y el más alto sentido de responsabilidad que entraña tal representación, nunca debieron haber aceptado propuestas del Ejecutivo para ministros de la Suprema Corte, como entre otros, al hoy ministro Eduardo Tomás Medina Mora Icaza, con semejantes tachas en su desempeño, entre otros, como encargado de la seguridad en este país y que en premio a su servilismo al Ejecutivo en turno; el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, un fiscalista que ahora integra la Primera Sala, manejando las materias a las que siempre fue ajeno, penal y laboral y, que el Ejecutivo que lo propuso y el Senado que lo aprobó, antepusieron componendas políticas al interés de la nación, para componer un Órgano Jurisdiccional que de acuerdo a nuestro sistema de Gobierno, es el único medio que le permite a un país vivir en paz, crecer y desarrollarse armoniosamente, lo que evidencia la traición a la patria de un Senado acomodaticio y servil al Ejecutivo en turno.

Los diputados que deberían representar a lo que se reconoce en la Constitución, como la soberanía, que no es otra cosa, más que la voluntad del pueblo, que es el único soberano y que hoy los Ministros de la Corte, en otra más de sus pifias jurídicas y el envilecimiento de su función, que en el caso de Jalisco, entre otras designaciones, como son los integrantes del Consejo de la “caricatura” (Judicatura), que se han aparcelado los distintos partidos y distritos judiciales, manejando jueces a diestra y siniestra, con sendas cuotas económicas, que si no cumplen con ellas los mandaran a los partidos judiciales de menor importancia, que desde luego estos no están dispuestos a perder y que esto es tan cierto, que si se hiciera una investigación a ciencia y conciencia del nivel de vida que tienen jueces, magistrados y consejeros, estos dos últimos que se resistirán a la reducción de su salario, que de seguro es por pose y no porque realmente les preocupe ese descuento, ya que les genera más dividendos la corrupción y desde luego, con muy contadas excepciones, hay jueces y magistrados y que a esta sola expresión de mi parte, pudiera descalificar mi comentario y que si no estoy en condiciones de probarlo, porque tanto el que da como el que recibe se resiste a reconocerlo, porque en la estulticia jurídica del Código Penal del Estado, que sanciona al que da como al que recibe, será imposible probar lo aquí afirmado, pero insisto, si se investiga el nivel de vida de estos funcionarios, es más que obvio y lógico que el salario percibido, no se los permitiría; pero retomando el tema de la designación de magistrados y consejeros, para lo cual se ha convocado públicamente a los profesionales del derecho que cumplan con las bases de la convocatoria y los requisitos constitucionales, a lo que han acudido múltiples profesionales, que muchos de ellos con mejor perfil que los designados y han acudido a la justicia federal en busca de esta, hoy la Suprema Corte una vez más por la puerta fácil ha negado los amparos aduciendo que son decisiones soberanas de los Congresos y resultan ser inatacables por esa razón.

Señor Gobernador y Diputados del Congreso del Estado, los jaliscienses les exigimos que cumplan con su palabra dada en sus campañas y diversos discursos, que dejen de lado el aparcelamiento partidista y de grupos para que los nombramientos que hagan sobre los distintos servidores públicos, conozcan el medio a donde se les designa y desde luego tengan el mejor perfil y cumplan con los requisitos constitucionales establecidos, ya es el tiempo de crecer y madurar política y profesionalmente en el servicio público que el Estado tiene bajo su responsabilidad.


locb15@hotmail.com