/ lunes 15 de agosto de 2022

México en llamas

La verdad es que no encontraba la cuadratura al círculo. Me embarullaba con las voces de protesta y lamentos que dieron origen al presente artículo y como titularlo. Si embargo, de pronto apareció el hada de los escritores. Vinieron a mi mente dos estupendos libros, que hace tiempo leí y me cautivaron, ambos de periodistas de investigación y de épocas distintas.

"México bárbaro" de John Kenneth Turner, que es un compendio de sus artículos que le publicó The American Magazine en 1909 donde nos muestra en su crudeza la esclavitud en el sureste mexicano y el triste y fatal destino de los adversarios del General Porfirio Díaz; el otro libro: de la autoría de Anabel Hernández, con un título también sugestivo: "México en Llamas: el legado de Calderón" en el que hace un análisis crítico de la corrupción y la complicidad política en el sexenio del Presidente Felipe Calderón.

Y es que México está en llamas. Vehículos y viviendas incendiadas, bloqueos, asesinatos, muerte, horror, verdaderos ríos de sangre. México bárbaro.

La violencia incontrolable ha dejado miles de familias y niños en la miseria, en la orfandad; la delincuencia ha terminado con familias enteras, no le importan niños, ni ancianos, ni bebés, ni sacerdotes, ni amas de casa. Han acabado con vidas, presentes y futuros de ilusiones.

No hay piedad para nadie; ni siquiera los clérigos pueden estar exentos, ya no digamos a los periodistas a quienes se los hostiga, presiona, censura y calla. La vida ya carece de valor porque su privación representa la oportunidad a un grupo delincuencial de mostrarse en todo su poder y enviar una señal de advertencia a los grupos adversarios.

Los conflictos que surgen en el sórdido negocio de los estupefacientes y de las actividades ilícitas en general involucran a los grupos rivales, pero lamentablemente su violencia es tal, que rebasa los límites de la disputa y se extiende a la sociedad civil, quien indemne, solo espera no estar ni en el lugar ni en la hora equivocados porque hasta allí llegó su vida.

Las autoridades solo aciertan a decir las frases de cajón: "ya se está trabajando"; "vamos bien"; "ya se está investigando", "son pleitos de bandas rivales". Incompetentes o corruptos. Insensibles. Queremos hechos, no palabras.

Amable lector, piense en esto: Si usted como padre de familia ve que dos de sus hijos se están agrediendo físicamente, ¿no haría hasta lo imposible para ponerlos en paz? ¿le diría al resto de su familia alguna de esas frasecitas vergonzantes que escribí en el anterior párrafo? ¿Que haría usted?.

México está en llamas; está ardiendo; Chihuahua, Jalisco, Michoacán, Veracruz, Baja California, son muestras de que la situación está fuera de control; no tardarán en extenderse los actos de violencia a instalaciones estratégicas. Mientras, unos y otros niveles de gobierno se echan mutuamente la culpa, la violencia sigue, y las frasecitas huecas también. ¿hasta cuando?.

Los sofismas utilizados en el discurso oficial ya no tienen fuerza; cada vez más personas se desengañan y pierden la fe.

El Gobierno Federal es el responsable del mando y la dirección del país; pero desafortunadamente López Obrador no lo entiende. Carece del más elemental sentido de la sensibilidad y empatía con el verdadero dolor del pueblo; siente empatía solo por aquellos que le aplauden y lo siguen, por aquellos que le gritan vivas porque reciben de él los apoyos; por aquellos que lo acompañan a macanear o los pseudo periodistas de sus mañaneras.

Con Calderón tuvimos 60 mil muertos en su sexenio. Con "la esperanza de México" vamos a la mitad y ya tenemos 130 mil muertes. Las cifras lo dicen todo. López Obrador es el presidente en turno; a él le están matando mexicanos; él y solo él, es el responsable de lo que estamos viviendo. Es el comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, la suprema Ley, ha acaparado los poderes de una manera descomunal como para poner paz y orden en el país... si tuviera voluntad de hacerlo.

La violencia ha escalado bestialmente y sus políticas absurdas de los abrazos y la atención de las causas y los apoyos compra votos no sirven ni servirán. México Bárbaro. México en Llamas. México sin ley.

La verdad es que no encontraba la cuadratura al círculo. Me embarullaba con las voces de protesta y lamentos que dieron origen al presente artículo y como titularlo. Si embargo, de pronto apareció el hada de los escritores. Vinieron a mi mente dos estupendos libros, que hace tiempo leí y me cautivaron, ambos de periodistas de investigación y de épocas distintas.

"México bárbaro" de John Kenneth Turner, que es un compendio de sus artículos que le publicó The American Magazine en 1909 donde nos muestra en su crudeza la esclavitud en el sureste mexicano y el triste y fatal destino de los adversarios del General Porfirio Díaz; el otro libro: de la autoría de Anabel Hernández, con un título también sugestivo: "México en Llamas: el legado de Calderón" en el que hace un análisis crítico de la corrupción y la complicidad política en el sexenio del Presidente Felipe Calderón.

Y es que México está en llamas. Vehículos y viviendas incendiadas, bloqueos, asesinatos, muerte, horror, verdaderos ríos de sangre. México bárbaro.

La violencia incontrolable ha dejado miles de familias y niños en la miseria, en la orfandad; la delincuencia ha terminado con familias enteras, no le importan niños, ni ancianos, ni bebés, ni sacerdotes, ni amas de casa. Han acabado con vidas, presentes y futuros de ilusiones.

No hay piedad para nadie; ni siquiera los clérigos pueden estar exentos, ya no digamos a los periodistas a quienes se los hostiga, presiona, censura y calla. La vida ya carece de valor porque su privación representa la oportunidad a un grupo delincuencial de mostrarse en todo su poder y enviar una señal de advertencia a los grupos adversarios.

Los conflictos que surgen en el sórdido negocio de los estupefacientes y de las actividades ilícitas en general involucran a los grupos rivales, pero lamentablemente su violencia es tal, que rebasa los límites de la disputa y se extiende a la sociedad civil, quien indemne, solo espera no estar ni en el lugar ni en la hora equivocados porque hasta allí llegó su vida.

Las autoridades solo aciertan a decir las frases de cajón: "ya se está trabajando"; "vamos bien"; "ya se está investigando", "son pleitos de bandas rivales". Incompetentes o corruptos. Insensibles. Queremos hechos, no palabras.

Amable lector, piense en esto: Si usted como padre de familia ve que dos de sus hijos se están agrediendo físicamente, ¿no haría hasta lo imposible para ponerlos en paz? ¿le diría al resto de su familia alguna de esas frasecitas vergonzantes que escribí en el anterior párrafo? ¿Que haría usted?.

México está en llamas; está ardiendo; Chihuahua, Jalisco, Michoacán, Veracruz, Baja California, son muestras de que la situación está fuera de control; no tardarán en extenderse los actos de violencia a instalaciones estratégicas. Mientras, unos y otros niveles de gobierno se echan mutuamente la culpa, la violencia sigue, y las frasecitas huecas también. ¿hasta cuando?.

Los sofismas utilizados en el discurso oficial ya no tienen fuerza; cada vez más personas se desengañan y pierden la fe.

El Gobierno Federal es el responsable del mando y la dirección del país; pero desafortunadamente López Obrador no lo entiende. Carece del más elemental sentido de la sensibilidad y empatía con el verdadero dolor del pueblo; siente empatía solo por aquellos que le aplauden y lo siguen, por aquellos que le gritan vivas porque reciben de él los apoyos; por aquellos que lo acompañan a macanear o los pseudo periodistas de sus mañaneras.

Con Calderón tuvimos 60 mil muertos en su sexenio. Con "la esperanza de México" vamos a la mitad y ya tenemos 130 mil muertes. Las cifras lo dicen todo. López Obrador es el presidente en turno; a él le están matando mexicanos; él y solo él, es el responsable de lo que estamos viviendo. Es el comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, la suprema Ley, ha acaparado los poderes de una manera descomunal como para poner paz y orden en el país... si tuviera voluntad de hacerlo.

La violencia ha escalado bestialmente y sus políticas absurdas de los abrazos y la atención de las causas y los apoyos compra votos no sirven ni servirán. México Bárbaro. México en Llamas. México sin ley.