/ domingo 12 de agosto de 2018

Mensajes y señales de la sociedad a políticos y partidos

Por Eduardo Sadot


A la pregunta que se hacen los militantes de todos los partidos políticos de cómo recomponerse, ante la incertidumbre del futuro, sólo queda volver a empezar, igual que como se empieza en política, como saben hacerlo y lo hicieron antes de que la soberbia los perdiera, reconociendo y fortaleciendo los liderazgos seccionales, distritales, municipales, estatales y en general los verdaderos lideres populares de tierra, esos que fueron ignorados por sus organizaciones políticas y que decepcionados apoyaron al candidato de Morena a la Presidencia de México y a todos los candidatos de elección popular.

Para recomenzar y volver a construir sus partidos, es necesario volver a sus bases, a sus raíces, a sus orígenes, escuchar a su pueblo a su militancia, a sus simpatizantes, escuchar e impulsar a quienes propongan a cargos de elección popular, sin imposición arbitraria de sus dirigencias, de sus cúpulas. Que sus cúpulas no desprecien ni a su militancia, ni a sus simpatizantes y menos a los electores.

Pero hay algo todavía más importante que desde la elección de Enrique Peña Nieto no quisieron leer los políticos. Enrique Peña Nieto entonces, como ahora Andrés Manuel López Obrador, no leyeron o no quisieron leer que desde la elección de Peña que no ganó el PRI, ganó Peña como persona y como líder, igual que Morena como partido no ganó, ganó Andrés Manuel López Obrador, todos los candidatos que ganaron bajo las siglas de Morena tampoco ganaron por ellos, ganó el liderazgo de quienes entusiasmaron a los electores que los convenció y los llamó al voto. Ignorarlo es condenarse al error de creer que así se puede conservar el poder y seguir siendo Gobierno. Hace seis años con Peña Nieto, la sociedad mandó señales del desgaste de la clase política y de los partidos políticos y no quisieron escuchar. Volver a caer en el mismo error repetirá el resentimiento social, a pesar de que López Obrador cumpla y se esfuerce por ser un gran gobernante, no será suficiente.

Pero además, no hay que perder de vista, que aún consolidando los liderazgos, si se intentara llevar a los simpatizantes a cualquier partido político, léanse, PRI, PAN, PRD y Morena, tampoco es garantía de que se sumarán al Partido al que pretendan llevarlos, no necesariamente van a aceptarlo, pues el hartazgo social es contra la clase política y los partidos políticos. Prueba de ello es que los candidatos independientes alcanzaron segundos lugares, frente a la ola de votos que levantó a su favor López Obrador – que no Morena – se repitió el fenómeno de Cuauhtémoc Cárdenas, con la diferencia que además de los años de insistencia de AMLO, éste sí contó con la estructura para defender su voto y los ciudadanos desbordaron su inconformidad.

Si los dirigentes de todos los partidos y Morena no lo entienden o no alcanzan a leer los mensajes de los electores y recomponen sus estrategias en las próximas elecciones, salvo que despunten nuevos liderazgos o en su caso que despunten los candidatos independientes, ello serán quienes se erijan con el triunfo en las próximas elecciones. En el horizonte político de México, sólo se ven despuntar a los nuevos liderazgos independientes y separados de siglas partidistas.


sadot16@hotmail.com


Por Eduardo Sadot


A la pregunta que se hacen los militantes de todos los partidos políticos de cómo recomponerse, ante la incertidumbre del futuro, sólo queda volver a empezar, igual que como se empieza en política, como saben hacerlo y lo hicieron antes de que la soberbia los perdiera, reconociendo y fortaleciendo los liderazgos seccionales, distritales, municipales, estatales y en general los verdaderos lideres populares de tierra, esos que fueron ignorados por sus organizaciones políticas y que decepcionados apoyaron al candidato de Morena a la Presidencia de México y a todos los candidatos de elección popular.

Para recomenzar y volver a construir sus partidos, es necesario volver a sus bases, a sus raíces, a sus orígenes, escuchar a su pueblo a su militancia, a sus simpatizantes, escuchar e impulsar a quienes propongan a cargos de elección popular, sin imposición arbitraria de sus dirigencias, de sus cúpulas. Que sus cúpulas no desprecien ni a su militancia, ni a sus simpatizantes y menos a los electores.

Pero hay algo todavía más importante que desde la elección de Enrique Peña Nieto no quisieron leer los políticos. Enrique Peña Nieto entonces, como ahora Andrés Manuel López Obrador, no leyeron o no quisieron leer que desde la elección de Peña que no ganó el PRI, ganó Peña como persona y como líder, igual que Morena como partido no ganó, ganó Andrés Manuel López Obrador, todos los candidatos que ganaron bajo las siglas de Morena tampoco ganaron por ellos, ganó el liderazgo de quienes entusiasmaron a los electores que los convenció y los llamó al voto. Ignorarlo es condenarse al error de creer que así se puede conservar el poder y seguir siendo Gobierno. Hace seis años con Peña Nieto, la sociedad mandó señales del desgaste de la clase política y de los partidos políticos y no quisieron escuchar. Volver a caer en el mismo error repetirá el resentimiento social, a pesar de que López Obrador cumpla y se esfuerce por ser un gran gobernante, no será suficiente.

Pero además, no hay que perder de vista, que aún consolidando los liderazgos, si se intentara llevar a los simpatizantes a cualquier partido político, léanse, PRI, PAN, PRD y Morena, tampoco es garantía de que se sumarán al Partido al que pretendan llevarlos, no necesariamente van a aceptarlo, pues el hartazgo social es contra la clase política y los partidos políticos. Prueba de ello es que los candidatos independientes alcanzaron segundos lugares, frente a la ola de votos que levantó a su favor López Obrador – que no Morena – se repitió el fenómeno de Cuauhtémoc Cárdenas, con la diferencia que además de los años de insistencia de AMLO, éste sí contó con la estructura para defender su voto y los ciudadanos desbordaron su inconformidad.

Si los dirigentes de todos los partidos y Morena no lo entienden o no alcanzan a leer los mensajes de los electores y recomponen sus estrategias en las próximas elecciones, salvo que despunten nuevos liderazgos o en su caso que despunten los candidatos independientes, ello serán quienes se erijan con el triunfo en las próximas elecciones. En el horizonte político de México, sólo se ven despuntar a los nuevos liderazgos independientes y separados de siglas partidistas.


sadot16@hotmail.com