Así, indiferente se mostró el gabinete de Gobierno de la CDMX, los de Presidencia de la república y la clase política del país, ya no menciono a Diputados y Senadores quienes muchos se expresaron en redes hace una semana en la preocupación y solidaridad por el atentado y la salud del secretario de seguridad Omar García, donde también falleció una mujer que dejó en la orfandad a 2 hijas; una mujer de la clase trabajadora que pasaba por el lugar equivocado a la hora equivocada, para ella no hubo un tweet ni una palabra del presidente en el mensaje que transmitió en su mañanera desde Michoacán.
Los medios de comunicación presentaron la historia, hicieron visible la existencia con nombre y apellido de quien también fue víctima de ese atentado, una Mexicana de la clase trabajadora a la que por su muerte el gobierno ofreció 10 mil pesos a los familiares como una compensación, asi de ridícula la cantidad que nunca superará la pérdida, el adiós en medio de un muy sencillo funeral, la historia se hacía más viral y las presiones sólo lograron que el gobierno reaccionara y ahora ofrecieran 60 mil pesos y una beca de estudios para la hija mayor.
Insisto, ningún representante ciudadano se hizo presente en las redes, en las declaraciones, en las reacciones mismas, todo era para el Secretario de Seguridad a quien por cierto atendían en uno de los hospitales más caros de la CDMX y del cual usted y yo pagamos su recuperación, un costo superior, por cierto a los 60 mil pesos.
Más increíble es aún que ningún secretario de estado, un diputado, un senador, un gobernador siquiera le de atención en sus redes a los niños con cáncer; y lo digo porque el desafortunado Tweet de la Señora Beatriz Gutiérrez Müller el miércoles pudo ser una excelente marquesina para exponer intenciones de apoyo a estos pequeños que sufren y mueren a causa de la falta de tratamientos y medicamentos. Sólo el “Canelo” Alvarez se apersonó y pidió que Nariz Roja se comunicara a sus oficinas para que otorgara ayudas.
Esa es la parte que nos representa en el poder, la que de momento quizá ve que esta causa no les da votos en un año no electoral, o que simplemente es invisible a una realidad que rebasa toda proporción de insensibilidad, para ellos ni un solo discurso vale, es pues, la indiferencia que hace que hoy tengamos ese pensamiento en la administración pública; No todo es Covid-19, no todo es la reactivación económica o el viaje a Washington. Hay una solicitud de parte incluso de la propia esposa del Presidente: #ConLosNiñosNo, y que acaso ellos, los pequeñitos que sólo piden lo que necesitan para salir a jugar, para terminar sus estudios, para ser el México del futuro no entran en la misma generalidad de #Niños?
Lo más lamentable es que esa insensibilidad cuyo silencio está ahí no solamente refleja la misma indiferencia, sino la poca empatía ante este problema que sigue creciendo; y es que no hay manera de describir la desesperación que un padre siente al no ser escuchado, al perder su trabajo por la pandemia o por tomar tiempo de más para buscar ayuda para ese hijo que tiene una enfermedad que a tiempo puede curarse. No hay diputado, no hay senador que ofrezca esa ayuda, esa llave de esperanza, no, para ellos no hay discurso ni promesa, y peor, otros ni conocen siquiera la magnitud del problema, pero en los Datos de Palacio Nacional esto simplemente es invisible ; la secretaria de Gobernación les da largas, quiere apagar el fuego con la demagogia y la foto para evitar que el tema siga siendo tema, pero lo que no saben es que los Niños con cáncer son guerreros que nos están dando el mayor conocimiento: la insensibilidad de quienes gobiernan y la indiferencia de quienes pueden hacer, y no hacen.
