/ miércoles 5 de mayo de 2021

Más empresarios en la política

-Primera Parte-

En Jalisco, la participación franca de empresarios en la política se empezó a hacer notoria durante los gobiernos panistas de hace algunos años; principalmente los de Francisco Ramírez Acuña y de Emilio González Márquez. Y se ha vuelto a presentar durante la administración actual.

Un estimado compañero periodista de la radio recordó que antes de todo eso, ya el sector negocios intervenía directamente en el funcionamiento de los ayuntamientos, puesto que el cargo de vicepresidente municipal que existía en esos ayeres, era posición indiscutible de la iniciativa privada. No había ni qué alegar, pues iba derecha la flecha y no quedaba sino acatar la costumbre. El alcalde era del PRI y el vicealcalde de la IP.

Podemos también hacer memoria de que durante los regímenes blanquiazules antes mencionados, se sufría a la par una fuerte crisis económica y muchos negocios resintieron el impacto de tal problema. Siendo esto así, había buen número de empresarios con problemas financieros. Fue de ese modo que, por decirlo así, el gobierno panista les echó la mano dándoles un empleo, lo que se materializaba en un ingreso aceptable.

No faltó un hombre de negocios que rechazara esta versión, al comentar a los periodistas con cierta ironía, que no podía haber comparación entre lo que se gana en los negocios, y el salario de un funcionario. Sin embargo, había “otras cosas” que se le olvidó mencionar dentro de las canonjías que hay como parte de la posición dentro del poder público.

Cabe recordar que antes de la época blanquiazul -que en nuestro estado fue de 18 años, con los 3 sexenios de Bebeto, Paco y Emilio-, lo que rifaba era la aplanadora del PRI, que dirigía por la vía electoral, una especie de democracia representativa -así se le llamaba- mediante la cual se repartía buena porción de cargos públicos entre los sectores que formaban el partido, y que eran el campesino, el obrero y el popular.

De esta manera, siempre teníamos dentro del aparato gubernamental a elementos de la CNC, de la CROC, la CTM y la CNOP, por decir algo.

Ahora ya no, porque como el PRI ha sido relegado, se acabó aquel método y los nuevos partidos no se ve que tengan sectores. Los mal pensados han supuesto en un secreto a voces que el sistema del “dedazo” es lo que seguramente ha podido sobrevivir tras la debacle de la estrategia pasada. O a menos que por debajo del agua, se concedan posiciones a la CANACO, al CCIJ y a la COPARMEX.

Pues bien, estas son algunas de las cosas que han sucedido como parte de esta transformación que se está dando en nuestro sistema político estatal. Y no estamos hablando de la sonada “4ta. Transformación”, sino de una “2tª. Transformación” hacia una participación más amplia del empresariado en los puestos de mando. Aclaramos una vez más que la “1ª. Transformación” fue cuando en Jalisco “tronaban los chicharrones” del panismo. Y la segunda, la que estamos contemplando en el presente. Hay y habrá más empresarios dentro del aparato gubernamental.

Esperamos que todo sea para bien. (Continuará).

* Periodista

-Primera Parte-

En Jalisco, la participación franca de empresarios en la política se empezó a hacer notoria durante los gobiernos panistas de hace algunos años; principalmente los de Francisco Ramírez Acuña y de Emilio González Márquez. Y se ha vuelto a presentar durante la administración actual.

Un estimado compañero periodista de la radio recordó que antes de todo eso, ya el sector negocios intervenía directamente en el funcionamiento de los ayuntamientos, puesto que el cargo de vicepresidente municipal que existía en esos ayeres, era posición indiscutible de la iniciativa privada. No había ni qué alegar, pues iba derecha la flecha y no quedaba sino acatar la costumbre. El alcalde era del PRI y el vicealcalde de la IP.

Podemos también hacer memoria de que durante los regímenes blanquiazules antes mencionados, se sufría a la par una fuerte crisis económica y muchos negocios resintieron el impacto de tal problema. Siendo esto así, había buen número de empresarios con problemas financieros. Fue de ese modo que, por decirlo así, el gobierno panista les echó la mano dándoles un empleo, lo que se materializaba en un ingreso aceptable.

No faltó un hombre de negocios que rechazara esta versión, al comentar a los periodistas con cierta ironía, que no podía haber comparación entre lo que se gana en los negocios, y el salario de un funcionario. Sin embargo, había “otras cosas” que se le olvidó mencionar dentro de las canonjías que hay como parte de la posición dentro del poder público.

Cabe recordar que antes de la época blanquiazul -que en nuestro estado fue de 18 años, con los 3 sexenios de Bebeto, Paco y Emilio-, lo que rifaba era la aplanadora del PRI, que dirigía por la vía electoral, una especie de democracia representativa -así se le llamaba- mediante la cual se repartía buena porción de cargos públicos entre los sectores que formaban el partido, y que eran el campesino, el obrero y el popular.

De esta manera, siempre teníamos dentro del aparato gubernamental a elementos de la CNC, de la CROC, la CTM y la CNOP, por decir algo.

Ahora ya no, porque como el PRI ha sido relegado, se acabó aquel método y los nuevos partidos no se ve que tengan sectores. Los mal pensados han supuesto en un secreto a voces que el sistema del “dedazo” es lo que seguramente ha podido sobrevivir tras la debacle de la estrategia pasada. O a menos que por debajo del agua, se concedan posiciones a la CANACO, al CCIJ y a la COPARMEX.

Pues bien, estas son algunas de las cosas que han sucedido como parte de esta transformación que se está dando en nuestro sistema político estatal. Y no estamos hablando de la sonada “4ta. Transformación”, sino de una “2tª. Transformación” hacia una participación más amplia del empresariado en los puestos de mando. Aclaramos una vez más que la “1ª. Transformación” fue cuando en Jalisco “tronaban los chicharrones” del panismo. Y la segunda, la que estamos contemplando en el presente. Hay y habrá más empresarios dentro del aparato gubernamental.

Esperamos que todo sea para bien. (Continuará).

* Periodista