Gamaliel Guzmán González
A las 7:19 horas del 19 de septiembre del año de 1985, en la otrora Ciudad de México, Distrito Federal, tuvo lugar un tremendo sismo de 8.1 grados en la Escala de Richter, que rebasó más de dos minutos, cuyo epicentro se localizó frente a las costas del estado de Michoacán, muy cerca del Puerto de Lázaro Cárdenas, que dejó una estela de tres mil 192 personas muertas, según cifras del Gobierno de la República (GR), encabezado por el presidente Miguel de la Madrid Hurtado (MMH), salido de las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero que según la Sociedad Civil (SC), ascendieron aproximadamente a 200 mil personas fallecidas. Algunos sectores oficiales reconocían que pudieron ser hasta 20 mil muertos. El GR reconoció que aproximadamente 250 mil personas se quedaron sin casa-habitación.
Entre otros, se destruyeron: los edificios A1, B2 y C3 del Multifamiliar Juárez, en la Colonia Roma, edificios de ocho pisos de aproximadamente 200 de largo, llenos de departamentos casa-habitación, incluidas las azoteas. ¿Cuántos miles de personas vivían en esos multifamiliares? Además el Hospital General de México; el Hospital Juárez; el Centro Médico Nacional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); el edificio Nuevo León del Conjunto Nonoalco Tlatelolco; el Café Superleche; los Televiteatros; el Hotel Regis; el Hotel del Prado; el Conjunto Pino Suárez –dos Torres-; las Oficinas de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal; el edificio de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial; el edificio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; los edificios en que laboraban 1,500 costureras en la avenida San Antonio Abad y Calzada de Tlalpan; etcétera. De ahí la mentira del GR de que fueron 3,192 fallecidos.
Pero ocurrió una coincidencia macabra, consistente en que a los 32 años, el 19 de Septiembre del año 2017, a las 13.14 horas, se produjo otro sismo de 7.1 grados en la escala de Richter, con epicentro en los linderos del estado de Morelos con los del estado de Puebla –que se sintió más fuerte que el de 1985-, que ocasionó la destrucción de edificios que se desmoronaron como si fueran “castillos de naipes”, entre éstos: un edificio ubicado en San Luis Potosí, casi esquina con Medellín en la Colonia Roma, en la que no debió morir nadie porque se derrumbó 15 minutos después del sismo, y ya estaba desalojado, pero hubo quienes se volvieron a meter al mismo, y cuando estaban dentro se desplomó, entre ellos, Eric, a quien una hermana le llegó a hablar por altavoz; la escuela Enrique Rébsamen, con guardería, escuela primaria y escuela secundaria, en la que en forma por demás extraña medios televisivos buscaban viva a una supuesta menor de nombre Frida Sofía, cuyos padres nunca aparecieron. Se hizo presente la solidaridad internacional y llegaron con equipos sofisticados, elementos de lo países Japón, Israel, Alemania, España, Estados Unidos, El Salvador, Ecuador, Colombia, Chile, Argentina; acompañados muchos de sus elementos de binomios caninos, entrenados para la búsqueda de personas vivas o también ya fallecidas. Se ha informado que en la Ciudad de México han fallecido aproximadamente 300 personas en números redondos, pero que se han rescatado de los escombros aproximadamente 100 personas vivas.
¡Qué viva la solidaridad humana!
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