/ martes 7 de diciembre de 2021

Los niños migrantes en Guadalajara

Caminar por el Parque Agua Azul en el norte de la ciudad de Guadalajara por esas avenidas de Las Palmas y Washington es ver infinidad de niños que algunos caminan de la mano de sus padres, otros sin sus padres, niños de diferentes nacionalidades, originarios de lo que se conoce como Mesoamérica, desde Guatemala, El Salvador, Belice, Nicaragua y Honduras, así como de otros países de la zona del Caribe, niños que sin ningún apoyo institucional se encuentran en estado de indefensión en Jalisco, lo que representa a este Estado jalisciense una responsabilidad para esos menores de edad que no tienen patria y caminan sin rumbo por la ciudad de Guadalajara, sin escuela y sin hogar.

Así vemos por estas calles de la ciudad y en estos rincones de las Avenidas Washington, Federalismo, Ocho de Julio, así como de las calles de Inglaterra y Mariano Otero a estos pequeños en busca de comida, pidiendo limosna, haciendo fila para obtener una comida gratuita en los albergues del Ayuntamiento de Guadalajara, donde su futuro es cada día más incierto, ante una ciudad que se deshumaniza con el dolor infantil, no importando su condición humana, si hace frio, calor, lluvia si hay dolor, sed o hambre, el futuro de estos niños es incierto sin el acompañamiento de un tutor o padre de familia ante la necesidad humana de una adopción familiar.

Los Derechos Humanos son de condición universal no importando en este país su estatus migratorio, estos pequeños de origen mesoamericano también son humanos y en tal circunstancia tienen los beneficios y la protección de los Derechos Humanos que otorga la Constitución Política de México; niños que traspasaron las fronteras de su país para llegar a este Estado que hace tres años las caravanas de migrantes fueron recibidas por las autoridades de este gobierno con bombo y platillo con fiestas y con baile como lo hacía Layda Sansores en la ciudad de México.

Comentaba el Doctor Constantino del Río Pérez, Presidente del Comité Consultivo y Observatorio en Derechos Humanos, el día de la firma institucional con otros actores del gobierno del Estado y la Sociedad Civil, que hacen falta manos para recibir en los hogares a estos niños huérfanos, olvidados, violentados y humillados por la sociedad, por lo que es necesario tender puentes humanitarios para dar cobijo y calor humano a estos pequeños olvidados por la sociedad jalisciense.

Las personas nacemos con libertad, y la libertad de los seres humanos de estos niños migrantes que caminan sin identidad en un país ajeno a sus tradiciones y costumbres, es la que nos preocupa y nos ocupa, donde en esta libertad que es un don universal no se entiende cuando no es acompañada del calor humano como una manifestación de amor y protección hacia estos chiquitines que comienzan a construir en este país su futuro, haciendo necesario un verdadero estudio de la humanidad y del hombre mismo para no perder la sensibilidad del humanismo.

La migración infantil debe de ser atendida por las organizaciones civiles y el apoyo institucional, para construir el ideal de una vida cada día mejor que con calidad y calidez formemos a estos pequeños de origen mesoamericano.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio

Caminar por el Parque Agua Azul en el norte de la ciudad de Guadalajara por esas avenidas de Las Palmas y Washington es ver infinidad de niños que algunos caminan de la mano de sus padres, otros sin sus padres, niños de diferentes nacionalidades, originarios de lo que se conoce como Mesoamérica, desde Guatemala, El Salvador, Belice, Nicaragua y Honduras, así como de otros países de la zona del Caribe, niños que sin ningún apoyo institucional se encuentran en estado de indefensión en Jalisco, lo que representa a este Estado jalisciense una responsabilidad para esos menores de edad que no tienen patria y caminan sin rumbo por la ciudad de Guadalajara, sin escuela y sin hogar.

Así vemos por estas calles de la ciudad y en estos rincones de las Avenidas Washington, Federalismo, Ocho de Julio, así como de las calles de Inglaterra y Mariano Otero a estos pequeños en busca de comida, pidiendo limosna, haciendo fila para obtener una comida gratuita en los albergues del Ayuntamiento de Guadalajara, donde su futuro es cada día más incierto, ante una ciudad que se deshumaniza con el dolor infantil, no importando su condición humana, si hace frio, calor, lluvia si hay dolor, sed o hambre, el futuro de estos niños es incierto sin el acompañamiento de un tutor o padre de familia ante la necesidad humana de una adopción familiar.

Los Derechos Humanos son de condición universal no importando en este país su estatus migratorio, estos pequeños de origen mesoamericano también son humanos y en tal circunstancia tienen los beneficios y la protección de los Derechos Humanos que otorga la Constitución Política de México; niños que traspasaron las fronteras de su país para llegar a este Estado que hace tres años las caravanas de migrantes fueron recibidas por las autoridades de este gobierno con bombo y platillo con fiestas y con baile como lo hacía Layda Sansores en la ciudad de México.

Comentaba el Doctor Constantino del Río Pérez, Presidente del Comité Consultivo y Observatorio en Derechos Humanos, el día de la firma institucional con otros actores del gobierno del Estado y la Sociedad Civil, que hacen falta manos para recibir en los hogares a estos niños huérfanos, olvidados, violentados y humillados por la sociedad, por lo que es necesario tender puentes humanitarios para dar cobijo y calor humano a estos pequeños olvidados por la sociedad jalisciense.

Las personas nacemos con libertad, y la libertad de los seres humanos de estos niños migrantes que caminan sin identidad en un país ajeno a sus tradiciones y costumbres, es la que nos preocupa y nos ocupa, donde en esta libertad que es un don universal no se entiende cuando no es acompañada del calor humano como una manifestación de amor y protección hacia estos chiquitines que comienzan a construir en este país su futuro, haciendo necesario un verdadero estudio de la humanidad y del hombre mismo para no perder la sensibilidad del humanismo.

La migración infantil debe de ser atendida por las organizaciones civiles y el apoyo institucional, para construir el ideal de una vida cada día mejor que con calidad y calidez formemos a estos pequeños de origen mesoamericano.

* Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio