/ viernes 8 de febrero de 2019

Los líderes más populares

Gladys Pérez Martínez



La tabla de popularidad de la Asociación de Comunicación Política de España (Acop), en el 2018 posicionó a Vladimir Putin, Martín Vizcarra y Justin Trudeau al cierre del último trimestre como los líderes mundiales con mejores índices de aprobación en el mundo respectivamente.

Sin embargo, la aprobación de los mandatarios es muy variable y normalmente directamente proporcional a las medidas populares e impopulares que toman a lo largo de sus gobiernos. Es por ello que hay una curva de desgaste natural que tiene todo gobernante.

Ejemplo de ello es la estrepitosa caída de 11 puntos del Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau al pasar del 46% al 35% de aprobación en este último año de acuerdo a una encuesta del Instituto Angus Reid. O también tenemos el caso más reciente de México, con Enrique Peña Nieto quien asumió su Gobierno con un 42% de aprobación y terminó su mandato con un penoso 18%.

Ahora tenemos en México el caso de Andrés Manuel López Obrador, a quien la estrategia de combate al “huachicoleo” le ayudó a impulsar su popularidad con los mexicanos hasta un 86%, de acuerdo a un estudio realizado por El Financiero. El combate al “huachicol”, sin duda ha sido hasta ahora la medida más popular del Gobierno del actual presidente de México, misma que obtuvo un 80% de opiniones favorables y tan solo un 12% de desfavorables.

Estamos hablando de un 86% de popularidad del presidente de México, una cifra altísima que incluso en la actualidad es inusual de ver en el resto de líderes con mayores índices de aprobación en el mundo. Hasta el momento, una de las aprobaciones más altas de las últimas décadas la obtuvo Tony Blair con un 93% en 1997. Sin embargo, actualmente ni siquiera Vladimir Putin que ha sido un líder mundial que se ha mantenido constante en altos índices de aprobación está siquiera cerca de la cifra de Andrés Manuel.

Esta situación podría darnos a entender que al día de hoy el presidente de México es el líder mundial con mayor popularidad y legitimidad para gobernar, sin embargo, prevalece la coyuntura de Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela quien cuenta con un respaldo importantísimo a nivel internacional e interno. Lo interesante sería conocer en este punto estadísticas reales de la aprobación como figura de Guaidó al margen de la oposición venezolana, quien no cuenta precisamente con los mejores índices de apoyo según Delphos que para 2018 afirmó que el 40.8% de los ciudadanos venezolanos no aprobaban ni al Gobierno ni a la oposición.

La popularidad y la aprobación de las políticas de los gobernantes les ayuda a llevar a cabo medidas y políticas de una forma más ágil y sin tantos obstáculos políticos. Lo interesante será ver el comportamiento de este indicador en Andrés Manuel, quien al día de hoy pareciera ser el líder más aprobado a nivel internacional, y extrañamente cuenta con caídas ligeras que no implican un mayor desgaste de su imagen. ¿Será suerte o cuenta con un equipo de expertos que no le han permitido dar un paso en falso?


Politóloga

Twitter: @glapem_

Instagram: @glapem_

Gladys Pérez Martínez



La tabla de popularidad de la Asociación de Comunicación Política de España (Acop), en el 2018 posicionó a Vladimir Putin, Martín Vizcarra y Justin Trudeau al cierre del último trimestre como los líderes mundiales con mejores índices de aprobación en el mundo respectivamente.

Sin embargo, la aprobación de los mandatarios es muy variable y normalmente directamente proporcional a las medidas populares e impopulares que toman a lo largo de sus gobiernos. Es por ello que hay una curva de desgaste natural que tiene todo gobernante.

Ejemplo de ello es la estrepitosa caída de 11 puntos del Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau al pasar del 46% al 35% de aprobación en este último año de acuerdo a una encuesta del Instituto Angus Reid. O también tenemos el caso más reciente de México, con Enrique Peña Nieto quien asumió su Gobierno con un 42% de aprobación y terminó su mandato con un penoso 18%.

Ahora tenemos en México el caso de Andrés Manuel López Obrador, a quien la estrategia de combate al “huachicoleo” le ayudó a impulsar su popularidad con los mexicanos hasta un 86%, de acuerdo a un estudio realizado por El Financiero. El combate al “huachicol”, sin duda ha sido hasta ahora la medida más popular del Gobierno del actual presidente de México, misma que obtuvo un 80% de opiniones favorables y tan solo un 12% de desfavorables.

Estamos hablando de un 86% de popularidad del presidente de México, una cifra altísima que incluso en la actualidad es inusual de ver en el resto de líderes con mayores índices de aprobación en el mundo. Hasta el momento, una de las aprobaciones más altas de las últimas décadas la obtuvo Tony Blair con un 93% en 1997. Sin embargo, actualmente ni siquiera Vladimir Putin que ha sido un líder mundial que se ha mantenido constante en altos índices de aprobación está siquiera cerca de la cifra de Andrés Manuel.

Esta situación podría darnos a entender que al día de hoy el presidente de México es el líder mundial con mayor popularidad y legitimidad para gobernar, sin embargo, prevalece la coyuntura de Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela quien cuenta con un respaldo importantísimo a nivel internacional e interno. Lo interesante sería conocer en este punto estadísticas reales de la aprobación como figura de Guaidó al margen de la oposición venezolana, quien no cuenta precisamente con los mejores índices de apoyo según Delphos que para 2018 afirmó que el 40.8% de los ciudadanos venezolanos no aprobaban ni al Gobierno ni a la oposición.

La popularidad y la aprobación de las políticas de los gobernantes les ayuda a llevar a cabo medidas y políticas de una forma más ágil y sin tantos obstáculos políticos. Lo interesante será ver el comportamiento de este indicador en Andrés Manuel, quien al día de hoy pareciera ser el líder más aprobado a nivel internacional, y extrañamente cuenta con caídas ligeras que no implican un mayor desgaste de su imagen. ¿Será suerte o cuenta con un equipo de expertos que no le han permitido dar un paso en falso?


Politóloga

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