/ martes 19 de octubre de 2021

Los jóvenes a pagar impuestos

En el año de 1972, el Presidente de la República de Chile doctor Salvador Allende Gossens, pronunció una frase en el auditorio del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara “Es una contradicción biológica ser joven y no ser revolucionario”.

Los jóvenes son el alma de la política, representan el presente y el futuro de México, son los que ocuparan las instituciones jurídicas, políticas, económicas, culturales, deportivas y sociales de esta nación.

Asimismo son el espíritu de la transformación, crecimiento, desarrollo social y económico de las empresas privadas, los que darán los empleos que necesita esta nación el día de mañana.

Los jóvenes participan más en la política, se interesan y opinan de los problemas sociales por los que atraviesa este país, definen sus posiciones con sus creencias que son parte importante del modo del ser y existir de una forma ontológica y deontológica, el ser joven representa la frescura del pensamiento en la construcción de sus ideas, en la conversación académica, política, cultural y deportiva, en la creación y construcción de la belleza del lenguaje literario, en la composición musical con un género universal que se expresa en el movimiento del cuerpo cuando se baila y se liberan los prejuicios.

El ser joven y tener la ciudadanía de mexicano es un orgullo que nos da identidad nacional y pertenencia a la nación mexicana, es de presumir que llegar a los 18 años se hizo realidad el artículo 34 constitucional, es acreditar en esta nación que se tiene un modo honesto de vivir, es comprender la historia de la nación mexicana y obligarse como ciudadano a los derechos del artículo 35 constitucional.

Asimismo es obligarse al pago de los impuestos como dice el artículo 31 constitucional fracción IV, cuando se tiene un trabajo o bien cuando se compra algún producto que satisface las necesidades del ser humano con el registro obligado ante la Secretaría de Hacienda, pero siempre y cuando que se tenga una edad productiva en el desarrollo económico y familiar del joven donde queda inscrito con su número de contribuyente ante su registro federal, pero no antes, cuando estudia, se forma, piensa o desarrolla una actividad académica, cultural o deportiva y no recibe ingresos propios.

Si es antes de participar en una cadena productiva de trabajo y empresa, esta obligación de ley que el día de mañana se aprobará por la Cámara de Diputados puede crear un terrorismo fiscal que aunque no pague impuestos por no tener actividad productiva, su registro obligado ante la Secretaría de Hacienda puede ocasionar que para los tramites de su registro electoral tenga que llevar consigo su registro de contribuyente o bien para cualquier otro trámite como pueden ser las becas que el gobierno federal otorga a los jóvenes estudiantes.

Esto puede ocasionar un riesgo para los jóvenes ciudadanos que cumplan sus 18 años o los que ya los cumplieron para darse de alta a la lista nacional de contribuyentes, por lo que ser joven y no ser revolucionario es una contradicción biológica.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio

En el año de 1972, el Presidente de la República de Chile doctor Salvador Allende Gossens, pronunció una frase en el auditorio del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara “Es una contradicción biológica ser joven y no ser revolucionario”.

Los jóvenes son el alma de la política, representan el presente y el futuro de México, son los que ocuparan las instituciones jurídicas, políticas, económicas, culturales, deportivas y sociales de esta nación.

Asimismo son el espíritu de la transformación, crecimiento, desarrollo social y económico de las empresas privadas, los que darán los empleos que necesita esta nación el día de mañana.

Los jóvenes participan más en la política, se interesan y opinan de los problemas sociales por los que atraviesa este país, definen sus posiciones con sus creencias que son parte importante del modo del ser y existir de una forma ontológica y deontológica, el ser joven representa la frescura del pensamiento en la construcción de sus ideas, en la conversación académica, política, cultural y deportiva, en la creación y construcción de la belleza del lenguaje literario, en la composición musical con un género universal que se expresa en el movimiento del cuerpo cuando se baila y se liberan los prejuicios.

El ser joven y tener la ciudadanía de mexicano es un orgullo que nos da identidad nacional y pertenencia a la nación mexicana, es de presumir que llegar a los 18 años se hizo realidad el artículo 34 constitucional, es acreditar en esta nación que se tiene un modo honesto de vivir, es comprender la historia de la nación mexicana y obligarse como ciudadano a los derechos del artículo 35 constitucional.

Asimismo es obligarse al pago de los impuestos como dice el artículo 31 constitucional fracción IV, cuando se tiene un trabajo o bien cuando se compra algún producto que satisface las necesidades del ser humano con el registro obligado ante la Secretaría de Hacienda, pero siempre y cuando que se tenga una edad productiva en el desarrollo económico y familiar del joven donde queda inscrito con su número de contribuyente ante su registro federal, pero no antes, cuando estudia, se forma, piensa o desarrolla una actividad académica, cultural o deportiva y no recibe ingresos propios.

Si es antes de participar en una cadena productiva de trabajo y empresa, esta obligación de ley que el día de mañana se aprobará por la Cámara de Diputados puede crear un terrorismo fiscal que aunque no pague impuestos por no tener actividad productiva, su registro obligado ante la Secretaría de Hacienda puede ocasionar que para los tramites de su registro electoral tenga que llevar consigo su registro de contribuyente o bien para cualquier otro trámite como pueden ser las becas que el gobierno federal otorga a los jóvenes estudiantes.

Esto puede ocasionar un riesgo para los jóvenes ciudadanos que cumplan sus 18 años o los que ya los cumplieron para darse de alta a la lista nacional de contribuyentes, por lo que ser joven y no ser revolucionario es una contradicción biológica.

Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara.

antonio_dejesus@hotmail.com

twitter@mendozaAntoio