/ lunes 25 de julio de 2022

Los hechos | Teoría: exportar petróleo, tequila, aguacate y cannabis


En teoría, la legalización del consumo de la mariguana en México, permitiría un mejoramiento clave en las relaciones económicas y políticas entre nuestro país y los Estados Unidos.

Porque por lo que trata a nosotros, podríamos con este cambio borrar la imagen de malosos que se nos ha impuesto, como proveedores de droga a nuestros hermanos del vecino país del Norte. Al mismo tiempo, se blanquearía por completo el área del comercio exterior, ya que de golpe y porrazo dejaríamos atrás todo lo que empaña el panorama y nos convertiríamos en límpidos y potentes exportadores de petróleo, tequila, aguacate y mariguana.

Una imagen de verdad positiva y poderosa sería la que tendríamos no sólo a nivel regional, sino posiblemente mundial. Seríamos algo así como un gigante de las exportaciones.

Y es que como ya se ha dicho hasta el cansancio, con la legalización, las personas que hoy cultivan la cannabis indica fuera de la ley, pasarían a convertirse en honrados agricultores y prósperos exportadores. Con lo cual automáticamente las arcas nacionales se verían beneficiadas con el pago de impuestos por exportación. A la vez que se reducirían los gastos en seguridad que se hacen como parte del combate al narcotráfico. Sin contar que el índice delictivo se vendría notablemente a la baja al eliminarse la pugna sangrienta que se dice existe entre narcos por la disputa de cotos de poder.

El cambio que se menciona, con parecer simple, no deja de ser de gran trascendencia, puesto que a la fecha el papel que tiene México como importante proveedor de bienes a los EEU, se ve empañado por la cuestión del narcotráfico. El mexicano se ha caracterizado en el curso de su historia como un hombre trabajador, ordenado y emprendedor y de ello es muestra el gran esfuerzo que se realiza en la explotación y exportación del petróleo, la fabricación y venta de tequila y ahora el cultivo y exportación de aguacate. Sería por lo tanto un cambio notable, que a esta actividad se le agregara como siembra legal el asunto de la mariguana.

Y podría haber otra añadidura, con el caso de la exportación de mano de obra, que parece va a avanzar con la inminente aprobación de más visas de trabajo. No debemos olvidar que tal como lo acaba de mencionar el presidente López Obrador, en las relaciones México-Estados Unidos, nos necesitamos los unos a los otros.

Podemos recordar que en un principio el mexicano sólo vendía maíz a los EU. Pero los tiempos cambian y ahora estamos ante la oportunidad de afirmarnos como grandes exportadores. Ya lo dijimos: Como gigantes de la exportación.

Conviene hacer la pertinente aclaración de que con este paso no solamente nos beneficiaríamos los mexicanos, sino sobre todo lo estadounidense, puesto que ya no solamente tendrían una frontera sana y próspera al Norte, con Canadá, sino también una igual o mejor con sus queridos vecinos del Sur, es decir, con México.

Vivir en sana paz y en planos de prosperidad, he ahí el objetivo. Que como decimos, puede estar al alcance de la mano. Si seguimos actuado con buena voluntad, como lo hemos hecho desde siempre, y con tendencia a mejorar.


En teoría, la legalización del consumo de la mariguana en México, permitiría un mejoramiento clave en las relaciones económicas y políticas entre nuestro país y los Estados Unidos.

Porque por lo que trata a nosotros, podríamos con este cambio borrar la imagen de malosos que se nos ha impuesto, como proveedores de droga a nuestros hermanos del vecino país del Norte. Al mismo tiempo, se blanquearía por completo el área del comercio exterior, ya que de golpe y porrazo dejaríamos atrás todo lo que empaña el panorama y nos convertiríamos en límpidos y potentes exportadores de petróleo, tequila, aguacate y mariguana.

Una imagen de verdad positiva y poderosa sería la que tendríamos no sólo a nivel regional, sino posiblemente mundial. Seríamos algo así como un gigante de las exportaciones.

Y es que como ya se ha dicho hasta el cansancio, con la legalización, las personas que hoy cultivan la cannabis indica fuera de la ley, pasarían a convertirse en honrados agricultores y prósperos exportadores. Con lo cual automáticamente las arcas nacionales se verían beneficiadas con el pago de impuestos por exportación. A la vez que se reducirían los gastos en seguridad que se hacen como parte del combate al narcotráfico. Sin contar que el índice delictivo se vendría notablemente a la baja al eliminarse la pugna sangrienta que se dice existe entre narcos por la disputa de cotos de poder.

El cambio que se menciona, con parecer simple, no deja de ser de gran trascendencia, puesto que a la fecha el papel que tiene México como importante proveedor de bienes a los EEU, se ve empañado por la cuestión del narcotráfico. El mexicano se ha caracterizado en el curso de su historia como un hombre trabajador, ordenado y emprendedor y de ello es muestra el gran esfuerzo que se realiza en la explotación y exportación del petróleo, la fabricación y venta de tequila y ahora el cultivo y exportación de aguacate. Sería por lo tanto un cambio notable, que a esta actividad se le agregara como siembra legal el asunto de la mariguana.

Y podría haber otra añadidura, con el caso de la exportación de mano de obra, que parece va a avanzar con la inminente aprobación de más visas de trabajo. No debemos olvidar que tal como lo acaba de mencionar el presidente López Obrador, en las relaciones México-Estados Unidos, nos necesitamos los unos a los otros.

Podemos recordar que en un principio el mexicano sólo vendía maíz a los EU. Pero los tiempos cambian y ahora estamos ante la oportunidad de afirmarnos como grandes exportadores. Ya lo dijimos: Como gigantes de la exportación.

Conviene hacer la pertinente aclaración de que con este paso no solamente nos beneficiaríamos los mexicanos, sino sobre todo lo estadounidense, puesto que ya no solamente tendrían una frontera sana y próspera al Norte, con Canadá, sino también una igual o mejor con sus queridos vecinos del Sur, es decir, con México.

Vivir en sana paz y en planos de prosperidad, he ahí el objetivo. Que como decimos, puede estar al alcance de la mano. Si seguimos actuado con buena voluntad, como lo hemos hecho desde siempre, y con tendencia a mejorar.