/ miércoles 9 de marzo de 2022

Los Hechos | El Taco, toda una institución

-Primera de dos Partes-

Si alguna cosa debemos agradecer los mexicanos en lo que trata al ramo alimenticio, esa es indudablemente la honda tradición que tenemos en lo que trata a la elaboración y consumo de tacos, costumbre que afortunadamente se ha extendido en el tiempo y en el espacio. Desde hace muchos años, no hay día ni lugar en México, en que la ingesta de este alimento no se dé en enormes cantidades. De lo cual nos felicitamos no solamente porque se trata de una práctica típica y deliciosa, sino principalmente por el alto valor nutricional del alimento.

Sobre este tema, podemos señalar que en el curso de los años hemos lamentado la suerte que en algunos aspectos nos ha deparado la historia, como sería por ejemplo nuestra ubicación geográfica entre un gigante económico al Norte y un subcontinente subdesarrollado al Sur; la existencia de grandes yacimientos petrolíferos que muchas veces son irresistible tentación para los poderosos; el mestizaje indígena-español que es nuestro sello como raza; y algunas cosas más.

Sin embargo, frente a un sino que puede calificarse de adverso, tenemos la fortuna de contar con una tradición realmente valiosa en el ramo alimenticio como es el taco, que de acuerdo con la información disponible, mejora nuestro sistema inmune, reduce el colesterol malo, es aliado contra la diabetes, constituye una buena fuente de proteína y hierro y es gran fuente de calcio.

O sea que en este renglón de los nutrientes, el taco tiene bastante ventajas sobre otros bocadillos tradicionales en otras regiones del mundo, como serían los hot dogs hechos con residuos animales imprecisos; o las hamburguesas elaboradas con carne molida de dudosa composición; o pizzas con escasa proteína y exceso de carbohidratos.

Y es que el taco mexicano está hecho precisamente con tortilla de maíz y de preferencia con carne que puede ser de res, de cerdo, de pollo, de chivo o de borrego. O sea que tenemos todo de nuestro lado al contar con este valiosísimo alimento en lo que trata a la comida mexicana. Y no sólo eso, sino que a esto se agrega la ventaja de que el consumo de tacos forma parte de una gran tradición y su expendio constituye un sector realmente importante dentro de la economía.

Ya no solamente hay puestos en miles y más miles de esquinas de todas las ciudades del país, sino en negocios más ampliamente establecidos y hasta en restaurantes formales y de lujo.

Todo está pues de nuestra parte en lo que trata al taco como una altísima fuente alimenticia. Independientemente del riquísimo sabor que tiene. Y de que por su precio, está al alcance de todos. Y que se vende a todas horas. Antes sólo en la noche, pero desde hace tiempo, todo el día. Deberíamos hacerle un monumento. (Continuará)

-Primera de dos Partes-

Si alguna cosa debemos agradecer los mexicanos en lo que trata al ramo alimenticio, esa es indudablemente la honda tradición que tenemos en lo que trata a la elaboración y consumo de tacos, costumbre que afortunadamente se ha extendido en el tiempo y en el espacio. Desde hace muchos años, no hay día ni lugar en México, en que la ingesta de este alimento no se dé en enormes cantidades. De lo cual nos felicitamos no solamente porque se trata de una práctica típica y deliciosa, sino principalmente por el alto valor nutricional del alimento.

Sobre este tema, podemos señalar que en el curso de los años hemos lamentado la suerte que en algunos aspectos nos ha deparado la historia, como sería por ejemplo nuestra ubicación geográfica entre un gigante económico al Norte y un subcontinente subdesarrollado al Sur; la existencia de grandes yacimientos petrolíferos que muchas veces son irresistible tentación para los poderosos; el mestizaje indígena-español que es nuestro sello como raza; y algunas cosas más.

Sin embargo, frente a un sino que puede calificarse de adverso, tenemos la fortuna de contar con una tradición realmente valiosa en el ramo alimenticio como es el taco, que de acuerdo con la información disponible, mejora nuestro sistema inmune, reduce el colesterol malo, es aliado contra la diabetes, constituye una buena fuente de proteína y hierro y es gran fuente de calcio.

O sea que en este renglón de los nutrientes, el taco tiene bastante ventajas sobre otros bocadillos tradicionales en otras regiones del mundo, como serían los hot dogs hechos con residuos animales imprecisos; o las hamburguesas elaboradas con carne molida de dudosa composición; o pizzas con escasa proteína y exceso de carbohidratos.

Y es que el taco mexicano está hecho precisamente con tortilla de maíz y de preferencia con carne que puede ser de res, de cerdo, de pollo, de chivo o de borrego. O sea que tenemos todo de nuestro lado al contar con este valiosísimo alimento en lo que trata a la comida mexicana. Y no sólo eso, sino que a esto se agrega la ventaja de que el consumo de tacos forma parte de una gran tradición y su expendio constituye un sector realmente importante dentro de la economía.

Ya no solamente hay puestos en miles y más miles de esquinas de todas las ciudades del país, sino en negocios más ampliamente establecidos y hasta en restaurantes formales y de lujo.

Todo está pues de nuestra parte en lo que trata al taco como una altísima fuente alimenticia. Independientemente del riquísimo sabor que tiene. Y de que por su precio, está al alcance de todos. Y que se vende a todas horas. Antes sólo en la noche, pero desde hace tiempo, todo el día. Deberíamos hacerle un monumento. (Continuará)