Sin que puedan todavía olfatearse las razones, Claudia Sheinbaum Pardo y Marcelo Luis Ebrard Casaubón han sido “destapados” ruidosamente como precandidatos a la Presidencia de la República, por parte del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Claudia tiene 59 años y Marcelo 62.
A ellos se les ha mencionado desde hace algún tiempo con posibilidades de llegar a “la grande”, pero en esta semana que acaba de terminar se registraron eventos que equivalen a su lanzamiento prácticamente ya formal, aunque ciertamente algo anticipado.
Y no hay certeza de si el adelantar la jugada de parte de Morena pueda beneficiar a los aspirantes... o suceda todo lo contrario. Aunque esto solamente podrá verse al paso de los meses.
Ahora bien, lo que tenemos a la vista en este tema es que tal vez Ebrard sí tenga que trabajar de manera especial en acabar de configurar su imagen pública, porque si bien desde hace bastante tiempo ha sido considerado como el sucesor “natural” de Andrés Manuel López Obrador, su desempeño no ha sido tan “protagónico” como se podría esperar. ¿Y a qué se debe eso? Pues principalmente al hecho de que el cargo que tiene es el de titular de Relaciones Exteriores; y en México, ha sido el presidente AMLO quien ha estado al frente, de manera personal, en prácticamente todo lo que se refiere a la intervención de nuestro país en los asuntos internacionales más importantes.
La figura en los asuntos de interés mundial, siempre ha sido la de López Obrador. Ebrard, sin tener culpa alguna, se ve en segundo término. Pero bueno, son cosas circunstanciales que no afectan la buena imagen del titular de la SRE. Aunque como ya lo apuntamos antes, sí va ser necesario que Marcelo le apure en lo que trata al crecimiento y fortalecimiento de su figura.
Por el otro lado, con Claudia Sheinbaum ha sido todo lo contario, toda vez que como ella es la Jefa del Gobierno de la Ciudad de México, aparece en todos lados y para todas las cosas, dentro de la actividad oficial en la capital del país. Su grado de popularidad es innegable, aparte de que con un estilo parecido al del presidente de la República, se da tiempo para estar constantemente en contacto con sus gobernados, sin olvidar que también es partidaria de las ayudas directas a los ciudadanos.
Entonces, lo que le tocará a Claudia será en primer lugar mantener su nivel de aceptación a nivel capitalino y en segundo término trasladar esas conquistas a nivel nacional.
Volviendo a las comparaciones, tenemos que a Ebrard en un momento dado, podría favorecerle la buena relación que desde su puesto ha mantenido con los Estados Unidos y en general a nivel internacional.
Mientras que a la Sheimbaum, le ayuda el hecho de ser mujer y actualmente está de moda en el mundo, el llevar a más mujeres a los puestos de mando. (Continuará).
