/ sábado 11 de enero de 2020

Los desaparecidos ¿quién es responsable?

Desde hace más de dos sexenios, miles de familias mexicanas esperan que su ser querido regrese a casa. Los casos se acumulan a diario. Nuestro país cuenta con un reporte histórico de 61 mil 637 personas desaparecidas, de las cuales, en 2019 desaparecieron 9 mil 164, según las cifras dadas a conocer por la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana Osuna; lo que representa un aumento de 54%, de acuerdo al cálculo realizado con base a la última cifra oficial de 40 mil desaparecidos.

En este reporte, Jalisco se ubica como el estado con mayor número de personas desaparecidas en el país durante los primeros 13 meses del arranque del gobierno federal, con 2,100 personas en esa condición; además de liderar la lista en mujeres desaparecidas, con 275 casos, así como 212 registros de niñas y niños desaparecidos. Nuestra entidad es también uno de los estados con más fosas clandestinas y cuerpos exhumados en el país, informó Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración.

Tras estos resultados, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro y el titular del gabinete de seguridad, Macedonio Tamez, descalificaron el informe asegurando que se trataba de un ataque político y cuestionando la metodología, ya que en el reporte federal 20 fiscalías de otras entidades no presentaron Información. Si bien, hay que reconocer que a diferencia de la anterior administración, ha habido acciones en este sentido, como el aumento al presupuesto del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses o a la Fiscalía Especializada durante el año pasado, es una realidad que estos esfuerzos no han sido suficientes para el tamaño de la crisis, la prueba de ello es pasar a ser el primer estado con más desaparecidos, a pesar del aumento del presupuesto. Si a esto le sumamos que para 2020, dicho presupuesto será menor, el panorama no parece que vaya a cambiar, mucho menos cuando las autoridades desestiman la realidad.

Las recomendaciones y sentencias internacionales en materia de desaparición forzada, así como las presiones internas y coyunturas críticas han derivado en la creación de múltiples registros, herramientas y mecanismos de búsqueda de personas desaparecidas y extraviadas. La respuesta gubernamental ha sido mixta. Se cumplen en alguna medida elementos de tales recomendaciones, pero subsiste cierta ambivalencia e incertidumbre en cuanto a la efectividad y utilidad de las medidas sugeridas. Según los autores del libro “Desapariciones Forzadas”, Doria del Mar Vélez Salas y Manuel Alejandro Vélez Salas.

En este sentido, la responsabilidad gubernamental está principalmente en prevenir, investigar y sancionar los casos de desaparición de personas que ocurren a nivel federal, estatal y municipal. Es vital la coordinación entre los 3 niveles de gobierno y revisar punto por punto, en los rubros mencionados cuáles acciones han funcionado, con el objetivo de retomar experiencias exitosas y aplicarlas. Por ejemplo, en tema de prevención, el paradigma de seguridad ciudadana que busca la colaboración entre autoridades y sociedad para generar mejores condiciones en cada barrio, puede traer resultados positivos; la homologación de registros de personas desaparecidas y la no desestimación por parte de autoridades (como las de Jalisco), generaría mayor certidumbre a las familias, y lo más importante, poner como prioridad en el presupuesto a las distintas instancias relacionadas y que no se escatimen recursos en el accionar para evitar este tema que tanto lastima a nuestro país.

La desaparición forzada de personas es una práctica que implica la negación de todos los derechos humanos; la existencia de un sólo caso es inaceptable y las condiciones que las generan deben ser combatidas por las autoridades federales y locales; es un obstáculo que impide la consolidación de una cultura de paz sustentada en la observancia de los derechos humanos. No habrá paz en nuestro país, hasta que todas las familias sepan dónde está ese ser querido que un día salió de casa al trabajo, a la escuela, a un mandado, pero nunca volvió.

* Coordinador de Análisis y Comunicación del PAN Jalisco

Desde hace más de dos sexenios, miles de familias mexicanas esperan que su ser querido regrese a casa. Los casos se acumulan a diario. Nuestro país cuenta con un reporte histórico de 61 mil 637 personas desaparecidas, de las cuales, en 2019 desaparecieron 9 mil 164, según las cifras dadas a conocer por la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana Osuna; lo que representa un aumento de 54%, de acuerdo al cálculo realizado con base a la última cifra oficial de 40 mil desaparecidos.

En este reporte, Jalisco se ubica como el estado con mayor número de personas desaparecidas en el país durante los primeros 13 meses del arranque del gobierno federal, con 2,100 personas en esa condición; además de liderar la lista en mujeres desaparecidas, con 275 casos, así como 212 registros de niñas y niños desaparecidos. Nuestra entidad es también uno de los estados con más fosas clandestinas y cuerpos exhumados en el país, informó Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración.

Tras estos resultados, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro y el titular del gabinete de seguridad, Macedonio Tamez, descalificaron el informe asegurando que se trataba de un ataque político y cuestionando la metodología, ya que en el reporte federal 20 fiscalías de otras entidades no presentaron Información. Si bien, hay que reconocer que a diferencia de la anterior administración, ha habido acciones en este sentido, como el aumento al presupuesto del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses o a la Fiscalía Especializada durante el año pasado, es una realidad que estos esfuerzos no han sido suficientes para el tamaño de la crisis, la prueba de ello es pasar a ser el primer estado con más desaparecidos, a pesar del aumento del presupuesto. Si a esto le sumamos que para 2020, dicho presupuesto será menor, el panorama no parece que vaya a cambiar, mucho menos cuando las autoridades desestiman la realidad.

Las recomendaciones y sentencias internacionales en materia de desaparición forzada, así como las presiones internas y coyunturas críticas han derivado en la creación de múltiples registros, herramientas y mecanismos de búsqueda de personas desaparecidas y extraviadas. La respuesta gubernamental ha sido mixta. Se cumplen en alguna medida elementos de tales recomendaciones, pero subsiste cierta ambivalencia e incertidumbre en cuanto a la efectividad y utilidad de las medidas sugeridas. Según los autores del libro “Desapariciones Forzadas”, Doria del Mar Vélez Salas y Manuel Alejandro Vélez Salas.

En este sentido, la responsabilidad gubernamental está principalmente en prevenir, investigar y sancionar los casos de desaparición de personas que ocurren a nivel federal, estatal y municipal. Es vital la coordinación entre los 3 niveles de gobierno y revisar punto por punto, en los rubros mencionados cuáles acciones han funcionado, con el objetivo de retomar experiencias exitosas y aplicarlas. Por ejemplo, en tema de prevención, el paradigma de seguridad ciudadana que busca la colaboración entre autoridades y sociedad para generar mejores condiciones en cada barrio, puede traer resultados positivos; la homologación de registros de personas desaparecidas y la no desestimación por parte de autoridades (como las de Jalisco), generaría mayor certidumbre a las familias, y lo más importante, poner como prioridad en el presupuesto a las distintas instancias relacionadas y que no se escatimen recursos en el accionar para evitar este tema que tanto lastima a nuestro país.

La desaparición forzada de personas es una práctica que implica la negación de todos los derechos humanos; la existencia de un sólo caso es inaceptable y las condiciones que las generan deben ser combatidas por las autoridades federales y locales; es un obstáculo que impide la consolidación de una cultura de paz sustentada en la observancia de los derechos humanos. No habrá paz en nuestro país, hasta que todas las familias sepan dónde está ese ser querido que un día salió de casa al trabajo, a la escuela, a un mandado, pero nunca volvió.

* Coordinador de Análisis y Comunicación del PAN Jalisco