/ lunes 18 de mayo de 2020

López y Durazo dos apellidos que han ofendido a las FFAA

Hay dos antecedentes históricos, uno cuando el Presidente José López Portillo, (López) le concede por Decreto a su amigo Arturo Durazo, (Durazo) el grado de General de División con tres estrellas, lo que en su momento fue considerado una humillación para el Ejercito Mexicano. El otro antecedente, más administrativo y operativo sucedió durante el gobierno del presidente Felipe Calderón, pues las Fuerzas Armadas teniendo un esquema de inteligencia eficiente y exitoso, las decisiones estratégicas se dejaron en manos del Secretario de Seguridad, lo que provocó errores en el combate a la delincuencia y acciones que hoy son ventiladas en tribunales extranjeros contra quien tuvo esa responsabilidad.

En el diario oficial de la Federación se publicó el once de mayo de 2020 un Acuerdo presidencial, en que se hace uso de las Fuerzas Armadas para la Seguridad Nacional, en él se subordina ofensivamente a los comandantes de la Defensa y la Armada de México, sometiéndolos al mando del Secretario de Seguridad Pública, que es una dependencia del Ejecutivo Federal con el mismo nivel jerárquico de cualquier Secretaría de Estado o de Despacho – tal parece que – nadie alertó al Ejecutivo Federal de las consecuencias de subordinar a la Fuerza Militar a una dependencia, cuando, además de que el Presidente de la República y Jefe del Poder Ejecutivo Federal es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, lo que no requeriría de esa humillante medida, para pretender justificar la subordinación de estas instituciones al poder Civil, sino que además le rebaja – sino es que denigra – a un nivel jerárquico inferior al que por ley tienen.

Desde el principio, cuando el Presidente aseguró que las Fuerzas Armadas regresarían a los cuarteles para no intervenir en la Seguridad, evidenció desconocer a las Fuerzas Armadas. Después de haber señalado en su discurso de campaña, que se iba a evitar la militarización refiriéndose a la manera en que se manejó durante el gobierno de Felipe Calderón, ahora, la realidad le ha hecho reconocer tácitamente que no fué así. En torno al Presidente, hay una corriente de intelectualoides ignorantes izquierdosos, que no han sabido orientarle y asesorarle para aprovechar y apreciar el trabajo de las Fuerzas Armadas en beneficio de los mexicanos. Es evidente, que a poco más de un año de gobierno, el Presidente Obrador reconocen a las Fuerzas Armadas, la importancia que tienen para México y también su fracaso con la Guardia Nacional.

Lo que es destacable, es el respaldo que ha tenido el Presidente de la fuerza institucional de marinos y militares, como se dice en el argot militar “puro ti toca y ti toca, que si veti a hacer el airopuerto, que veti a combatir los narcos, que si veti a combatir el virus, que si veti a apagar el Popo, puro ti toca, ti toca … y ni un comisión, ni un vacacionis… puro ti toca, ti toca”

El gobierno sabe perfectamente que cuando se equivoca, quien da un paso al frente a ayudar a corregir los errores son las Fuerzas Armadas y abuzan de su nobleza, eso es inadmisible, es un tema de respeto y reconocimiento, a quien nunca dicen no, pero, también la autoridad civil debe saber, que si se equivoca, en el régimen militar una orden mal dada, implica responsabilidad, para el superior jerárquico, y nadie está exento de ello.

sadot16@hotmail.com

@EduardoSadot

Hay dos antecedentes históricos, uno cuando el Presidente José López Portillo, (López) le concede por Decreto a su amigo Arturo Durazo, (Durazo) el grado de General de División con tres estrellas, lo que en su momento fue considerado una humillación para el Ejercito Mexicano. El otro antecedente, más administrativo y operativo sucedió durante el gobierno del presidente Felipe Calderón, pues las Fuerzas Armadas teniendo un esquema de inteligencia eficiente y exitoso, las decisiones estratégicas se dejaron en manos del Secretario de Seguridad, lo que provocó errores en el combate a la delincuencia y acciones que hoy son ventiladas en tribunales extranjeros contra quien tuvo esa responsabilidad.

En el diario oficial de la Federación se publicó el once de mayo de 2020 un Acuerdo presidencial, en que se hace uso de las Fuerzas Armadas para la Seguridad Nacional, en él se subordina ofensivamente a los comandantes de la Defensa y la Armada de México, sometiéndolos al mando del Secretario de Seguridad Pública, que es una dependencia del Ejecutivo Federal con el mismo nivel jerárquico de cualquier Secretaría de Estado o de Despacho – tal parece que – nadie alertó al Ejecutivo Federal de las consecuencias de subordinar a la Fuerza Militar a una dependencia, cuando, además de que el Presidente de la República y Jefe del Poder Ejecutivo Federal es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, lo que no requeriría de esa humillante medida, para pretender justificar la subordinación de estas instituciones al poder Civil, sino que además le rebaja – sino es que denigra – a un nivel jerárquico inferior al que por ley tienen.

Desde el principio, cuando el Presidente aseguró que las Fuerzas Armadas regresarían a los cuarteles para no intervenir en la Seguridad, evidenció desconocer a las Fuerzas Armadas. Después de haber señalado en su discurso de campaña, que se iba a evitar la militarización refiriéndose a la manera en que se manejó durante el gobierno de Felipe Calderón, ahora, la realidad le ha hecho reconocer tácitamente que no fué así. En torno al Presidente, hay una corriente de intelectualoides ignorantes izquierdosos, que no han sabido orientarle y asesorarle para aprovechar y apreciar el trabajo de las Fuerzas Armadas en beneficio de los mexicanos. Es evidente, que a poco más de un año de gobierno, el Presidente Obrador reconocen a las Fuerzas Armadas, la importancia que tienen para México y también su fracaso con la Guardia Nacional.

Lo que es destacable, es el respaldo que ha tenido el Presidente de la fuerza institucional de marinos y militares, como se dice en el argot militar “puro ti toca y ti toca, que si veti a hacer el airopuerto, que veti a combatir los narcos, que si veti a combatir el virus, que si veti a apagar el Popo, puro ti toca, ti toca … y ni un comisión, ni un vacacionis… puro ti toca, ti toca”

El gobierno sabe perfectamente que cuando se equivoca, quien da un paso al frente a ayudar a corregir los errores son las Fuerzas Armadas y abuzan de su nobleza, eso es inadmisible, es un tema de respeto y reconocimiento, a quien nunca dicen no, pero, también la autoridad civil debe saber, que si se equivoca, en el régimen militar una orden mal dada, implica responsabilidad, para el superior jerárquico, y nadie está exento de ello.

sadot16@hotmail.com

@EduardoSadot