¿De qué privilegios gozan los depredadores de la ciudad? 13 años no fueron suficientes para que los empresarios que están detrás del proyecto Iconia le pagaran a Guadalajara los más de 680 millones de pesos en obras. Y digo que no fueron suficientes porque no hay obras, ni pagos, pero sí más y más meses de plazos para que entreguen las constrapresataciones que adeudan, cuando en realidad los convenios ya vencieron, por lo que el Ayuntamiento debe recuperar el parque.
El terreno de 13.6 hectáreas ubicado en la Calzada y Periférico, que los vecinos bautizamos como el parque Resistencia Huentitán, por el decreto 10421 debe ser un parque público. La codicia de algunos políticos de antaño permitió que se comercializara con el terreno, sin ninguna clase de beneficio para la población. Los convenios que se suscribieron son como papel muerto, nunca se cumplieron, los desarrolladores deben 678,170,000 pesos por incumplimiento, ya que todas las obras debieron de haber sido entregadas en junio del 2019.
A estas alturas no debería haber más prórrogas, no obstante, el alcalde de Guadalajara le extendió el plazo de pago, nuevamente, hasta el pasado 10 de marzo con la condición de que la empresa inicie con todas las obras para la ciudad. Pablo Lemus tiene la oportunidad de ser diferente y poner fin a años de omisiones y corrupción, sin embargo está siguiendo los mismo pactos que sus antecesores. ¿Por qué no quiere escuchar a los vecinos? ¿Por qué no se atreve a penalizar a los desarrolladores de Iconia por incumplimiento? ¿Por qué tantas facilidades a ellos cuando al ciudadano común no le perdonan ni el predial?
Para que no gane la impunidad se requieren personas valientes, como las vecinas y vecinos del barrio, las y los estudiantes, que hace un año, el 29 de marzo del 2021 entramos al predio, para vivir en el espacio por el que resistimos, para crecer junto a los árboles y promover, desde la defensa de la justicia, la cancelación del convenio con la empresa. Lo que logramos en esos 144 días, antes de que la fiscalía del estado de Jalisco entrara con armas e intimidación para sacarnos del parque, no es un hecho menor; logramos sembrar con éxito poco mas de mil árboles y devolverle al parque parte de la vida que le había sido arrebatada por la corrupción.
Hoy nuestra lucha resiste y queremos que Pablo escuche a la comunidad de Huentitán, ya que sus declaraciones sobre el tema dejan ver que está mal informado. El éxito de su gestión dependerá de qué tanto se desmarque de pactos corruptos y qué tanto se acerque a la gente, a quienes defendemos los parques, ya que la depredación se da también en otros espacios. El 11 de marzo dijo que las presiones han funcionado, que ya han iniciado las obras que se adeudan, sin embargo de las siguientes tres obras no hay ni un ladrillo, del malecón del CUAAD a la barranca de Belisario, del centro deportivo en ‘El disparate’, ni del parque lineal, razón suficiente para prescindir del convenio. Preocupa además que el alcalde mencione al polideportivo como ejemplo de que los empresarios de Iconia tienen la voluntad de pagar, siendo que dicha obra no figura dentro del convenio, es decir el polideportivo será de uso privado no es para la ciudad. A ese paso solo le falta decir que Iconia va bien porque ya vendió todos los departamentos.
Sabemos que la razón nos atiende, por ello invito al alcalde de Guadalajara, a su grupo de asesores y a los desarrolladores de Iconia a realizar una macro excursión por todas las supuesta “obras” que ya terminó la empresa. Llévense sus actas de entrega recepción, si es que existen; nosotros cargaremos argumentos y pruebas, para que en compañía de medios de comunicación, la discusión se lleve en la luz pública, no desde la oscuridad de una oficina. Por último, Lemus, rompe el pacto y salva a Huentitán.
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