/ lunes 15 de agosto de 2022

Las voces que faltan | El eco del Festival de la Resistencia

Ver materializado un sueño es satisfactorio, pero cuando ese deseo impacta en miles de personas te deja atónito, el asombro invade cada parte de tu cuerpo, tu rostro se transforma; en los mares de personas felices, disfrutando, ves reflejado el trabajo de meses, incluso años, de las personas que te rodean, de aquellos que creen, luchan, resisten. Hace tres años, el 12 de agosto del 2019 inicié mi campaña para presidir la FEU y mencioné públicamente por primera vez que haríamos un concierto con Residente. En ese momento me movía un ansia de cambiar nuestra realidad, no toda, quizá solo ese pedacito de mundo en el que transitamos, la colonia que habito y sus áreas naturales, la universidad que me dio un corazón de león y la FEU.

Considero que la mejor manera de inspirar es a través de nuestras acciones y algo que me marcó y me sigue inspirando todos los días es Huentitán, ver cómo los vecinos del barrio y yo rescatamos un espacio público por medio del arte, en específico por medio de la danza. Todos los viernes nos reuníamos en el Parque Mirador, donde yo impartía clases de salsa y construimos comunidad. Así me di cuenta de que apostar por la cultura es la respuesta.

Ahora los sueños son reales porque se sueña despierto”, es asombroso cómo opera la resistencia, pues excatamente tres años después de que dije que traería a Residente, el 12 de agosto de 2022 cantamos con él. El sueño se logró. Además era una fecha especial por ser el Día Internacional de la Juventud. Las juventudes somos las que transformaremos el mundo y para ello necesitamos semillas: semillas de empatía, solidaridad, creatividad, amor, justicia social… Para hacer brotar esas semillas se requiere resistencia, resistencia ante las adversidades, ante la violencia, resistir a la apatía, a la amarga idea de que las cosas no pueden ser diferentes. ¡El arte es revolución! Y la historia ha demostrado el poder de las revoluciones para transformar aquello que parecía imposible.

Traer a Residente no era por simple gusto, sino porque el mensaje de sus letras tiene eco con las luchas que tiene la FEU, la lucha por una educación verdaderamente pública y gratuita, la defensa del medio ambiente y el reclamo de justicia: “Soy el desarrollo en carne viva, un discurso político sin saliva. Soy la fotografía de un desaparecido, la sangre dentro de tus venas, soy un pedazo de tierra que vale la pena”. Conectar el mensaje con las juventudes requería mostrarles que ellos podían ser partícipes de la resistencia a través de buenas acciones, por ello propusimos que el concierto no tuviera costo, sino causa. La totalidad de los boletos se repartieron de forma gratuita, a cambio tenían que plantar un árbol, leer un libro, donar alimento para perros, reciclar pet y papel, escribir un ensayo, limpiar la playa, entre tantas otras actividades o por reconocimiento de acciones previas como haber donado sangre o cabello para niños con cáncer, o tener un alto promedio escolar. Detrás de cada boleto había una inversión de tiempo, esfuerzo y generosidad.

Cumplimos, el festival se convirtió en un punto de encuentro entre muchas generaciones que pudieron conocer a colectivos que resisten por las y los desaparecidos como FUNDEJ y Jóvenes buscadores de Jalisco; los que resisten por un medio ambiente sano como AJDA, Únete Huentitán, Defendamos el Cerro de la Reina, Amigos del Nixticuil, Unión de pueblos de la Cuenca Lerma Chapala Santiago Pacífico, Unidos por Jardines de la Paz, Tamacapulín, Parque Resistencia Huentitán; los que resisten por la autonomía universitaria como el CIDE y como lo hemos visto con nuestra propia casa de estudios.

Cantar, bailar, brincar, perrear, mostrar alegría, luego de haber vivido una pandemia, era más que necesario. El alcohol no es indispensable para divertirse, por ello dentro del Foro Alterno no se vendió ni una sola gota de alcohol. Sentir que la esparanza nos invade es más poderoso para bailar “hasta abajo sin pena, bien bellacoso, pero sin acoso”.

No quiero cerrar esta columna sin antes agradecer a los equipos que hicieron posible que el Festival de la Resistencia fuera un éxito: a la Universidad de Guadalajara, la Fundación Universidad de Guadalajara, a los patrocinadores y todas las organizaciones que participaron, a Proteccion Civil y Policía de Zapopan, en especial al equipo de Fernando Favela y por supuesto a todo el equipo de la FEU que se involucró en la planeación y realización de este inolvidable evento. “Aquí se respira lucha. Vamos caminando. Vamos dibujando el camino. Vamos caminando. Aquí estamos de pie. ¡Qué viva la América!”.


* Presidente de la FEU

Twitter. @JavierArmentaMX

Facebook. Javier Armenta @JArmentaMX

Ver materializado un sueño es satisfactorio, pero cuando ese deseo impacta en miles de personas te deja atónito, el asombro invade cada parte de tu cuerpo, tu rostro se transforma; en los mares de personas felices, disfrutando, ves reflejado el trabajo de meses, incluso años, de las personas que te rodean, de aquellos que creen, luchan, resisten. Hace tres años, el 12 de agosto del 2019 inicié mi campaña para presidir la FEU y mencioné públicamente por primera vez que haríamos un concierto con Residente. En ese momento me movía un ansia de cambiar nuestra realidad, no toda, quizá solo ese pedacito de mundo en el que transitamos, la colonia que habito y sus áreas naturales, la universidad que me dio un corazón de león y la FEU.

Considero que la mejor manera de inspirar es a través de nuestras acciones y algo que me marcó y me sigue inspirando todos los días es Huentitán, ver cómo los vecinos del barrio y yo rescatamos un espacio público por medio del arte, en específico por medio de la danza. Todos los viernes nos reuníamos en el Parque Mirador, donde yo impartía clases de salsa y construimos comunidad. Así me di cuenta de que apostar por la cultura es la respuesta.

Ahora los sueños son reales porque se sueña despierto”, es asombroso cómo opera la resistencia, pues excatamente tres años después de que dije que traería a Residente, el 12 de agosto de 2022 cantamos con él. El sueño se logró. Además era una fecha especial por ser el Día Internacional de la Juventud. Las juventudes somos las que transformaremos el mundo y para ello necesitamos semillas: semillas de empatía, solidaridad, creatividad, amor, justicia social… Para hacer brotar esas semillas se requiere resistencia, resistencia ante las adversidades, ante la violencia, resistir a la apatía, a la amarga idea de que las cosas no pueden ser diferentes. ¡El arte es revolución! Y la historia ha demostrado el poder de las revoluciones para transformar aquello que parecía imposible.

Traer a Residente no era por simple gusto, sino porque el mensaje de sus letras tiene eco con las luchas que tiene la FEU, la lucha por una educación verdaderamente pública y gratuita, la defensa del medio ambiente y el reclamo de justicia: “Soy el desarrollo en carne viva, un discurso político sin saliva. Soy la fotografía de un desaparecido, la sangre dentro de tus venas, soy un pedazo de tierra que vale la pena”. Conectar el mensaje con las juventudes requería mostrarles que ellos podían ser partícipes de la resistencia a través de buenas acciones, por ello propusimos que el concierto no tuviera costo, sino causa. La totalidad de los boletos se repartieron de forma gratuita, a cambio tenían que plantar un árbol, leer un libro, donar alimento para perros, reciclar pet y papel, escribir un ensayo, limpiar la playa, entre tantas otras actividades o por reconocimiento de acciones previas como haber donado sangre o cabello para niños con cáncer, o tener un alto promedio escolar. Detrás de cada boleto había una inversión de tiempo, esfuerzo y generosidad.

Cumplimos, el festival se convirtió en un punto de encuentro entre muchas generaciones que pudieron conocer a colectivos que resisten por las y los desaparecidos como FUNDEJ y Jóvenes buscadores de Jalisco; los que resisten por un medio ambiente sano como AJDA, Únete Huentitán, Defendamos el Cerro de la Reina, Amigos del Nixticuil, Unión de pueblos de la Cuenca Lerma Chapala Santiago Pacífico, Unidos por Jardines de la Paz, Tamacapulín, Parque Resistencia Huentitán; los que resisten por la autonomía universitaria como el CIDE y como lo hemos visto con nuestra propia casa de estudios.

Cantar, bailar, brincar, perrear, mostrar alegría, luego de haber vivido una pandemia, era más que necesario. El alcohol no es indispensable para divertirse, por ello dentro del Foro Alterno no se vendió ni una sola gota de alcohol. Sentir que la esparanza nos invade es más poderoso para bailar “hasta abajo sin pena, bien bellacoso, pero sin acoso”.

No quiero cerrar esta columna sin antes agradecer a los equipos que hicieron posible que el Festival de la Resistencia fuera un éxito: a la Universidad de Guadalajara, la Fundación Universidad de Guadalajara, a los patrocinadores y todas las organizaciones que participaron, a Proteccion Civil y Policía de Zapopan, en especial al equipo de Fernando Favela y por supuesto a todo el equipo de la FEU que se involucró en la planeación y realización de este inolvidable evento. “Aquí se respira lucha. Vamos caminando. Vamos dibujando el camino. Vamos caminando. Aquí estamos de pie. ¡Qué viva la América!”.


* Presidente de la FEU

Twitter. @JavierArmentaMX

Facebook. Javier Armenta @JArmentaMX