/ lunes 27 de junio de 2022

Las voces que faltan | El concierto que no tiene costo, tiene causa


Mucho se ha dicho de que los jóvenes de mi generación somos apáticos a la política e indiferentes a los problemas que acontecen en nuestra sociedad. Disiento. Las y los jóvenes somos apáticos al tufo de politiquería que estilan los medios de comunicación, a veces por tergiversar la información, otras veces por lo que decidieron no decir, esos silencios hablan por sí solos. La pobre gestión de los gobernantes, muchas veces carcomida por la corrupción, y los problemas sociales que se acrecientan, como el tema de las y los desaparecidos, han caído en una normalidad inconsciente, es así que encabezados que alertan que hay más de 16,000 desaparecidos en Jalisco no sorprenden, no inmutan, no concentran la indignación.

Para que nazca una ruta de acción que comprometa a la sociedad en general se necesitan semillas de resistencia. La educación pública es la semilla de la resistencia, porque solo a través de la educación es posible mirar con otros lentes los problemas medioambientales, de inseguridad y cuestionar a profundidad la violencia. La cultura que se transmite a través de la voz de los profesores, los libros que leemos, las documentales que miramos, siembran la idea de que las cosas pueden ser diferentes. El pobre acceso a la cultura impide que una mayor proporción de ciudadanos tome consciencia de las problemáticas que nos afectan y busquen sumarse a las resistencias. El agua que necesita la semilla de la resistencia para germinar es el arte.

Nuestra generación será indiferente a los encabezados de periódicos pagados, pero jamás a la historia de las mamás de los desaparecidos. El arte nos sensibiliza, disminuye la apatía, acrecienta la empatía; escuchamos con otra perspectiva la canción de las buscadoras, porque reconocemos que las personas desaparecidas no son cifras, cada ausencia es una historia de sufrimiento de una familia fragmentada. El arte siembra semillas de resistencia y es en esa toma de consciencia que las personas podemos tomar acción, sumarnos a un activismo, ya sea para defender un parque, o por la salud de los niños enfermos por insuficiencia renal por la contaminación del Río Lerma Santiago, o por justicia para las y los desaparecidos. Hay tantas causas en las que se requiere resistencia.

Conscientes de esto, desde la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) decidimos emprender una iniciativa para hacer el primer concierto de la historia de la ciudad que no tenga costo, pero sí muchas causas. Desde aquí convocamos a la primera edición del “Festival de la Resistencia” que contará con la participación estelar del artísta de talla mundial René Pérez Joglar, mejor conocido como Residente. Para poder obtener un boleto se requiere ser generoso y brindar parte de tu tiempo y esfuerzo para ayudar.

Además, este concierto se distinguirá por ofrecer una gran plataforma para visibilizar diferentes colectivos de todo tipo de causas, pues creará un vínculo entre los 30,000 jóvenes que podrán entrar al concierto luego de haber realizado una acción social. Las artes son instrumento de transformación, de movilización y de acción, ese es el lenguaje que hablamos los de mi generación, las historias cargadas de verdad son lo que nos hace vibrar, no las notas hechas a modo. De la resistencia emerge la creatividad que es el vehículo para exigir nuestras demandas de reinvindicación de derechos y justicia.

PD: Gracias a la Fundación Universidad de Guadalajara y a la Universidad de Guadalajara por hacerlo posible, a Fernando Favela por su apoyo y al Universo por conspirar para que esto sea posible; los sueños sí se logran, solo hay que trabajar duro y desearlo con el corazón.


Presidente de la FEU*

Twitter: @JavierArmentaMX

Facebook: Javier Armenta


Mucho se ha dicho de que los jóvenes de mi generación somos apáticos a la política e indiferentes a los problemas que acontecen en nuestra sociedad. Disiento. Las y los jóvenes somos apáticos al tufo de politiquería que estilan los medios de comunicación, a veces por tergiversar la información, otras veces por lo que decidieron no decir, esos silencios hablan por sí solos. La pobre gestión de los gobernantes, muchas veces carcomida por la corrupción, y los problemas sociales que se acrecientan, como el tema de las y los desaparecidos, han caído en una normalidad inconsciente, es así que encabezados que alertan que hay más de 16,000 desaparecidos en Jalisco no sorprenden, no inmutan, no concentran la indignación.

Para que nazca una ruta de acción que comprometa a la sociedad en general se necesitan semillas de resistencia. La educación pública es la semilla de la resistencia, porque solo a través de la educación es posible mirar con otros lentes los problemas medioambientales, de inseguridad y cuestionar a profundidad la violencia. La cultura que se transmite a través de la voz de los profesores, los libros que leemos, las documentales que miramos, siembran la idea de que las cosas pueden ser diferentes. El pobre acceso a la cultura impide que una mayor proporción de ciudadanos tome consciencia de las problemáticas que nos afectan y busquen sumarse a las resistencias. El agua que necesita la semilla de la resistencia para germinar es el arte.

Nuestra generación será indiferente a los encabezados de periódicos pagados, pero jamás a la historia de las mamás de los desaparecidos. El arte nos sensibiliza, disminuye la apatía, acrecienta la empatía; escuchamos con otra perspectiva la canción de las buscadoras, porque reconocemos que las personas desaparecidas no son cifras, cada ausencia es una historia de sufrimiento de una familia fragmentada. El arte siembra semillas de resistencia y es en esa toma de consciencia que las personas podemos tomar acción, sumarnos a un activismo, ya sea para defender un parque, o por la salud de los niños enfermos por insuficiencia renal por la contaminación del Río Lerma Santiago, o por justicia para las y los desaparecidos. Hay tantas causas en las que se requiere resistencia.

Conscientes de esto, desde la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) decidimos emprender una iniciativa para hacer el primer concierto de la historia de la ciudad que no tenga costo, pero sí muchas causas. Desde aquí convocamos a la primera edición del “Festival de la Resistencia” que contará con la participación estelar del artísta de talla mundial René Pérez Joglar, mejor conocido como Residente. Para poder obtener un boleto se requiere ser generoso y brindar parte de tu tiempo y esfuerzo para ayudar.

Además, este concierto se distinguirá por ofrecer una gran plataforma para visibilizar diferentes colectivos de todo tipo de causas, pues creará un vínculo entre los 30,000 jóvenes que podrán entrar al concierto luego de haber realizado una acción social. Las artes son instrumento de transformación, de movilización y de acción, ese es el lenguaje que hablamos los de mi generación, las historias cargadas de verdad son lo que nos hace vibrar, no las notas hechas a modo. De la resistencia emerge la creatividad que es el vehículo para exigir nuestras demandas de reinvindicación de derechos y justicia.

PD: Gracias a la Fundación Universidad de Guadalajara y a la Universidad de Guadalajara por hacerlo posible, a Fernando Favela por su apoyo y al Universo por conspirar para que esto sea posible; los sueños sí se logran, solo hay que trabajar duro y desearlo con el corazón.


Presidente de la FEU*

Twitter: @JavierArmentaMX

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