La defensa de los derechos humanos y asumir el rol que tenemos los jóvenes, a la par de ser resilientes y tomar acción, ha sido el compromiso de la actual gestión de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU). Este camino de tres años ya lleva más de la mitad caminados, por ello, sin duda es momento de reflexionar, presentar los avances alcanzados y reafirmar los objetivos para el próximo año.
Dicen que un buen juez, por su casa empieza; si pensamos en la FEU, es evidente lo mucho que se ha transformado en 30 años, sin embargo hay que reconocer también las deudas pentiendes, principalmente con mis compañeras. La violencia de género es un tema imprescindible a tratar, y que ocupa un espacio en las agendas de los gobiernos; se ha avanzado mucho pero la sombra que queda no podrá iluminarse hasta que haya justicia. Es por ello que desde la FEU elaboramos y aprobamos el primer protocolo para la prevención, atención y sanción de la violencia de género. Este instrumento busca que no haya más impunidad y que las víctimas reciban justicia; debo reconocer que tiene muchos puntos a mejorar, pero haber dado el primer paso es una muestra de que no queremos seguir siendo parte del problema. Resolver esta deuda histórica puede ser el verdadero legado de esta administración.
Vivimos momentos donde las universidades públicas han sido duramente golpeadas por los gobiernos, tanto a escala estatal como nacional, porque han olvidado que nuestro deber como estudiantes también es criticar el ejercicio del poder. Nuestro silencio no está a la venta. Defender la educación pública y la ciencia libre en México es una muestra de que el movimiento estudiantil sigue vivo, que late en los corazones de las y los estudiantes, que lo único que buscamos es que haya justicia.
El recorte presupuestal a la Universidad de Guadalajara para el 2022, aprobado por el Congreso de Jalisco e impulsado por el gobernador Enrique Alfaro, implica abrirle aún más la puerta a la deserción escolar y a los problemas de salud mental, es sepultar para siempre las aspiraciones de una generación por falta de butacas y recursos para formar estudiantes. Por nuestra parte seguiremos fieles a nuestros principios ideológicos y lucharemos por defender nuestra casa y el futuro de nuestra generación.
A su vez, el gobierno federal no canta mal las rancheras, en su intento de imposición, fuera de la ley, de Romero Tellaeche como director de CIDE, evidencia que los gobiernos creen que pueden pasar por encima de la autonomía universitaria. Resulta claro el poco valor que estos le dan a la educación pública. Al día de hoy, hemos tenido que incluir en nuestra lucha diaria palabras como: autonomía y la libertad de pensamiento. Hoy nos toca ser solidarios con la comunidad estudiantil del CIDE, porque no es una lucha individual sino una lucha que se repite en todas las universidades públicas.
¿Qué hará la FEU el próximo año? Las y los estudiantes seremos críticos para desafiar la realidad, vamos a señalar y luchar contra la corrupcion de la clase política en sus múltiples formas como: las alcancías rateras, el pacto inconfesable con los depredadores de la ciudad que buscan devorarse nuestras áreas verdes en detrimento de nuestra calidad de vida y expulsarnos de nuestro territorio; lucharemos contra al impunidad reinante detrás de las más de 15 mil personas desaparecidas, que no son una estadística, son personas con nombre y apellido, con una familia y una historia de vida. Nos toca ser resilientes para luchar por una vida digna y tomar acción para movilizarnos e impulsar todos los proyectos que puedan contribuir positivamente a la sociedad y a la comunidad estudiantil.
Léanlo bien, jamás contarán con la complicidad de nuestro silencio. Aquella frase de Salvador Allende lo expresa muy claro: “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, es así que a la juventud nos toca inspirar con el ejemplo y llevar el mensaje de la esperanza.
* Presidente de la FEU
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