Ante el ecocidio en Huentitán me queda claro que las autoridades que permitieron esto no tienen consciencia, ignoran la función de los ecosistemas, son los mismos que cuando se desborda un arrollo le echan la culpa a la gente por tirar basura en vez de asumir su responsabilidad por la mala planeación urbana, porque primero talan y queman para poder construir y después la madre tierra les muestra sus equívocos.
Los árboles que le daban vida al parque Resistencia Huentitán ya estaban bien enraizados. Cuando el 29 de marzo las y los estudiantes entramos al predio, lo hicimos cargando árboles, ellos eran nuestro estandarte, nos dimos prisa y en un día, con todo nuestro esfuerzo y convicción, plantamos 500 árboles, cifra que se duplicó durante nuestros 144 días de manifestación pacífica. Si nuestro movimiento se iba a llamar Resistencia, no había mejor ejemplo que un árbol porque ellos son guardianes de la tierra, siempre se mantienen en pie de lucha.
El pasado viernes 10 de septiembre, la ciudad perdió alrededor de 220 árboles que crecían sanos en el Parque Resistencia Huentitán, que echaban raíces, que conectaban nuestra lucha con el principio más básico, la vida. El trabajo que hicimos vecinos y activistas durante meses, los depredadores de la ciudad en cuestión de minutos lo devoraron con sus fauces de metal, con el silencio cómplice, característica de los gobiernos corruptos. ¿Dónde están las medidas de seguridad que solicitó la PRODEUR para el predio? Han guardado silencio. ¿Dónde está la compensación ambiental de las empresas? Está resuelta en los obscurito, donde dialogan depredadores con autoridades.
A pesar de que muchos árboles han muerto en la lucha, los depredadores no tienen campo abierto para hacer su negocio millonario. El lunes 6 de septiembre, el Presidente de México tuvo conocimiento del tema, se pronunció a favor de la gente y en contra de los tratos corruptos como Iconia; es solo cuestión de tiempo para que este tema escale a nivel internacional y escape de las manos de los jueces del estado de Jalisco que están coaptados por el gobernador. Lo seguiré diciendo porque el eco de estas palabras está trascendiendo, la razón nos atiende, la resistencia triunfará; un movimiento que lucha por el medio ambiente en los tiempos en que nos jugamos la supervivencia como especie, no puede perder.
Por cada árbol que cortan son más los guardianes que se integran a la resistencia. Los árboles que plantamos tarde o temprano se volverán a poner de pie. Pronto se abrirán las puertas para que todas y todos podamos disfrutar del parque, solo es cuestión de tender puentes, es decir, de hacer una red más grande para resistir juntos a los depredadores, para echar raíces firmes y reclamar lo que por historia y decreto nos pertenece. Te invito a estar atento, esta semana anunciaremos cómo puedes ayudar y formar parte de la Resistencia.
*Presidente de la FEU
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