/ miércoles 1 de abril de 2020

Las medidas extraordinarias

Abel Campirano Marin

De conformidad con el artículo 73 Constitucional, el Consejo de Salubridad General, que depende del Presidente de la República tendrá la obligación de dictar inmediatamente las medidas preventivas indispensables a través de la Secretaria de Salud; que tendrá carácter ejecutiva y sus disposiciones serán obedecidas por las autoridades administrativas del País.

Ese es el marco legal, del Programa Nacional implementado y busca con el confinamiento de los ciudadanos en sus casas, que se evite la propagación del Virus Covid 19 que se encuentra en la Fase 2.

Las autoridades puesto de su parte para exhortar a los mexicanos a que asumamos nuestra responsabilidad en la lucha en contra de este extraño enemigo que ha osado profanar con su planta nuestro suelo y pone en riesgo la vida de muchas personas.

Pero no hacemos caso; no nos caracterizamos por ser un pueblo disciplinado; aquí tiene estos vergonzosos ejemplos; nunca se evitó el grito homófobo en los estadios de futbol soccer a cada despeje del guardavallas y ni las sanciones de la FIFA surtieron efecto; el tipo que se da la vuelta prohibida en su automóvil, el que se estaciona en lugares destinados a personas con limitaciones físicas y muchos otros casos mas.

No estamos acostumbrados a acatar ordenes ni a seguir instrucciones; todo lo tomamos a broma incluso con la muerte y justamos nuestra irresponsabilidad en que somos un pueblo jacarandoso, alegre y bullangero que no respeta ni a la muerte. Triste orgullo.

Y aquí radica el problema principal en estos tiempos de contingencia; he visto como personas hacen caso omiso de las advertencias de la "sana distancia" y ese espacio físico de metro y medio que debe mediar entre las personas para evitar la propagación del virus, se rompe con facilidad. Cuando menos acordamos ya tenemos en la nuca la respiración agitada de nuestro vecinito de la fila, la tos o el estornudo del que está al lado y cuando volteamos con ojos de reproche nos responden con tímida sonrisa y encogimiento de hombros, sino es que con la mas completa indiferencia.

Pese a que medios de comunicación y redes sociales todos los días nos traen noticias de lo que acontece en Nueva York, California, España, Francia, Alemania, Irán, acá seguimos con la indolente filosofía del "aquí no pasa nada y si pasa, no pasa nada! ".

Lo cierto es que sí pasa. Al momento de escribir este artículo ya tenemos más de 1094 contagios y 28 personas fallecidas en nuestro país; en el mundo hay 838,061 casos y 41,261 muertos y por más que los médicos sostienen que la hidroxicloroquina es un bien medicamento para el combate del virus, no hay evidencias probadas de su efectividad por lo que el resguardo domiciliario parece ser la mejor medida antes de que ascienda esa curva de contagio y se convierta en una línea recta peligrosísima que de presentarse, hará pedazos el sistema hospitalario nacional.

Hay que tener responsabilidad, hay que ser ordenados, acatar instrucciones. Si no lo hacemos así, la autoridad procederá a poner orden, y declarar un estado de excepción en los términos del artículo 29 Constitucional, la suspensión de las garantías individuales en todo el país o en un territorio determinado el coloquialmente llamado toque de queda.

EL OCCIDENTAL (martes 31 de marzo, pág. 4, Local) informó que el Presidente Municipal de Tomatlán, bello Municipio de la costa norte de Jalisco, impuso toque de queda desde las 8 de la noche, arrestos de 12 a 36 horas y multas hasta por cinco mil pesos a quien no obedezca en quedarse en casa. Esto mismo puede pasar a nivel nacional. Ya pasó entre 1942 y 1945 con motivo de la segunda guerra mundial en tiempos del Presidente Manuel Avila Camacho y no es deseable repetirlo. En nosotros está.

Apliquemos las medidas ordinarias para evitar que nos impongan las medidas extraordinarias. No bajar la guardia para no tener que bajar la cortina.

Hasta la próxima semana.

@CampiranoWolff

Abel Campirano Marin

De conformidad con el artículo 73 Constitucional, el Consejo de Salubridad General, que depende del Presidente de la República tendrá la obligación de dictar inmediatamente las medidas preventivas indispensables a través de la Secretaria de Salud; que tendrá carácter ejecutiva y sus disposiciones serán obedecidas por las autoridades administrativas del País.

Ese es el marco legal, del Programa Nacional implementado y busca con el confinamiento de los ciudadanos en sus casas, que se evite la propagación del Virus Covid 19 que se encuentra en la Fase 2.

Las autoridades puesto de su parte para exhortar a los mexicanos a que asumamos nuestra responsabilidad en la lucha en contra de este extraño enemigo que ha osado profanar con su planta nuestro suelo y pone en riesgo la vida de muchas personas.

Pero no hacemos caso; no nos caracterizamos por ser un pueblo disciplinado; aquí tiene estos vergonzosos ejemplos; nunca se evitó el grito homófobo en los estadios de futbol soccer a cada despeje del guardavallas y ni las sanciones de la FIFA surtieron efecto; el tipo que se da la vuelta prohibida en su automóvil, el que se estaciona en lugares destinados a personas con limitaciones físicas y muchos otros casos mas.

No estamos acostumbrados a acatar ordenes ni a seguir instrucciones; todo lo tomamos a broma incluso con la muerte y justamos nuestra irresponsabilidad en que somos un pueblo jacarandoso, alegre y bullangero que no respeta ni a la muerte. Triste orgullo.

Y aquí radica el problema principal en estos tiempos de contingencia; he visto como personas hacen caso omiso de las advertencias de la "sana distancia" y ese espacio físico de metro y medio que debe mediar entre las personas para evitar la propagación del virus, se rompe con facilidad. Cuando menos acordamos ya tenemos en la nuca la respiración agitada de nuestro vecinito de la fila, la tos o el estornudo del que está al lado y cuando volteamos con ojos de reproche nos responden con tímida sonrisa y encogimiento de hombros, sino es que con la mas completa indiferencia.

Pese a que medios de comunicación y redes sociales todos los días nos traen noticias de lo que acontece en Nueva York, California, España, Francia, Alemania, Irán, acá seguimos con la indolente filosofía del "aquí no pasa nada y si pasa, no pasa nada! ".

Lo cierto es que sí pasa. Al momento de escribir este artículo ya tenemos más de 1094 contagios y 28 personas fallecidas en nuestro país; en el mundo hay 838,061 casos y 41,261 muertos y por más que los médicos sostienen que la hidroxicloroquina es un bien medicamento para el combate del virus, no hay evidencias probadas de su efectividad por lo que el resguardo domiciliario parece ser la mejor medida antes de que ascienda esa curva de contagio y se convierta en una línea recta peligrosísima que de presentarse, hará pedazos el sistema hospitalario nacional.

Hay que tener responsabilidad, hay que ser ordenados, acatar instrucciones. Si no lo hacemos así, la autoridad procederá a poner orden, y declarar un estado de excepción en los términos del artículo 29 Constitucional, la suspensión de las garantías individuales en todo el país o en un territorio determinado el coloquialmente llamado toque de queda.

EL OCCIDENTAL (martes 31 de marzo, pág. 4, Local) informó que el Presidente Municipal de Tomatlán, bello Municipio de la costa norte de Jalisco, impuso toque de queda desde las 8 de la noche, arrestos de 12 a 36 horas y multas hasta por cinco mil pesos a quien no obedezca en quedarse en casa. Esto mismo puede pasar a nivel nacional. Ya pasó entre 1942 y 1945 con motivo de la segunda guerra mundial en tiempos del Presidente Manuel Avila Camacho y no es deseable repetirlo. En nosotros está.

Apliquemos las medidas ordinarias para evitar que nos impongan las medidas extraordinarias. No bajar la guardia para no tener que bajar la cortina.

Hasta la próxima semana.

@CampiranoWolff