/ martes 14 de junio de 2022

Las lluvias en Guadalajara

La tormenta que vivimos los tapatíos el día lunes por la noche y madrugada del martes, con granizo, viento y agua, solo es el indicador de los malos gobiernos del municipio de Guadalajara que en calles y colonias que no se inundaban hoy son ríos y lagunas, como las calles de San Juan de Dios y el propio Mercado Libertad, conocido por los tapatíos como Mercado San Juan de Dios, este lugar es el inicio del comercio en el centro de Guadalajara, sus andadores son ríos ocasionados por las tormentas, los comerciantes pierden sus mercancías, primero un incendio y ahora esta tormenta donde la naturaleza no perdona las pésimas obras municipales de los gobiernos panistas, priistas y movimiento ciudadano, que sin planeación destruyen en lugar de construir, ya que la construcción es beneficio para la sociedad y no negocio para unos cuantos gobernantes que descuidan la obra pública con materiales de mala calidad y sin ningún compromiso social para el bienestar de la comunidad tapatía.

Los puentes y pasos a desnivel se convierten en un peligro para las familias que transitan por calles como López Mateos, Hidalgo, Belisario Domínguez en el lugar del Centro Médico donde acuden nuestros enfermos presentando un peligro para la comunidad tapatía, la ciudad no está preparada para los fenómenos de la naturaleza, las lluvias, el calor y el frío son parte de este fenómeno natural que vivimos los tapatíos.

Los antiguos sectores de Guadalajara se ven colapsados por las malas obras de las administraciones municipales, asimismo la infraestructura urbana en una ciudad que fue fundada en 1542, como es la nuestra que se encuentra con problemas de seguridad ciudadana, desde la criminalidad hasta la obra pública municipal, algunas calles como Pedro Ma. Anaya o también conocida como la Nueve C, desde la calle 54 hasta la 34, el gobierno municipal destruyo banquetas y desde hace tres meses aún siguen destruidas sin que autoridad alguna remedie esta situación de una falta de planeación estratégica en la obra pública urbana.

Guadalajara comienza a dejar de ser la ciudad amable, la perla de Occidente, la ciudad de las rosas, para convertirse en la ciudad de los arroyos, charcos y ríos en la ciudad con las banquetas y calles destruidas por la falta de un mantenimiento urbano, es la ciudad de las inundaciones, de la inseguridad urbana y humana, por lo que es muy importante para el actual gobierno municipal realizar una planeación y programación municipal desde el Norte hasta el Sur, del Este al Oeste, solucionando los problemas urbanos por los que atraviesan los tapatíos ante una falta de planeación municipal, visitando las comunidades, los barrios, las casas, así como las familias recordando cuando andaba en campaña el actual Presidente Municipal con su oferta política para obtener el voto de los tapatíos.

El trascender de los negocios a la política es una vocación de servicio y no de servirse del puesto político, el político se preocupa y se ocupa en el trabajo comunitario de su ciudad y no en las ambiciones políticas para ser gobernador del Estado.


*Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara

antonio_dejesus@hotmail.com




La tormenta que vivimos los tapatíos el día lunes por la noche y madrugada del martes, con granizo, viento y agua, solo es el indicador de los malos gobiernos del municipio de Guadalajara que en calles y colonias que no se inundaban hoy son ríos y lagunas, como las calles de San Juan de Dios y el propio Mercado Libertad, conocido por los tapatíos como Mercado San Juan de Dios, este lugar es el inicio del comercio en el centro de Guadalajara, sus andadores son ríos ocasionados por las tormentas, los comerciantes pierden sus mercancías, primero un incendio y ahora esta tormenta donde la naturaleza no perdona las pésimas obras municipales de los gobiernos panistas, priistas y movimiento ciudadano, que sin planeación destruyen en lugar de construir, ya que la construcción es beneficio para la sociedad y no negocio para unos cuantos gobernantes que descuidan la obra pública con materiales de mala calidad y sin ningún compromiso social para el bienestar de la comunidad tapatía.

Los puentes y pasos a desnivel se convierten en un peligro para las familias que transitan por calles como López Mateos, Hidalgo, Belisario Domínguez en el lugar del Centro Médico donde acuden nuestros enfermos presentando un peligro para la comunidad tapatía, la ciudad no está preparada para los fenómenos de la naturaleza, las lluvias, el calor y el frío son parte de este fenómeno natural que vivimos los tapatíos.

Los antiguos sectores de Guadalajara se ven colapsados por las malas obras de las administraciones municipales, asimismo la infraestructura urbana en una ciudad que fue fundada en 1542, como es la nuestra que se encuentra con problemas de seguridad ciudadana, desde la criminalidad hasta la obra pública municipal, algunas calles como Pedro Ma. Anaya o también conocida como la Nueve C, desde la calle 54 hasta la 34, el gobierno municipal destruyo banquetas y desde hace tres meses aún siguen destruidas sin que autoridad alguna remedie esta situación de una falta de planeación estratégica en la obra pública urbana.

Guadalajara comienza a dejar de ser la ciudad amable, la perla de Occidente, la ciudad de las rosas, para convertirse en la ciudad de los arroyos, charcos y ríos en la ciudad con las banquetas y calles destruidas por la falta de un mantenimiento urbano, es la ciudad de las inundaciones, de la inseguridad urbana y humana, por lo que es muy importante para el actual gobierno municipal realizar una planeación y programación municipal desde el Norte hasta el Sur, del Este al Oeste, solucionando los problemas urbanos por los que atraviesan los tapatíos ante una falta de planeación municipal, visitando las comunidades, los barrios, las casas, así como las familias recordando cuando andaba en campaña el actual Presidente Municipal con su oferta política para obtener el voto de los tapatíos.

El trascender de los negocios a la política es una vocación de servicio y no de servirse del puesto político, el político se preocupa y se ocupa en el trabajo comunitario de su ciudad y no en las ambiciones políticas para ser gobernador del Estado.


*Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara

antonio_dejesus@hotmail.com