/ miércoles 7 de abril de 2021

Las campañas y la lucha libre

Sin haber siquiera arrancado las campañas electorales, se presentaron en Jalisco los primeros conflictos respecto al proceso que el día de hoy tiene ya unos días en marcha, puesto que planillas presentadas por más de un partido han sido rechazadas por las autoridades del ramo.

Consideran los observadores que menos favorables no podrían ser los augurios para los trabajos que vamos a observar en el curso de los próximos dos meses, que son los de la acción pre-comicial… y que si no se pone remedio a tiempo, podrían lamentablemente extenderse hasta el día de las votaciones… y Dios no lo quiera, hasta las fechas subsiguientes.

¿Por qué los contendientes en estas lides acostumbran las zancadillas, los codazos y los piquetes a los ojos?... es la pregunta que seguramente se hacen muchos cándidos ciudadanos.

“Tal vez porque los políticos van mucho a la lucha libre”, fue una respuesta que sin pedírsela, hizo el pequeño demonio rojo de las conciencias, que de repente, con cuernitos, tridente y todo, se aprontó en la escena.

“Pero por qué no se dedican mejor a estudiar el arte de la buena política y se empeñan en atender las necesidades y las propuestas de los ciudadanos”, repuso el pequeño angelito de la imaginación, replegando sus alitas, con los codos recargados en sus rodillas y su quijada sobre el puño cerrado”.

“Los libros de Maquiavelo tal vez ya no están a la venta -prosiguió el diminuto demonio- y tampoco son muy aconsejables”.

Tras escuchar -por decirlo así- los razonamientos de los pequeños personajes de la conciencia colectiva, recordó el autor de esta columna, que en uno de los artículos recientes, hice la sugerencia de que en la propaganda electoral sería mejor abstenerse de los ataques y de la guerra sucia, para dedicarse a las propuestas sanas y constructivas.

“Sueños guajiros”, comentó el diablito rojo, otra vez sin que nadie se lo solicitara. Observamos que el satanacito opina de manera espontánea, seguramente porque afortunadamente, todavía hay entre nosotros personas que tienen la conciencia activa.

Cabe señalar que estando a penas en las primeras de cambio, ya los golpes a las zonas prohibidas se han puesto en el orden del día, dentro de la campaña electoral.

¿Qué no habrá quien ponga orden en todo esta desorganización que se empieza a organizar? ¿Quién podrá socorrernos?

“El Chapulín Colorado…” acotó en son de broma el diablito

“O las autoridades de las elecciones”, propuso tímidamente el angelito…

“Si no fueran parte del aparato”, agregó escéptico el diablito.

Y así, en este ambiente, comienzan las campañas con un futuro que es difícil -a lo mejor no tanto- adivinar.

Y a pesar de todo, hay quienes insisten en censurar las malas prácticas electorales y se inclinan decididamente a favor de las propuestas. ¿Obstinados? Ojalá y no…simplemente bien intencionados.

* Periodista

Sin haber siquiera arrancado las campañas electorales, se presentaron en Jalisco los primeros conflictos respecto al proceso que el día de hoy tiene ya unos días en marcha, puesto que planillas presentadas por más de un partido han sido rechazadas por las autoridades del ramo.

Consideran los observadores que menos favorables no podrían ser los augurios para los trabajos que vamos a observar en el curso de los próximos dos meses, que son los de la acción pre-comicial… y que si no se pone remedio a tiempo, podrían lamentablemente extenderse hasta el día de las votaciones… y Dios no lo quiera, hasta las fechas subsiguientes.

¿Por qué los contendientes en estas lides acostumbran las zancadillas, los codazos y los piquetes a los ojos?... es la pregunta que seguramente se hacen muchos cándidos ciudadanos.

“Tal vez porque los políticos van mucho a la lucha libre”, fue una respuesta que sin pedírsela, hizo el pequeño demonio rojo de las conciencias, que de repente, con cuernitos, tridente y todo, se aprontó en la escena.

“Pero por qué no se dedican mejor a estudiar el arte de la buena política y se empeñan en atender las necesidades y las propuestas de los ciudadanos”, repuso el pequeño angelito de la imaginación, replegando sus alitas, con los codos recargados en sus rodillas y su quijada sobre el puño cerrado”.

“Los libros de Maquiavelo tal vez ya no están a la venta -prosiguió el diminuto demonio- y tampoco son muy aconsejables”.

Tras escuchar -por decirlo así- los razonamientos de los pequeños personajes de la conciencia colectiva, recordó el autor de esta columna, que en uno de los artículos recientes, hice la sugerencia de que en la propaganda electoral sería mejor abstenerse de los ataques y de la guerra sucia, para dedicarse a las propuestas sanas y constructivas.

“Sueños guajiros”, comentó el diablito rojo, otra vez sin que nadie se lo solicitara. Observamos que el satanacito opina de manera espontánea, seguramente porque afortunadamente, todavía hay entre nosotros personas que tienen la conciencia activa.

Cabe señalar que estando a penas en las primeras de cambio, ya los golpes a las zonas prohibidas se han puesto en el orden del día, dentro de la campaña electoral.

¿Qué no habrá quien ponga orden en todo esta desorganización que se empieza a organizar? ¿Quién podrá socorrernos?

“El Chapulín Colorado…” acotó en son de broma el diablito

“O las autoridades de las elecciones”, propuso tímidamente el angelito…

“Si no fueran parte del aparato”, agregó escéptico el diablito.

Y así, en este ambiente, comienzan las campañas con un futuro que es difícil -a lo mejor no tanto- adivinar.

Y a pesar de todo, hay quienes insisten en censurar las malas prácticas electorales y se inclinan decididamente a favor de las propuestas. ¿Obstinados? Ojalá y no…simplemente bien intencionados.

* Periodista