/ miércoles 22 de julio de 2020

La violencia incontrolable


Abel Campirano Marin

104 cuerpos se habían exhumado al día de ayer de la fosa clandestina ubicada en El Mirador II en Tlajomulco de Zúñiga. En ese mismo Municipio, el año pasado se localizó otra fosa clandestina en la que se extrajeron restos de 50 personas.

Paulatinamente hemos ido perdiendo la capacidad de asombro; secuestros, violaciones, homicidios, violencia intrafamiliar, la muerte se ha convertido en el fiel compañero de la vida cotidiana y hemos pasado del azoro a la indiferencia.

Es inconcebible como se ha venido incrementando a nivel nacional la violencia; prácticamente ningún Estado se escapa y una buena parte de los municipios. Ya tuvimos un escándalo a nivel mundial con aquél problema de la saturación del Instituto de Ciencias Forenses, una muestra clara del clima de violencia que se respira a diario en nuestra Ciudad.

Jalisco tristemente es el primer lugar en los hallazgos de restos enterrados irregularmente en fosas clandestinas y representa la cuarta parte de los 1,682 cadáveres encontrados desde diciembre de 2018 hasta junio de 2020.

Políticas públicas más que ineficientes donde no se escapa nadie de la crítica; cuando recién circulaba en días pasados en redes sociales un video en el que un grupo armado hacía ostentación de su poderío, se apuraron las más altas esferas en decir que era un montaje, así lo dijeron de botepronto, pero cuando se pusieron a analizar con cuidado, entendieron que era verídico, y entonces corrigiendo el error, dijeron que si bien era cierto que se estaba mostrando un comando con un excelente equipamiento táctico y muy bien armado, en realidad no había nada de qué preocuparse ya que lo que estaban haciendo era lanzar una amenaza pero a otro grupo armado.

Hágame usted el favor. Admitir este tipo de respuestas significa que el pueblo no tiene de qué preocuparse; todo lo que hay de violencia entre los grandes grupos de poder fáctico y el problema es entre ellos; el País está en paz y trabajando como decían antaño las notas de ocho columnas de los periódicos al día siguiente de un informe presidencial ocultando nefastas realidades. Quieren tapar el sol con un dedo.

Se están viendo las cosas de soslayo, exactamente como cuando empezaba la pandemia en que muchas personas negaban la existencia del virus y su enorme riesgo, desdeñando al Covid19 simplemente porque no tenían ninguna referencia cercana de contagio. De la misma manera si no se tiene una experiencia próxima del secuestro de algún familiar, de un asalto, de un homicidio, de un robo a casa habitación, de un feminicidio, de una desaparición forzada, de un hecho delictuoso en general, el país está "en paz y trabajando"; en otras palabras estamos como los avestruces, metiendo la cabeza en un orificio dejando todo nuestro cuerpo fuera.

La Ciudadanía exige del Gobierno un hasta aquí a la violencia desatada e incontrolable; no ayuda el saber que "es pleito entre ellos" como alguien de la administración pasada decía.

El gobierno debe cumplir su tarea; está para poner orden no para permanecer como espectador de una lucha entre criminales, máxime una lucha que ha costado innumerables pérdidas humanas y patrimoniales como víctimas colaterales.

Estamos hasta el tope de retórica y discursos inocuos e inicuos; queremos hechos y no palabras. La violencia debe parar ya.

Jalisco otrora el Estado líder en Agroindustria ahora está convertido en el cementerio de la nación, en el lugar por excelencia de las fosas clandestinas.

No se vale.

@CampiranoWolff

lcampirano@yahoo.com


Abel Campirano Marin

104 cuerpos se habían exhumado al día de ayer de la fosa clandestina ubicada en El Mirador II en Tlajomulco de Zúñiga. En ese mismo Municipio, el año pasado se localizó otra fosa clandestina en la que se extrajeron restos de 50 personas.

Paulatinamente hemos ido perdiendo la capacidad de asombro; secuestros, violaciones, homicidios, violencia intrafamiliar, la muerte se ha convertido en el fiel compañero de la vida cotidiana y hemos pasado del azoro a la indiferencia.

Es inconcebible como se ha venido incrementando a nivel nacional la violencia; prácticamente ningún Estado se escapa y una buena parte de los municipios. Ya tuvimos un escándalo a nivel mundial con aquél problema de la saturación del Instituto de Ciencias Forenses, una muestra clara del clima de violencia que se respira a diario en nuestra Ciudad.

Jalisco tristemente es el primer lugar en los hallazgos de restos enterrados irregularmente en fosas clandestinas y representa la cuarta parte de los 1,682 cadáveres encontrados desde diciembre de 2018 hasta junio de 2020.

Políticas públicas más que ineficientes donde no se escapa nadie de la crítica; cuando recién circulaba en días pasados en redes sociales un video en el que un grupo armado hacía ostentación de su poderío, se apuraron las más altas esferas en decir que era un montaje, así lo dijeron de botepronto, pero cuando se pusieron a analizar con cuidado, entendieron que era verídico, y entonces corrigiendo el error, dijeron que si bien era cierto que se estaba mostrando un comando con un excelente equipamiento táctico y muy bien armado, en realidad no había nada de qué preocuparse ya que lo que estaban haciendo era lanzar una amenaza pero a otro grupo armado.

Hágame usted el favor. Admitir este tipo de respuestas significa que el pueblo no tiene de qué preocuparse; todo lo que hay de violencia entre los grandes grupos de poder fáctico y el problema es entre ellos; el País está en paz y trabajando como decían antaño las notas de ocho columnas de los periódicos al día siguiente de un informe presidencial ocultando nefastas realidades. Quieren tapar el sol con un dedo.

Se están viendo las cosas de soslayo, exactamente como cuando empezaba la pandemia en que muchas personas negaban la existencia del virus y su enorme riesgo, desdeñando al Covid19 simplemente porque no tenían ninguna referencia cercana de contagio. De la misma manera si no se tiene una experiencia próxima del secuestro de algún familiar, de un asalto, de un homicidio, de un robo a casa habitación, de un feminicidio, de una desaparición forzada, de un hecho delictuoso en general, el país está "en paz y trabajando"; en otras palabras estamos como los avestruces, metiendo la cabeza en un orificio dejando todo nuestro cuerpo fuera.

La Ciudadanía exige del Gobierno un hasta aquí a la violencia desatada e incontrolable; no ayuda el saber que "es pleito entre ellos" como alguien de la administración pasada decía.

El gobierno debe cumplir su tarea; está para poner orden no para permanecer como espectador de una lucha entre criminales, máxime una lucha que ha costado innumerables pérdidas humanas y patrimoniales como víctimas colaterales.

Estamos hasta el tope de retórica y discursos inocuos e inicuos; queremos hechos y no palabras. La violencia debe parar ya.

Jalisco otrora el Estado líder en Agroindustria ahora está convertido en el cementerio de la nación, en el lugar por excelencia de las fosas clandestinas.

No se vale.

@CampiranoWolff

lcampirano@yahoo.com